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El mercado no ataca, se defiende
  1. Economía
PREPUBLICACIÓN DEL LIBRO 'NOSOTROS, LOS MERCADOS', DE DANIEL LACALLE

El mercado no ataca, se defiende

Daniel Lacalle, colaborador de El Confidencial, publica su libro Nosotros los mercados: qué son, cómo funcionan y por qué resultan imprescindibles (Deusto, 2013), que llegará  el próximo 12 de

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El mercado no ataca, se defiende

El mercado no ataca, se defiende, porque intenta proteger su dinero, preservar su capital, ante una política global de "represión financiera". 

Represión financiera. Este término económico, que los economistas Carmen Reinhardt y Ken Rogoff utilizan constantemente, se refiere a las políticas de subidas de impuestos, devaluaciones forzosas y rebajas de los tipos de interés para sostener el gasto público y la deuda de gobiernos y entes cercanos a los mismos, sean bancos o grandes empresas. Son políticas que meten la mano en el bolsillo del ahorrador para financiar al endeudado. Y el inversor se defiende.

¿Por qué, entonces, los medios de comunicación y los políticos prefieren no difundir ni profundizar en este aspecto positivo? ¿No es magnífico que en la prensa siempre digan "la bolsa baja por la presión de los mercados, o por la situación de Grecia", o por cualquier excusa externa, y en cambio cuando sube digan "la bolsa sube tras el éxito del Tesoro o tras las palabras del presidente..."? Cuando todo va mal hay que acusar a alguien que no seamos nosotros mismos. Hay que tener a mano a alguien a quien atribuir las caídas, y además debe cumplir con ciertas condiciones que lo vuelvan atractivo para la teoría de la conspiración.

Como comentaba Marc Garrigasait en su artículo: "Se decidió que la culpa es de los mercados financieros", y la verdad es que la decisión es realmente brillante por varios motivos:

1. Es alguien supuestamente muy poderoso, condición indispensable para ser creíble.

2. Es alguien abstracto, lo que es genial porque no puede defenderse y por tanto nunca podrá negarlo.

3. No está en nuestro país, lo que en el fondo es echar la culpa a gente de otros países que siempre es más fácil en una crisis. Siempre se ha hecho históricamente: "el enemigo, mejor extranjero".

Seamos serios. Si varios operadores importantes se sientan cada lunes en Nueva York para decidir a qué país "atacar" -les juro que lo he oído- están haciendo el imbécil. Por un lado, porque se arriesgan a una denuncia de los reguladores por colusión (maquinación compartida) y a perder su negocio. Por otro lado, si "atacan" y las razones son injustificadas, tendrán detrás a todo un sector con una capacidad de inversión de billones de dólares dispuesto a ganar dinero haciéndoselo perder a ellos.

Somos capitalistas, y mucho, cuando el mercado está al alza. Pero cuando las cosas no pintan bien, los mercados que antes eran "el fiel reflejo de la realidad" se convierten en "malvados"

La prensa olvida que los inversores se juegan su propio dinero además del de sus clientes, y también su prestigio, y que apostar por algo que se sabe incorrecto de antemano es una sandez, cuando ya de por sí cualquier apuesta supone un riesgo y está sujeta a la volatilidad inherente al mercado. Mi teoría de la conspiración favorita es la que llamo "el Club Bilderberg debe ser tonto". Los medios nos cuentan que varios magnates se reúnen para hundir la economía, pero la lista de miembros que sugieren para ese club -los Rothschild, etc.- han visto sus fortunas caer hasta un 60% en la crisis. Menudos conspiradores de pacotilla. 

No se me olvida aquel día en que me encontraba de viaje y de repente me llegaron centenares de correos y tweets sobre las declaraciones de un "malvado" trader a la BBC que afirmaba que "soñaba con la recesión". De hecho le llamaban bróker, ejemplo alarmante de desconocimiento de las responsabilidades de cada operador en el mundo financiero. A los 20 minutos de escuchar la entrevista en la BBC comenté que tenía toda la pinta de ser un bulo... Una hora después, todo el mundo sabía que este señor no era ni trader ni bróker, ni nada de nada, lo cual dice mucho sobre el periodismo de investigación, ya que se tarda un minuto en comprobar por Internet si el entrevistado tenía la licencia de la FSA o la SEC (los reguladores británico y norteamericano) para operar. Sin embargo, el vídeo seguía corriendo por Internet como la pólvora.

Todo era para generar alarma y escándalo.

Lo que me asustó en aquel momento y da prueba de la obsesión por demonizar es que, una vez descubierto el timo del trader falso, saltaron varias voces diciendo que no importaba que fuera un bulo, porque el mensaje que transmitió, en realidad, "lo pensamos todos".

La frase mágica era "el mercado sueña con una recesión" y nadie estaba dispuesto a dejar de creer en esa teoría de la conspiración.

¿Por qué nadie en el mercado sueña con una recesión?

Leído en el chat: "Fantástico. Me dan bonus cero porque los demás han tenido un mal año. Una maravilla".

En una recesión no importa que alguno gane dinero, los operadores sufren y mucho. Casi todos. Yo, por ejemplo, en 2008 generé beneficios a pesar de que la bolsa se desplomó. Pues bien:

- En época de recesión no importa si ganas dinero. Las primas (bonus) se pagan en acciones de los bancos, o diferidos en fondos, con lo cual el "malvado especulador" sufre en su bolsillo igualmente. Se desploman las acciones del banco y esa "prima" no vale casi nada o se cercena el múltiplo al que cotiza tu fondo. Se despide a miles de personas. Si conservas tu trabajo te puedes considerar afortunado, pero de "forrarse"... Mucha leyenda y poca realidad.

- En recesión los activos bajo gestión de los fondos caen de manera agresiva e indiscriminada porque los inversores y fondos de pensiones buscan refugio en "caja". 

- En recesión los bancos y fondos de inversión despiden a sus operadores indiscriminadamente, incluso algunos que ganan dinero, porque tienen que aligerar la estructura y, en el caso de los bancos, eliminar completamente sus mesas de trading. En 2012 ya hemos visto despidos de más de 70.000 personas en la City de Londres.

En una recesión no importa que alguno gane dinero, los operadores sufren y mucho. Casi todos- En época de recesión los ingresos por comisiones se desploman, tanto las comisiones por operación de los bancos como las de gestión de los fondos.

No, aquí casi nadie se beneficia de la recesión. Vean ustedes por ejemplo la caída de activos bajo gestión de los fondos que ganaron dinero en 2008.

Otra cosa muy distinta es que un entorno económico difícil sea una oportunidad para generar beneficios refugiándose en activos de bajo riesgo (bonos alemanes, por ejemplo), en caja (no estar invertidos) o abriendo posiciones cortas (mal llamadas bajistas). El mercado es una oportunidad de inversión, no una donación. Si la rentabilidad esperada de una inversión es menor que la inflación o que los tipos a medio plazo, no es una inversión, es caridad. Y como decía Charles Dickens "la caridad comienza en mi casa".

La "dictadura" del mercado es un invento de países y entidades que han abusado del crédito fácil y barato y de la época de bonanza, y ahora quieren que siga la fiesta sin pagar más ni cambiar nada.


* Nosotros, los mercados, de Daniel Lacalle, se presentará los días 13 y 14 en Madrid (Hotel de las Letras, Gran Vía 11 a las 19.30) y Barcelona (Bolsa de Barcelona, a las 12.00), respectivamente. 

El mercado no ataca, se defiende, porque intenta proteger su dinero, preservar su capital, ante una política global de "represión financiera".