Ribera se encomienda al ahorro energético de los hogares y lanzará publicidad masiva

El Gobierno se encomienda a la buena voluntad de la ciudadanía para tratar de cumplir el objetivo pactado con Bruselas de consumir un 7% menos de gas que en la media de los últimos cinco años. Para ello, el Ejecutivo quiere evitar a toda costa hacer imposiciones al consumidor, por lo que trata de cumplir con Europa concienciando sobre la importancia del ahorro.

Con este fin, la Administración central, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha lanzado un concurso entre agencias de publicidad para hacer una campaña masiva de anuncios en televisión, radio, medios gráficos, internet, cines o cartelería en espacios de alta visibilidad en las ciudades. Pretende sensibilizar a la población de la necesidad de tomar medidas individuales en el espacio personal que contribuyan a un menor gasto de energía.

"La actual situación internacional de conflicto y pandemia obliga a tomar medidas de concienciación ciudadana en el uso responsable de la energía", señala en documentación oficial el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el órgano gubernamental competente que está llevando a cabo esta iniciativa.

La campaña busca "fomentar la reducción del consumo de energía en los usos energéticos en que esta se consume más, dando prioridad a consejos/mensajes que induzcan a un cambio de comportamiento, sobre aquellos usos que tengan un mayor peso en el consumo nacional, en particular calefacción, climatización, iluminación, agua caliente sanitaria, electrodomésticos, la conducción eficiente, el fomento del transporte público, la movilidad eléctrica, el autoconsumo (individual y colectivo), la incorporación de las energías renovables en la edificación y la rehabilitación energética de edificios".

Para esta iniciativa, el IDAE señala que "se toma como base e inspiración la campaña que se llevó a cabo en los años 70 con motivo de la crisis del petróleo bajo el lema "Aunque tú puedas pagarlo, España no puede" y "se propone en este caso un enfoque positivo que apele a la responsabilidad colectiva, "Ayudándote a ahorrar energía, nos ayudamos todos. Tu energía es la de todos". El departamento dirigido por Joan Groizard señala que la aportación de los fondos Next Generation (72.000 millones para España a fondo perdido) son clave para lograr mejorar la eficiencia y el ahorro energético.

"La actual situación internacional de conflicto obliga a tomar medidas de concienciación ciudadana en el uso responsable de la energía"

Para este fin, Transición Ecológica ya ha recibido seis propuestas de seis agencias: Take Away Internet, La agencia de publicidad que tiene por nombre Kitchen, NCA y Asociados, Publicis Comunicación España, Revolution Publicidad y Rodrigo y Asociados Publicidad. No obstante, Publicis ya ha sido eliminada por lanzar una oferta anormalmente baja. NCA y Asociados ha logrado la mejor nota técnica (69 de 70) y ha hecho la oferta más económica (240.895 euros), por lo que se postula como la principal candidata a desarrollar la creatividad para esta campaña. La firma ha trabajado para grandes clientes como Aena, Vips, Mutua Madrileña, Starbucks, Mercedes o BMW.

El Gobierno ha lanzado un Real Decreto-ley con el plan de ahorro energético que por ahora no afecta ni a los hogares, ni a la industria. Se circunscribe a la Administración pública y a los establecimientos en vía pública. La medida más polémica ha sido la de apagar escaparates a las 22 horas y no permitir bajar el aire acondicionado de 27 °C y la calefacción en invierno no subirla de 19 grados tanto en edificios públicos como en establecimientos en la calle, aunque existen excepciones como colegios, gimnasios y otros donde la climatización es especialmente sensible.

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Esta misma semana, la vicepresidenta Tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, volvió a reiterar que con estas medidas y la sensibilización de la población se está en disposición de cumplir con la mitad de ese objetivo de ahorrar un 7% de gas a partir del 1 de agosto de 2022 con respecto a la media de los últimos cinco años.

No obstante, las circunstancias están siendo especialmente adversas. Las renovables —dada la sequía y falta de viento, así como el polvo en suspensión— funcionan peor y eso obliga a generar más electricidad con gas. Esto ha llevado a que pese a la entrada del plan de ahorro, el consumo de gas para generar luz haya aumentado, alejando aún más las opciones de alcanzar el objetivo marcado de ahorro.

Además, muchas comunidades autónomas —fundamentalmente las del PP, pero también han mostrado reticencias, otras como País Vasco (PNV) y Cataluña (ERC y Junts)— se han opuesto a las medidas de ahorro contenidas en el real decreto. Las regiones son competentes en materia sancionadora por lo que la eficacia de las medidas están aún más en entredicho si finalmente no hay un cumplimiento generalizado.

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Con este panorama, el Gobierno prepara un plan de contingencia que tendrá que presentar a Bruselas en septiembre. Según la vicepresidenta Tecera del Gobierno, se está trabajando en la línea del ahorro y la eficiencia, la sustitución de unas tecnologías energéticas por otras (para evitar el gas) y la posibilidad de enviar gas a Europa y ayudar a nuestros vecinos comunitarios. En este sentido, España tiene una posición de ventaja (cuenta con la mayor capacidad de regasificación del continente) a diferencia de países como Alemania o Austria, más dependientes del gas ruso enviado por tubo.

El Gobierno ha pedido a las Comunidades Autónomas que hagan llegar sus propuestas antes de que finalice agosto. Solo dos días después, el 2 de septiembre, se debe convalidar en el Congreso de los Diputados el real decreto aprobado por el Ejecutivo, un paso clave y que pondrá de nuevo a prueba la fuerza parlamentaria del Gabinete de Pedro Sánchez.

En el mejor de los casos, el Real Decreto-ley 14/2022 cumpliría la mitad del objetivo, advierte Transición Ecológica. ¿De dónde sale la otra mitad del ahorro? El Gobierno quiere a toda costa evitar imponer restricciones de consumo de gas a la industria, ya que eso supondría parones, es decir, menor producción y, por tanto, implicaría contracción económica.

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Moncloa tampoco quiere obligar a los hogares a tomar medidas de contención. La propia Teresa Ribera admitía esta misma semana, además, que es muy difícil controlar el consumo energético de los hogares. Dichas obligaciones, además, pueden generar especial malestar entre parte de la población, algo que podría ser especialmente perjudicial para el Gobierno desde el punto de vista electoral en el invierno previo a que se celebren elecciones municipales, autonómicas y generales. Ya existe un polémico precedente, que fue cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, también del PSOE, limitó la velocidad por carreteras para tratar de consumir menos petróleo, dada la subida de precios que había provocado la Primavera Árabe en 2011.

Teniendo en cuenta la potencial insumisión de algunas comunidades autónomas, ahora está por ver si con las medidas actuales y las que se introduzcan en el plan de contingencia es suficiente. A la vista de lo que ya se ha aprobado, y si no se introducen más restricciones, el esfuerzo voluntario que haga la población será clave, de ahí que el Gobierno se afane en medidas de concienciación como la campaña publicitaria que prepara. De otra manera, será difícil cumplir con Bruselas.