Botín renueva el mandato al octogenario Fernando Asúa tras 12 años como independiente

Correlación no implica causalidad, pero lo cierto es que las órdenes del ministro de Economía, Luis de Guindos, se han adaptado esta vez a los deseos del presidente del Banco Santander, Emilio Botín. Sea como fuere, y tan sólo un día después de que el Gobierno hiciera pública su nueva regulación para limitar el mandato de los consejeros en las sociedades cotizadas, la entidad cántabra va a ajustar la renovación de sus administradores más longevos coincidiendo con la letra pequeña de la disposición oficial que ya está camino del Boletín Oficial del Estado (BOE).

Guindos no ha hecho más que poner su firma al proyecto normativo que heredó de Elena Salgado. El plan consistía en fijar un periodo máximo de 12 años para todos los consejeros calificados con el título de independientes y que ahora pueblan las sociedades cotizadas en España. Bajo estas condiciones existen cerca de un centenar de vocales en los Consejos de las empresas cotizadas en Bolsa, de los que una treintena cumplen precisamente el límite de antigüedad a lo largo de 2013.

Sin embargo, y antes incluso de que Zapatero traspasara el poder a Rajoy, los grandes emisores consiguieron que el texto inicial incluyera una cláusula para que aquellos cargos que estuvieran en medio de su mandato pudieran seguir, al menos, hasta la conclusión del mismo. La orden ministerial ha sido finalmente aprobada esta semana, pero su entrada en vigor efectiva no tendrá lugar hasta el 1 de julio. En consecuencia, todas las entidades bursátiles dispondrán de una oportunidad en sus juntas generales de este ejercicio para renovar los mandatos de aquellos independientes que llevan más de 12 años en el mismo sillón del Consejo.  

Botín, una vez más, ha demostrado ser ‘el más rápido del parqué’ a la hora de disparar ese último cartucho que brinda la denominada ‘ley Guindos’. No en balde, la junta de accionistas que el Banco Santander celebra hoy en la capital cántabra incluye en el orden del día la reelección de hasta un total de seis consejeros, de los que cinco lo son en calidad de independientes. Entre estos últimos destaca el caso, especialmente ilustrativo, del vicepresidente Fernando Asúa, con ochenta años de edad y una antigüedad de catorce en el cargo.

Además, serán renovados los mandatos de Abel Matutes y Guillermo de la Dehesa, ambos también independientes y los dos en el límite de los 11 años que ya llevan en el Consejo de Administración del Banco Santander. De acuerdo con los estatutos de la entidad, todos ellos podrán disponer de, como mínimo, tres años más dentro del órgano de gobierno que preside Emilio Botín.

El llamado “tiempo añadido” o nuevo “periodo de gracia” será aprovechado por la mayor parte de sociedades cotizadas que todavía disponen de tiempo para preparar a conciencia sus reuniones anuales con los accionistas. A algunos, los menos, la orden ministerial les ha pillado con el pie cambiado, porque una vez remitido el anuncio de convocatoria de la Junta ya no es posible establecer cambios a conveniencia. Sin embargo, los últimos en celebrar las asambleas podrán ser ahora los primeros en renovar a sus consejeros más veteranos. Eso sí, siempre por detrás de Emilio Botín, que una vez más ha demostrado ser el número 1. Quien tuvo retuvo y, lo que es más importante, guardó para la posteridad.