Montero enfría las expectativas del PSOE y mantiene abierta la negociación de la Mesa

Irene Montero, la encargada de Unidas Podemos de negociar con su homóloga socialista Adriana Lastra la composición de la Mesa del Congreso para la próxima legislatura, que se constituirá el martes 21 de mayo, ha enfriado esta mañana las expectativas trasladadas por el PSOE sobre los avances en las negociaciones. No hay nada cerrado todavía, según ha explicado a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso. La portavoz de Unidas Podemos ha recalcado que "lo importante es garantizar" que el órgano rector de la Cámara baja "responda a las necesidades de este Congreso" y que "cumpla con su función, que es legislar y que los diferentes grupos puedan defender sus iniciativas, no como en la legislatura pasada que la mayoría de PP y Cs bloqueaban la capacidad legislativa del Congreso".

Los socialistas apuestan por una Mesa del Congreso de mayoría progresista, y en la que entren PP y Ciudadanos, pero no Vox ni las formaciones nacionalistas ni separatistas. El reparto sería de tres puestos para el PSOE, incluida la presidencia, dos para Unidas Podemos, dos para el PP y dos para Cs. A la pregunta de si debería tener presencia en la Mesa grupos parlamentarios como ERC (15 diputados) o PNV (6), Montero se ha limitado a responder que la configuración final de este órgano "responda a los intereses de los españoles" manifestados en las urnas y que "pueda cumplir con su trabajo". En privado, fuentes cercanas a la portavoz manifiestan que la composición de la Mesa del Congreso es una decisión que no depende tanto de Unidas Podemos como del PSOE. Con todo, Montero apuesta porque la composición resultante de este órgano "no bloquee el trabajo de esta cámara ni de los diferentes grupos parlamentarios".

Desde Unidas Podemos tienen ya varios nombres sobre la mesa para ocupar los dos asientos que en principio tendrían en el órgano rector de la cámara, pero primero se centrarán en cerrar las negociaciones para su configuración. Una primera fase que será antesala de las negociaciones para la formación del Gobierno. Al respecto de la investidura, Montero ha insistido en que su propuesta pasa por formar un gobierno de coalición con el PSOE, presidido por Pedro Sánchez, y que ya se trasladó el detalle de sus propuestas al presidente en funciones.

Pese a todo, entienden desde la formación liderada por Pablo Iglesias que "toca dar tiempo a las negociaciones" y entienden que "la iniciativa es del PSOE, que es quien ha ganado las elecciones y propone candidato a la presidencia". A partir de ahí, desde Unidas Podemos dicen tener "plena disposición para el diálogo" y entienden que este tipo de negociaciones serán largas y apuestan por llevarlas a cabo con discreción. Estas negociaciones no arrancarán hasta después de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo.

El futuro político de Pablo Iglesias se fía a conseguir entrar en un Gobierno de coalición, y aunque se limitaría a tener un peso proporcional a los escaños de Unidas Podemos, que son un tercio de los obtenidos por el PSOE, se defiende que sería crucial para llevar a cabo un programa de transformación y garantizar la implantación de una agenda social favorable a las mayorías sociales. De no consumarse este objetivo, todos los escenarios están abiertos, desde la amenaza de un bloqueo de la investidura que deje la pelota en el tejado de otras formaciones, principalmente Ciudadanos, hasta la apertura de un proceso interno en la formación de renovación del liderazgo.