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Prudencia en Ferraz tras unos sondeos que indican castigo a Sánchez y fracaso de su plan
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PRIMERAS SENSACIONES TRAS EL CIERRE DE URNAS

Prudencia en Ferraz tras unos sondeos que indican castigo a Sánchez y fracaso de su plan

Máxima expectación en la sede federal tras las primeras encuestas que apuntan a una caída en escaños de los socialistas, que no habrían logrado reforzarse, principal propósito del presidente

Foto: Pedro Sánchez, este 10 de noviembre emitiendo su voto en su colegio electoral de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez, este 10 de noviembre emitiendo su voto en su colegio electoral de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. (EFE)

El PSOE habría ganado las elecciones, pero se dejaría apoyos por el camino, castigado por no haber logrado un acuerdo que mantuviera a Pedro Sánchez en la Moncloa. Las derechas de PP y sobre todo Vox subirían y Ciudadanos se hundiría por completo. Las tres fuerzas conservadoras vencerían en escaños al bloque de las izquierdas, pero tendrían, en principio, imposible gobernar. El bloqueo se agravaría.

Es el paisaje que pintan los sondeos hechos públicos a las 20:00 de este domingo, al cierre de los colegios electorales en la Península. Un panorama que ya venían indicando las encuestas de las últimas semanas, que no sacaban al PSOE del estancamiento y de la ligera caída. El estudio de GAD 3 para RTVE y Forta avanza que los socialistas conseguirían entre 114 y 119 diputados, por debajo de los 123 de abril. Dato muy similar al que ofrecía Sociométrica para 'El Español' (112-118), NC Report para 'La Razón' (115-118). Es decir, Sánchez no llegaría siquiera a superar el umbral psicológico de los 120 parlamentarios.

De confirmarse estos números en las urnas, el PSOE sufriría un cierto correctivo ciudadano. El líder socialista se encontraría un Congreso aún más complicado y habría fracasado en su estrategia. El presidente del Gobierno en funciones acudió a la repetición electoral convencido de que le sería posible reforzarse. Que los ciudadanos entenderían que no podía montar un Gobierno con Unidas Podemos, porque no le garantizaba ni cohesión, ni estabilidad. Perseguía un Ejecutivo "fuerte", pero en principio no lo tendrá. Es probable que si la caída se ratifica muchos en el PSOE mirarán, como principal responsable, al director de Gabinete del presidente, Iván Redondo.

El sentimiento de máxima cautela ya se venía rumiando en el partido en los últimos días, y este domingo era fácil intuir que no estaba preparada ninguna celebración en Ferraz. No se había puesto en pie ninguna balconada para que por ella deambularan el secretario general y su equipo (para el 28-A sí que estaba instalada para cuando estaba avanzado el escrutinio). La excusa era el fuerte frío que hacía en Madrid. Ni había ambiente en la calle.

En la planta noble de la sede aguardaban el goteo de resultados la cúpula, aunque el presidente en funciones no llegó hasta pasadas las 21:30, con el recuento bastante avanzado. Sí estaban ya dentro la vicepresidenta, Carmen Calvo, el número tres del partido, José Luis Ábalos, y su escudero, Santos Cerdán, buena parte de la dirección y del Gobierno. "Estamos expectantes, a la espera de los resultados", señalaba un miembro de la ejecutiva a este diario. Pese a que en principio se preveía una comparecencia para valorar la participación y las encuestas, ningún mando del estado mayor socialista había salido en rueda de prensa a las nueve. Eso, ya en sí mismo, era mala señal, porque sí hubo palabras de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, el 28-A. A la entrada en el cuartel general este 10-N, Calvo sí había señalado que los anticipos de movilización del electorado conocidos (56,85% a las 18:00, 3,89 puntos menos que en primavera).

El PSOE habría ganado las elecciones, pero se dejaría apoyos por el camino, castigado por no haber logrado un acuerdo que mantuviera a Pedro Sánchez en la Moncloa. Las derechas de PP y sobre todo Vox subirían y Ciudadanos se hundiría por completo. Las tres fuerzas conservadoras vencerían en escaños al bloque de las izquierdas, pero tendrían, en principio, imposible gobernar. El bloqueo se agravaría.

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