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Alberto Garzón y Podemos se acercan bajo el paraguas de las 'plataformas de confluencia'
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LUIS ALEGRE COORDINARÁ LAS CONVERSACIONES

Alberto Garzón y Podemos se acercan bajo el paraguas de las 'plataformas de confluencia'

El secretario de Participación Interna y Unidad Popular, Luis Alegre, se reúne este sábado con los secretarios autonómicos para poner en común la situación de las conversaciones y coordinarlas

Foto: Alberto Garzón y Pablo Iglesias durante un encuentro mantenido en la sede de Podemos el pasado mes de junio. (EFE)
Alberto Garzón y Pablo Iglesias durante un encuentro mantenido en la sede de Podemos el pasado mes de junio. (EFE)

La confluencia de Podemos con “plataformas de unidad popular” se está negociando provincia a provincia, y en Andalucía las conversaciones se centran en Cádiz y Málaga. La secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, dejó claro que las conversaciones no se están produciendo con la dirección de IU, sino con las iniciativas de confluencia, cuyo principal protagonismo ejerce Ahora en Común (AeC). Plataforma esta última en la que participan bases de IU y Podemos, junto a otros actores políticos y sociales. El candidato de IU a la Moncloa, Alberto Garzón, ya saludó Ahora en Común desde su nacimiento y la ha seguido apoyando públicamente en todo momento. Tanto, que en un principio los dirigentes de la formación morada desconfiaron de las intenciones del malagueño al considerar que se trataba de un proyecto promovido por IU.

La asamblea de AeC en Málaga, la circunscripción por la que es diputado Alberto Garzón, es una de las más activas y multitudinarias, y donde los acuerdos con Podemos van tomando forma. Cádiz, en cuya capital gobierna el candidato de Podemos José María González, Kichi, es la otra provincia en donde la formación morada ha mostrado interés por concurrir conjuntamente con otras fuerzas. Este sábado se producirá el primer encuentro entre el secretario de Participación Interna y Unidad Popular, Luis Alegre, con los secretarios autonómicos para poner en común la situación de las conversaciones con diferentes actores políticos y sociales en cada territorio y coordinar las mismas desde la secretaría.

Las líneas rojas del partido liderado por Pablo Iglesias, además de preservar la marca (admitiendo una hipotética papeleta Podemos-Ahora en Común, o el nombre de la plataforma de unidad popular) como se lleva insistiendo tiempo, pasan por que se celebren primarias abiertas y los procesos sean participados e impulsados desde la ciudadanía, no desde las organizaciones políticas. Condiciones que Garzón comparte y está dispuesto a asumir, como ha reiterado en diversas ocasiones. Si bien su máxima es que la coalición se produzca a nivel estatal, y no “a la carta”, tanto por una cuestión política como jurídica, las negociaciones avanzan a buen ritmo.

Madrid y Zaragoza son otros de los territorios con más posibilidades de alcanzar acuerdos, como apuntó esta semana Pablo Iglesias, uniéndose así a los de Cataluña, Galicia, Valencia y Baleares. Por una cuestión de estatutos, Garzón debe presentarse por la capital, aunque si finalmente se cierran los acuerdos para presentarse bajo las siglas de las plataformas de unidad popular y participa en un proceso de primarias, no tendría por qué acogerse a este reglamento. Es más, las caras visibles de Podemos, desde Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa o Rafa Mayoral hasta Irene Montero y Tania Sánchez, tienen ya un puesto de salida asegurado por Madrid.

Garzón, por Madrid

Distintos dirigentes de IU consultados por El Confidencial sostienen, no obstante, que "no se contempla" que Garzón concurra por otra provincia que no sea Madrid. Máxime cuando el conflicto abierto con su federación rebelde, IUCM, se resolvió vía expulsión. Además, la previsión estatutaria sólo se podría deshacer con una reunión del Consejo Político Federal, su máximo órgano de poder.

Cádiz, Málaga, Madrid y Zaragoza se suman a los territorios donde es posible el acuerdo: Galicia, Valencia y Baleares, además de Cataluña

En la cúpula de IU, tanto si se pregunta al sector más cercano al aspirante a La Moncloa como al cinturón más próximo al coordinador, Cayo Lara, se responde de la misma forma: que la hoja de ruta que se definió en los órganos de dirección antes de las vacaciones se mantiene intacta por ahora, hasta nueva orden. A saber: que la alternativa idónea es armar una coalición electoral estatal, aunque sea de carácter técnico, porque se necesita "una marca paraguas" para optimizar los esfuerzos y los votos y facilitar la constitución de un grupo parlamentario fuerte en el Congreso.

La federación defiende su alternativa por razones políticas y aritméticas. Primero, porque resultaría "ridículo" –señala una dirigente próxima a Garzón– confluir con Podemos en varias comunidades y no articular una entente en todo el Estado. Sobre todo porque puede que se cierre en Madrid, un territorio clave y epicentro indiscutible de las generales. En IU observan que las reticencias a la unidad que podían esgrimirse en las autonómicas y municipales, con una IUCM en ruinas y colonizada por un aparato rocoso y reacio a la convergencia, se pueden disipar con la nueva federación madrileña montada desde arriba, desde la dirección de Lara, que cuenta con algo más de mil afiliados –1.015 a 31 de agosto, para ser exactos– para echar a andar. No sólo eso, también en Madrid existe un "poso de trabajo unitario", igual que en Barcelona, y hay "posibilidades de ganar" al bipartidismo.

Razones aritméticas. Esta misma semana, Lara insistía en que la unión es una "necesidad vital", porque la ley electoral castiga a las terceras fuerzas que no consigan un elevado porcentaje de voto en las circunscripciones pequeñas, en las que se reparten pocos diputados. Si tanto cuesta arañar un escaño, no resulta operativo dividirse, razona IU. "Si no hay un proceso de unidad popular, se perderán parlamentarios por el camino", señalan en la ejecutiva. A la mecánica electoral se añade la normativa del Congreso, que tasa las condiciones para poder formar grupo: o disponer de 15 diputados o que parlamentarios de distintos partidos reúnan cinco escaños y hayan obtenido al menos un 15% en cada una de las circunscripciones en las que hubieran presentado candidatura o el 5% en el conjunto del Estado. "Nos guste o no, las reglas del juego son como son, y algunos deberían saberlo", indica un alto jefe de IU, a cargo del aparato.

Paso unitario en IU

Si no se superan esos umbrales, las cosas se complican, aunque, como recuerdan algunos dirigentes, "nada es imposible", porque al final la constitución de los grupos es una cuestión política, que depende de la voluntad de las mayorías a la hora de abrir o no la mano. "Nada de lo que hemos visto hasta ahora va a reproducirse, todo va a ser nuevo", advierte un curtido alto cargo.

La dirección de IU mantiene su hoja de ruta: busca una coalición estatal, pero tras el giro de Podemos se plantea si aceptar pactos territoriales

IU percibe que Podemos ha girado en su estrategia, que ha pasado del no radical a cualquier entendimiento con la federación a abrirse a alianzas territoriales. Del insulto, de llamarla "pitufo gruñón" y de cargar contra su vieja guardia, a la mano tendida, aunque con condiciones. De ahí que crea que todavía hay espacio para atraerle hacia su terreno. "Pablo dice una cosa y la contraria al cabo de tres meses", observa un miembro de la dirección, que recuerda que una coalición estatal no supone más peaje que añadir en la papeleta el nombre de la alianza, como en 2011 ocurrió con La Izquierda Plural, nombre bajo el que se cobijó IU y su constelación de socios.

No obstante, aunque IU mantiene su apuesta de coalición estatal, también está abierta a la fórmula de las alianzas provinciales y regionales. El debate, de hecho, está abierto en el seno de la organización. Ya emergió el pasado lunes, en la reunión de la ejecutiva, y se irá rematando de cara a la Presidencia Federal del 13 de septiembre. Aún es pronto para saber qué ocurrirá, pero algunos dirigentes ya apuntan que "si no queda otra, se aceptará la hoja de ruta" de la formación de Pablo Iglesias, como vía para preservar la unidad, que en todo caso se ve "más próxima" que hace semanas.

Es decir, que se asumirían los pactos locales, siempre que vengan rotulados por una marca unitaria, tipo Ahora en Común-Podemos (o a la inversa). Y es que la apuesta por la confluencia es nítida en IU, y así quedó sancionada en una resolución aprobada por unanimidad por la Presidencia del pasado 17 de julio, y en la que se daba el visto bueno a la profundización del proceso de unidad popular. Izquierda Abierta, el partido que colideran Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, que ha ido lanzando algunas señales de alerta, pide "claridad y que los militantes decidan finalmente en referéndum". "O sea, cuando haya algo, que se explique y vote, estas decisiones no se pueden tomar entre cuatro de espaldas a las bases. Apostamos por reforzar espacios de encuentro amplios y horizontales, plurales y sin exclusiones, como Ahora en Común", según expresa un miembro de su puente de mando.

Garzón, mientras, intenta engrosar sus filas. Este lunes se reúne en la sede federal, en la madrileña calle del Olimpo, con Juan López de Uralde, líder de Equo, más proclive a las tesis del joven diputado de IU que a las de Podemos. El de ambos es el segundo encuentro tras la toma de contacto del pasado junio.

Las ambiciones de la CUT

La CUT (Candidatura Unitaria de Trabajadores) que lideran Juan Manuel Sánchez Gordillo y Diego Cañamero, organización integrada en IU desde su fundación pero con la que rompió en las autonómicas andaluzas para presentarse con Podemos, aspira a colocar a sus representantes en varias provincias de esta comunidad. El propio Cañamero ya anunció su intención de cerrar la lista por Sevilla, concurriendo en el simbólico puesto número doce, mientras que la organización aspira a encabezar la candidatura en las provincias de Jaén y Almería. “Nos lo hemos ganado por derecho propio”, justificaron los miembros de la CUT durante la asamblea que precedió al proceso de primarias en Podemos, al haber sido los más votados en estas circunscripciones.

Septiembre será un mes clave para avanzar en las negociaciones, y aunque las elecciones no se celebrarán hasta diciembre, la convocatoria de primarias no debería retrasarse más allá de octubre para poder registrar la hipotética coalición en tiempo y forma. Pablo Iglesias arrancaba el curso político con una mención expresa a las posibilidades de acuerdo para una coalición de izquierdas de cara a las generales, al tiempo que no ahorró en calificativos elogiosos al candidato de IU. Días antes, Tania Sánchez subrayaba en una entrevista en El Confidencial que esperaba no tener que competir contra su excompañero de filas, mostrando su optimismo porque “muchos compañeros que llevan años sacrificándose por el cambio van a estar al lado del cambio en estas generales”.

El secretario de Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral, reiteró también esta semana que Garzón “es una persona que puede aportar mucho al cambio político” y que el diálogo con él está abierto. El candidato de IU saludó con optimismo este giro y valoró muy positivamente la actitud del dirigente de Podemos. Para el malagueño está “más cerca” una opción que integre a las distintas fuerzas de la izquierda española y, que a su juicio, “devuelve el optimismo al panorama actual”.

Gestos todos ellos que acercan cada vez más a Garzón a la organización liderada por Iglesias. La metodología de la confluencia y el desarrollo programático conjunto todavía están en gestación, aunque todos los actores implicados resaltan que es demasiado pronto para concretar. La campaña de las elecciones catalanas del 27-S, en las que Podemos y la federación catalana de IU concurren juntos bajo las siglas de Catalunya Sí que es Pot, será una prueba de fuego para medir el éxito de la confluencia y la primera oportunidad para ver juntos sobre el escenario a Pablo Iglesias y a Alberto Garzón.

La confluencia de Podemos con “plataformas de unidad popular” se está negociando provincia a provincia, y en Andalucía las conversaciones se centran en Cádiz y Málaga. La secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, dejó claro que las conversaciones no se están produciendo con la dirección de IU, sino con las iniciativas de confluencia, cuyo principal protagonismo ejerce Ahora en Común (AeC). Plataforma esta última en la que participan bases de IU y Podemos, junto a otros actores políticos y sociales. El candidato de IU a la Moncloa, Alberto Garzón, ya saludó Ahora en Común desde su nacimiento y la ha seguido apoyando públicamente en todo momento. Tanto, que en un principio los dirigentes de la formación morada desconfiaron de las intenciones del malagueño al considerar que se trataba de un proyecto promovido por IU.

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