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Sólo la aparición de un expresidente en campaña ayuda a su partido: la de González
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BARÓMETRO DEL INSTITUTO DYM PARA EL CONFIDENCIAL (Y III)

Sólo la aparición de un expresidente en campaña ayuda a su partido: la de González

El 45,1% opina que si el exjefe del Ejecutivo socialista participa en mítines del PSOE, podrá echar un cable a Pedro Sánchez. Una opinión que comparten tanto entre sus filas como en las del PP

Foto: Felipe González y Pedro Sánchez, durante el mitin de campaña de las catalanas en L'Hospitalet, el pasado 23 de septiembre. (EFE)
Felipe González y Pedro Sánchez, durante el mitin de campaña de las catalanas en L'Hospitalet, el pasado 23 de septiembre. (EFE)

Jarrones chinos y, además, molestos. Casi por regla general, menos para quien acuñó esa expresión referida a los expresidentes del Gobierno: Felipe González. Sólo él se salva de la quema, sólo él es visto como el único exjefe del Ejecutivo cuya presencia en la campaña de las generales puede ayudar a su partido, el PSOE.

En el barómetro del Instituto DYM para El Confidencial también se dedica un apartado a la figura de los tres expresidentes vivos de la democracia y a su aprecio por los ciudadanos. Es la misma encuesta que indicaba el crecimiento de Ciudadanos tras las elecciones catalanas del 27-S, hasta situarse como segunda fuerza. El estudio parte de una muestra de 1.002 entrevistas realizadas en toda España, entre el 15 y el 26 de octubre, justo antes de la convocatoria formal de las generales del 20 de diciembre.

El único que aprueba es Felipe González, presidente desde 1982 hasta 1996. Obtiene una nota media, para ser exactos, de 5,7 sobre 10. Le saca casi dos puntos a José María Aznar (que se queda con un 4 pelado) y a José Luis Rodríguez Zapatero -que se ubica muy cerca de su directo antecesor en La Moncloa, en el 3,9-.

El primer presidente del Gobierno del PSOE convence a todos los espacios ideológicos menos, paradójicamente, al de la izquierda pura

Esa es la nota media. Pero los datos tienen más miga. Así, González aprueba entre los que votaron a PP y PSOE en 2011. Los primeros le ponen un 5,8, y los segundos, un 6,8, rozando el notable. Si nos fijamos en los electores que hace cuatro años apostaron por populares y socialistas y ahora se dicen indecisos, pasa prácticamente lo mismo: 5,7 y 6,7, respectivamente.

Aznar sólo gusta a la derecha

Además, el primer presidente del Gobierno del PSOE convence a todos los espacios ideológicos menos, paradójicamente, al de la izquierda pura. Esta le puntúa con un 4,7. Los de centro izquierda le asignan un 5,6; los de centro, un 5,8; los de centro derecha, un 5,9, y la derecha, un 6,4. Es decir, que los que más le aprecian son los que se encuentran en la orilla derecha de la tabla.

Aznar, inquilino de La Moncloa entre 1996 y 2004, gusta mucho a los que metieron en 2011 la papeleta del PP (le endosan un 6,7), pero nada a los que prefirieron al PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba (2,8). Entre los exvotantes indecisos de populares y socialistas, la opinión es dispar: los primeros le siguen adjudicando una nota bastante alta, un 6,3, y los segundos, un suspenso clarísimo (3,2).

El exjefe del Ejecutivo del PP sólo sigue gustando a día de hoy a los electores que se ubican en el centro derecha (5,7) y derecha (6,4), que son los que le otorgan una calificación por encima del aprobado. Los de centro le suspenden (4,3), y si nos situamos hacia la otra esquina, su nota va empeorando: los de centro izquierda le asignan un 2,4 y los de izquierdas, un 1,7.

Zapatero, presidente desde 2004 hasta 2011, es aprobado por los pelos (5,3) por los que eligieron a Rubalcaba hace cuatro años, pero sus contrarios, los que apostaron por Mariano Rajoy, le endosan un 2,6. Entre los exvotantes de los dos grandes partidos indecisos, sólo es apreciado por los que en 2011 se inclinaron por su formación: le dan un 5 raspado.

Zapatero no triunfa en ningún segmento

Por segmentos ideológicos, Zapatero no obtiene puntuaciones superiores a cinco en ninguno de ellos. De hecho, sólo consigue un 4 entre los de centro y un 4,7 entre los de centro izquierda. Los demás le condenan a notas más bajas.

Tanto González como Aznar superan en nota a sus sucesores actuales. El 5,7 del expresidente socialista está a un punto del 4,6 de Pedro Sánchez. Y el 4 de Aznar también sobrepasa al 3,2 obtenido por Mariano Rajoy.

DYM pregunta a continuación por la presencia de los exlíderes en las campañas electorales, bastante habitual. El 45,1% cree que la aparición de González ayuda al PSOE, y un 42,6% estima que le perjudica.

Cerca del 60% de los que apoyaron al PP en 2011 y casi el 53% de los que respaldaron al PP se muestra convencido de que González es un activo para los socialistas, y así lo creen también los que hoy se hallan indecisos. Si acudimos a la escala ideológica, observamos que son los electores de centro (44,7%), los de centro derecha (62,9%) y los de derecha (53,5%) los que analizan que la presencia del expresidente socialista beneficia a Pedro Sánchez de cara al 20-D. Para el 61,5% de los que se ubican en la izquierda y para el 50,1% de los que se llaman de centro izquierda, la comparecencia de González resta más que suma al PSOE.

Para el 69,4% de los encuestados, que Aznar acompañe en mítines a Rajoy le hace daño. Una previsión que contemplan los antiguos votantes del PP (60,4%) y en mayor medida los del PSOE (77,1%), al igual que los indecisos de ambas formaciones.

Aznar y Zapatero no convencen a los suyos

La convicción de que Aznar perjudica al PP en la campaña del PP está asentada en todos los puntos de la escala ideológica. Más en la izquierda (78,5%) y centro izquierda (78,8%), pero también en el centro (68,4%) y en el centro derecha (65,8%). Sólo los que se etiquetan de derechas son algo más prudentes: un 56,9% -mayoría, no obstante- señala que la aparición del expresidente popular no ayuda en nada al actual jefe del Ejecutivo y candidado.

El 70,5% de los entrevistados cree, por su parte, que Zapatero no aportaría nada al PSOE en campaña, por un 17,6% que considera lo contrario. Los que más están seguros de que resta son los antiguos electores del PP y los indecisos que apostaron por Rajoy en 2011, pero también cunde la misma sensación entre los que prefirieron a Rubalcaba (65%) y los dudosos socialistas (67,7%).

La opinión de que Aznar y Rodríguez Zapatero perjudican es mayoritaria incluso entre los votantes de sus respectivos partidos

Los electores de izquierdas (el 66,7% de ellos) y de centro izquierda (67,8%), así como los de derechas (69,3%) son los más benevolentes: se queda por debajo del 70% el umbral de los que opinan que la aparición de Zapatero no ayuda a Sánchez. Por encima de ese porcentaje se encuentran los que se rotulan como de centro (70,6%) y de centro derecha (82,9%).

La conclusión es sencilla: sólo González aprueba y es el único expresidente del que se cree que puede beneficiar a su partido. La opinión de que Aznar y Zapatero perjudican es mayoritaria incluso entre los votantes de sus respectivos partidos.

Jarrones chinos y, además, molestos. Casi por regla general, menos para quien acuñó esa expresión referida a los expresidentes del Gobierno: Felipe González. Sólo él se salva de la quema, sólo él es visto como el único exjefe del Ejecutivo cuya presencia en la campaña de las generales puede ayudar a su partido, el PSOE.

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