La huelga que se cuece en Aena: retrasos, cancelaciones y caos en los aeropuertos

La plantilla de Aena también se planta. Su convocatoria de huelga a partir del 15 de septiembre ha pillado a todos con la vista puesta en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde Fomento ya está tomando cartas en el asunto para aplacar un conflicto laboral que nada tiene que ver con este. La que se avecina a la vuelta de vacaciones es igual de grave o más, puesto que afecta a todos los aeropuertos de España y estallará en fechas clave: puentes y Navidad.

Las colas esta vez no se formarán en los controles de equipajes. "Se producirán aglomeraciones en las terminales como consecuencia de retrasos y cancelaciones de vuelos; el tráfico aéreo se verá resentido", explican fuentes del sector. No obstante, Aena recuerda que el Gobierno deberá dictar unos servicios mínimos que pueden oscilar entre el 70% y el 90%, minimizando así el impacto de los paros.

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Marina Valero

El secretario general de Aena en CCOO, Paco Casado, teme que los servicios mínimos fijados sean "abusivos" y no respeten el derecho a la huelga. El propósito de las movilizaciones es "recuperar los derechos perdidos, el poder adquisitivo y el empleo". O dicho de otra manera, volver a la etapa precrisis.

Pero la empresa confía en que ambas partes alcancen un acuerdo antes de las fechas en rojo: un total de 25 días repartidos entre mediados de septiembre y finales de diciembre. Los sindicatos CCOO, UGT y USO han decidido registrar la convocatoria de huelga (cumpliendo así su amenaza) al no recibir respuesta por parte del Ministerio de Fomento, ahora atareado con el arbitraje que servirá para aplacar el conflicto laboral en El Prat. Íñigo de la Serna lo puso en marcha este miércoles, tras convocar un Consejo de Ministros extraordinario.

La reunión que puede desatascar el conflicto se celebrará el próximo 31 de agosto. A un lado de la mesa se sentarán las fuerzas sindicales junto a los representantes de Aena. Al otro, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar.

Los huelguistas ocupan puestos estratégicos

Los 7.200 efectivos de Aena, participada en un 49% por capital privado, se ocupan de funciones como la señalización en pistas de aterrizaje o el mantenimiento (siempre que este servicio no esté subcontratado con una empresa privada). Los informáticos, bomberos o técnicos de operaciones en áreas de movimiento también pertenecen al gestor aeroportuario, así como todo el personal de oficina.

En definitiva, los paros podrían impactar de lleno en toda la red de aeropuertos de España, dejando en tierra a miles de pasajeros. Los trabajadores en lucha exigen recuperar el poder adquisitivo que han perdido en los últimos años (en torno al 8%), más contrataciones para revertir la falta de mano de obra "estructural" y siete días de asuntos propios como los que tenían antes de la crisis, entre otras reivindicaciones.