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El puñetazo a Rajoy culmina una semana final de campaña del 20-D tensa y enrarecida
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tendrá efecto en el resultado del domingo

El puñetazo a Rajoy culmina una semana final de campaña del 20-D tensa y enrarecida

La campaña electoral está finiquitada. El puñetazo que un joven propinó al presidente del Gobierno enrareció las 72 horas que faltan para la gran cita electoral. ¿Cómo influirá el ataque en estos días?

La agresión de un menor de edad en tratamientoa Mariano Rajoy, al que atizó un puñetazo durante un paseo por Pontevedra, ha precipitado el final de una campaña que a 48 horas de terminar puede considerarse completamente rota. El esprint final estará marcado por un acontecimiento inesperado que casi todas las fuerzas políticas han condenado y que el PP ha insistido en que no utilizará, al valorarlo como un "asunto de orden público" que no debe contaminar la víspera del 20-D, aseguran a este diario fuentes del Ejecutivo. Prueba de ello fue que el jefe del Ejecutivo protagonizó un mitin en Coruña pocas horas después del ataque en la provincia vecina -visiblemente afectado y sin gafas- y no hizo una sola referencia a lo ocurrido más allá de asegurar que sus paisanos son "gente normal y honrada".

Sin embargo, el incidente -protagonizado por un menor problemático, expulsado de un colegio, hijo de una familia perfectamente estructurada pero conocido por su comportamiento anómalo y al parecer en tratamiento- es el triste colofón a una semana marcada por un bronco debate o por los escraches a varias sedes políticas en Barcelona.

Rajoy bromea con su agresión en el mitin de A Coruña

El lunes comenzabatensándosecuando Rajoy y el líder de la oposición, Pedro Sánchez, escenificaron uno de los cara a caramás tensos de las últimas citas electorales, convirtiéndoloen un incómodo debate que contó con insultos y réplicaspersonales. Aunque desde la jefatura de campaña del PP se ha dado orden estricta de que se dé perfil bajo al ataque y se excluya totalmentede la campaña -los populares tienen auténtico temor a que la campaña derive por derroteros de agitación en los que no se saben manejar, como se demostró en el pasado-, lo cierto es que ya ha habido terminales mediáticas que relacionan el ataque de este miércoles en Pontevedra con el debate del lunes. Inclusoel propio ministro Montoro, en un mitin en Sevilla tras el puñetazo de Pontevedra, reclamaba"evitar la crispación y bajar el nivel de ese tipo de debates y acusaciones públicas, que llevan a lo que llevan".

En un primer momento, desde fuentes populares se vinculó alagresor con las mareas gallegas, asegurando que pertenecía a las juventudes de la candidatura unitaria con la que concurre Podemos en Galicia. Desde la formación emergente negaron tajantemente esta asociación, mientras un asesor del equipo de campaña no escondía su bochorno por que determinados medios de comunicación contrarios a Podemos estuviesen intentando utilizar la agresión para sacar rédito electoral. Habrá que ver si, finalmente, el PP consigue que nadie de su entorno intente utilizar en lo que resta de campaña el ataque de forma partidista ysi el resto de partidos mantienen el tono de escrupulosa condena para calibrar el efecto definitivo de unataque que, aunque se quiera alejar del debate, lo cierto es que tendrá un efecto el domingo en las urnas.

"Usar el ataque emborronará la recta final"

Según explica Ignacio Martín Granados, politólogo y miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), es de extrema importancia que los partidos políticos no lo usen en su favor en ningún caso. "Ni el PP tratandode aprovecharlo", como se ha visto en redes sociales a través de cargos públicos acusando a otras formaciones de generar violencia, "ni el resto de partidos intentando justificar este hecho de alguna forma" por las decisiones gubernamentales del presidente.

Albert Rivera condena la agresión a Rajoy en el acto de su partido en Bilbao

Pero José Luis Sanchís, consultor político y expresidente de la prestigiosa International Association of Political Consultants (IAPC), afirma que "ni siquiera será necesario" utilizar premeditamente en campaña este acto, porque estará latente en los días que quedan, "sin que haga falta empujarlo ni explotarlo”. Precisamente por eso, Martín Granados insiste en que también es fundamental el papel que jueguen los medios de comunicación y el resto de generadores de opinión "para templar los ánimos". Si a partir de hoy todos hablan de "un hecho aislado y lo condenan, no dejará de ser una anécdota". En caso contrario, si lo magnifican, los días previos a las elecciones "se enturbiarán sin remedio y hablaremos de todo menos de política".

“No sería nada legítimo”, sentencia el profesor de Comunicación Política en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC)José Manuel Sánchez. Más aún, este experto añade que con los días que restan de campaña podría dársele la vuelta a esta estrategia. “Si lo hacen, es un riesgo y se debería a que sus sondeos internos son muy malos”. Un riesgo, concluye, porque se podría volver en contra del candidato del PP si el agresor, por ejemplo, no tiene filias políticas como se le intentan atribuir y responde al perfil de un agresor con problemas mentales. Aun así, el terreno está abonado para “construir una estrategia en torno a la crispación, aunque no sea cierto, y ese marco podría utilizarse a nivel de los debates televisivos, pues se haría tangible en la calle con esta agresión física”, explica Sánchez.

Garzón también censura la agresión a Rajoy en Pontevedra

También el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, insiste en la importancia de "la condena sin fisuras y sin cálculos políticos". La mano derecha de Albert Rivera explica a este diario que la agresión "es un ejemplo más de la campaña bronca que se está produciendo, donde no se podía tensar más la cuerda". Villegas, que aunque reconoce que la nueva situación no perjudicará al PP en ningún caso, insiste en que no tiene sentido hacer un verdadero análisis electoral. "Sinceramente, creo que no se puede jugar a eso en estos momentos. Hay que condenarlo porque hoy ha sido a Rajoy y mañana puede ser a otro".

Un ataque que genera "empatía y apoyo" a Rajoy

El violento ataque al presidente podría tener evidentes efectos sobre el electorado, que este domingo afrontará una de las citas más importantes de la historia en España. Por eso, los expertos analizan las secuelas que la agresión producirá en la opinión pública y hay consenso: empatía, compasión y proceso de humanización del candidato popular, que lo convierte en un ciudadano "de a pie", según explica el profesor José Manuel Sánchez. Los politólogos coinciden, fuera de toda frivolidad, en que la sociedad se suele posicionar a favor de los agredidos ante un hecho así.

También Daniel Ureña, director de MAS Consulting, explica que estos acontecimientos "suelen causar un cabreo generalizado en la sociedad", que "empatizará" con el jefe del Ejecutivo, "porque se sentirá agredida también". Este sentimiento común tiene un nombre en el mundo anglosajón, 'rally round the flag', que el politólogo y presidente de Asesores en Comunicación Política, Luis Arroyo, traduce como "cerrar filas".

Arroyono tiene dudas: "La agresión al presidente de un país aumenta su aprobación siempre". Hay muchos ejemplos parecidos, como la agresión sufrida por Silvio Berlusconi en 2009 al término de un mitin cuando un hombre le lanzó un 'souvenir' del Duomo de Milán en miniatura. Aquel ataque le garantizó seis puntos de ventaja con respecto a sus rivales políticos. Otro ejemplo, explica Arroyo, ha sido el de la última masacre del terrorismo yihadista en París, que ha reforzado el liderazgo de François Hollande. “Está constatado que estos actos benefician al agredido. No quiero decir que vaya a tener muchos más votos por ello, pero sí que suma por las simpatías que levanta”, afirma en la misma línea José Luis Sanchís.

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La agresión de un menor de edad en tratamientoa Mariano Rajoy, al que atizó un puñetazo durante un paseo por Pontevedra, ha precipitado el final de una campaña que a 48 horas de terminar puede considerarse completamente rota. El esprint final estará marcado por un acontecimiento inesperado que casi todas las fuerzas políticas han condenado y que el PP ha insistido en que no utilizará, al valorarlo como un "asunto de orden público" que no debe contaminar la víspera del 20-D, aseguran a este diario fuentes del Ejecutivo. Prueba de ello fue que el jefe del Ejecutivo protagonizó un mitin en Coruña pocas horas después del ataque en la provincia vecina -visiblemente afectado y sin gafas- y no hizo una sola referencia a lo ocurrido más allá de asegurar que sus paisanos son "gente normal y honrada".

Mariano Rajoy Pedro Sánchez
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