El Gobierno avisa a los separatistas: "Nunca" les dará contrapartidas por su apoyo a Iceta

No habrá "nunca" contrapartidas a los independentistas a cambio de que permitan que Miquel Iceta se convierta en senador por designación autonómica, paso previo para que la próxima semana pueda convertirse en presidente de la Cámara Alta. Lo dijo el primer secretario del PSC y ahora lo repite el Gobierno de Pedro Sánchez. No va a negociar nada porque entiende que está en su "derecho" proponerle.

Las negociaciones políticas se reanudan después del parón obligado por la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado viernes, a causa de un infarto cerebral a los 67 años. Pero queda apenas una semana para la constitución de las nuevas Cortes Generales —la sesión está programada para el próximo martes 21 de mayo—, mientras se sigue la campaña de las elecciones locales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Lo más inminente para el Ejecutivo es despejar qué ocurrirá con Iceta. Sánchez lo quiere como presidente del Senado, pero para ello el Parlament ha de apoyar este próximo jueves su designación como senador. ERC (y Junts per Catalunya) pide gestos hacia los presos encausados por el Tribunal Supremo, mientras Ciudadanos continúa sin aclarar si pondrá o no obstáculos a su elección. Los socialistas siempre han argumentado que los usos y costumbres parlamentarios se han respetado siempre, y por tanto cada grupo escoge aquellos nombres que quiera dentro de su cuota y no veta los que proponen los demás.

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¿Habrá contrapartidas para los independentistas a cambio de su apoyo al primer secretario del PSC? "Nunca, nada", respondió taxativa la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, tras presentar sus credenciales como diputada por Madrid en el Congreso. "Tenemos nuestro derecho a nombrar nuestros senadores en los parlamentos autonómicos, como así ha ocurrido en la vida política de España durante 40 años —razonó—. Nadie le ha impuesto a nadie en ningún parlamento autonómico quién quiere que esté como senador por designación en la Cámara Alta. Lo que esperamos es que siga siendo así porque es nuestro derecho a decidir sobre quién queremos que esté o no esté".

"Tenemos nuestro derecho a nombrar nuestros senadores en los parlamentos autonómicos, como así ha ocurrido en España 40 años", dice Calvo

En el Ejecutivo creen que al final las cosas caerán por su propio peso y confían en que el nombramiento de Iceta, en el pleno del Parlament del próximo jueves, saldrá adelante porque de lo contrario se sentaría un peligroso precedente. Pero también añaden que, como Gobierno, "siempre se tienen previstos los planes B, C, D...", porque es su "obligación" y en el PSOE, además, hay "banquillo" suficiente. A los socialistas les espera una legislatura plácida en el Senado, puesto que disfrutan en ella de mayoría absoluta.

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Iceta, en una comparecencia en el Parlament el jueves pasado, sí que avisó, en la misma línea, que no iba a "mercadear" con su candidatura y apeló a la "cortesía parlamentaria" que siempre ha acompañado este tipo de nombramientos. Y Sánchez, desde Sibiu (Rumanía), donde celebraba ese mismo día un Consejo Europeo informal, también alertó de que "vetar a una persona que siempre ha defendido el diálogo, que ha tendido puentes y ha hablado con todos dentro de los márgenes de la Constitución es un mal comienzo".

Calvo defiende que las Mesas han de ser representativas, pero no dar entrada a todos los partidos, como una Junta de Portavoces bis

Respecto a la Mesa del Congreso, Calvo no dio más pistas. Señaló que la portavoz y vicesecretaria general, Adriana Lastra, está hablando con los grupos para conformar una "Mesa representativa", de forma que los grandes partidos, los que tienen más escaños, tengán sitio en el órgano de gobierno de la Cámara Baja. Recordó que en él no han de estar todas las formaciones. Las Mesas de Congreso y Senado, señaló, no son una "Junta de Portavoces bis". Son órganos diferentes, con funciones diferentes. Las Mesas, por tanto, se dedican a gobernar las Cámaras y las Juntas de Portavoces incluyen a todos los grupos políticos. Por el momento, se está buscando un "acuerdo de proporcionalidad, y luego vendrá la persona que presida", indicó la número dos del Ejecutivo.

Los socialistas piensan en una configuración semejante a la de la legislatura anterior (3-2-2-2), solo que con mayoría progresista. Es decir, tres puestos para el PSOE (incluida la presidencia del Congreso), dos para Unidas Podemos —ambas formaciones tendrían, pues, mayoría absoluta—, dos para el PP y dos para Ciudadanos. Lastra sí añadió que el PSOE sí tiene "meridianamente claro" que, si es por su grupo, Vox, con solo 24 diputados, no estará en la Mesa de la Cámara Baja. Tampoco tiene acceso a ningún puesto por una cuestión de aritmética.