Los miedos del Eurogrupo se centran en la duración de la segunda ola

“Incertidumbre” es una de las palabras más repetidas durante las últimas semanas en Bruselas. Incertidumbre sobre la evolución de la pandemia en las próximas semanas, incertidumbre sobre hasta dónde llegarán las medidas para mantenerla a línea, y, por lo tanto, incertidumbre sobre los efectos económicos de esta segunda ola, que ya afecta a todos los Estados miembros de la Unión Europea. Y esa incertidumbre también ha sido el elemento central de una reunión de ministros de Finanzas que han celebrado este martes un Eurogrupo por videoconferencia.

Esta semana la Comisión Europea publicará sus previsiones macroeconómicas, y lo hará en un escenario muy “fluido”, como explicaba la semana pasada una alta fuente europea, que señalaba que el trabajo de los técnicos comunitarios es muy desagradecido en este momento: los Estados miembros anuncian nuevas medidas cada semana, y cualquier previsión puede quedar anticuada rápidamente.

Paolo Gentiloni, comisario de Economía, será el encargado de explicar esas previsiones. El italiano ha explicado que se ha visto en las últimas semanas “un empeoramiento dramático de la pandemia”, señalando que el sector de los servicios será el que se verá más afectado en esta segunda ola. “El impacto económico podría ser menor que en primavera, porque las empresas están mejor preparadas. Pero la incertidumbre permanece”, ha explicado el comisario.

Klaus Regling, director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescates europeos, se ha mostrado especialmente pesimista, explicando que los riesgos a la baja se han convertido en el “nuevo escenario base”, y asegurando que el empeoramiento de la situación sanitaria “aumenta sustancialmente el riesgo de una doble recesión en la Eurozona”, el caso del que nadie quiere hablar en ninguna capital, y tampoco en Bruselas. “Pero la desaceleración no será tan dura como fue en primavera”, ha tranquilizado el alemán.

¿Más medidas?

Uno de los asuntos que han sobrevolado la reunión de este martes es la cuestión del Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros, y si esa medida será suficiente dada la segunda ola a la que se enfrenta la Unión Europea. “A nivel europeo tenemos que implementar lo que hemos decidido, y creo que deberíamos hacerlo lo antes posible”, ha explicado Gentiloni en una rueda de prensa posterior al encuentro.

Por lo pronto las negociaciones entre el Consejo y el Parlamento siguen adelante sin grandes progresos y con cada vez más presión sobre los hombros de los eurodiputados del equipo negociador de la Eurocámara. Hay dos mesas de negociaciones en marcha: por un lado un instrumento de estado de derecho en el que sí que se están haciendo más progresos, y por otro lado la negociación del Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2021 - 2027.

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Lo que ya está claro es que el Fondo de Recuperación, del que España podría obtener 140.000 millones de euros, no estará en marcha en enero de 2021. La Comisión Europea necesitará la aprobación de la decisión de recursos propios, que le permitiría al Ejecutivo comunitario emitir deuda. Los fondos no empezarán a llegar, como mínimo, hasta verano. Y sin saber cuánto durará esta segunda ola y cómo de dura será, hay quien opina que habrá que adoptar más medidas a nivel europeo durante los próximos meses.

A la espera de posibles medidas adicionales, como por ejemplo sería ampliar SURE, el instrumento para el apoyo de los esquemas de regulación temporal de empleo como los ERTE, Gentiloni ha invitado a los Estados miembros a “reaccionar” a esta segunda ola del coronavirus con más medidas a nivel nacional, aprovechando la suspensión de las normas fiscales de la Unión Europea debido a la activación de la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y que se mantendrá al menos hasta finales del año que viene.