La Eurocámara exige 'bonos de reconstrucción' para la recuperación

Bruselas es una escuela de ingeniería semántica. Lo saben bien los diplomáticos que negocian cada palabra en los acuerdos de la Unión Europea (UE), y también los eurodiputados, que durante los últimos días han negociado una resolución común, que todos pudieran apoyar, con la que impulsaran un mecanismo solidario para financiar la recuperación económica tras el coronavirus.

Especialmente difíciles han sido las negociaciones dentro del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) y de Renew Europe (Liberales), donde se enmarcan los populares españoles y Ciudadanos, y que son también las familias políticas de dos de los Gobiernos más críticos con las soluciones que implican una emisión conjunta de deuda: Alemania y Países Bajos. Son dos formaciones en las que se encuentran algunas de las posturas internas más difíciles de congeniar.

Pero finalmente ha sido posible el acuerdo, que se alcanzó a última hora del martes, y tanto esas dos familias políticas como la de los Socialdemócratas han votado a favor de una resolución, con la abstención también de Los Verdes, en la que se pide un paquete masivo que funcione a modo de ‘Plan Marshall’ para la recuperación económica y que se financie no solo con un aumento del Marco Financiero Plurianual (MFP), sino también con ‘bonos de reconstrucción’, una solución que evita los eurobonos pero cumple con la función de financiar la recuperación sin aumentar la montaña de deuda de los Estados miembros.

Estos bonos serían emitidos por parte de alguna de las instituciones de la Unión Europea con capacidad para ello (Comisión Europea, Banco Central Europeo de inversiones o el Mecanismo Europeo de Estabilidad) con el respaldo del presupuesto comunitario y garantías de los Estados miembros, una idea similar a la impulsada por Francia y España, y que Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos, ha liderado dentro del Parlamento Europeo, como también lo ha hecho Jonás Fernández, eurodiputado socialista.

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Carla Raffin

Los esfuerzos por alcanzar un acuerdo obligaron a dejar a un lado cualquier referencia a la mutualización de la deuda, algo con lo que no estaba de acuerdo la familia ecologista, que intentó este miércoles que se aprobara una enmienda en la que sí se recogía la petición de una mutualización, pero que fue rechazada por un estrecho margen. En la resolución aprobada se señala, de manera específica, que este plan no representa la mutualización de deuda anterior.

La idea de emitir bonos con el respaldo del presupuesto es también el plan que tiene en su cabeza un sector de la Comisión Europea, liderado por el italiano Paolo Gentiloni, comisario de Economía, y Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, con el apoyo, algo menos entusiasta, del austriaco Johannes Hahn. Frente a ellos hay resistencia por parte de los sectores más estrictos, en especial por parte de Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión y que supervisa el área económica. Bruselas tiene previsto presentar un nuevo borrador del MFP en las próximas semanas.

Hahn aseguró durante una entrevista reciente que el objetivo de la Comisión Europea es movilizar 1,5 billones de euros en los tres primeros años del próximo MFP, una cifra que concuerda con los mensajes enviados por Von der Leyen, quien asegura que el prespuesto comunitario debe ser la "nave nodriza" de la recuperación económica tras el coronavirus.

Esta votación del Parlamento Europeo llega solo unos días antes de que los líderes europeos mantengan un nuevo encuentro digital el próximo 23 de abril, cuando tendrán que dar luz verde al paquete aprobado por el Eurogrupo y deberán comenzar las discusiones sobre cómo financiar el ‘Fondo de Reconstrucción’, donde encajan las peticiones de la Eurocámara.