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Fomento teme que la OPA de IAG sobre Vueling dé 'la puntilla' a Iberia como empresa de bandera
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ALMUNIA NO INTERVENDRÁ EN EL CONFLICTO DE LA AEROLÍNEA ESPAÑOLA

Fomento teme que la OPA de IAG sobre Vueling dé 'la puntilla' a Iberia como empresa de bandera

El Ministerio de Fomento considera que la OPA de International Airlines Group (IAG) sobre Vueling es un mal indicio para Iberia desde el momento en que

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Fomento teme que la OPA de IAG sobre Vueling dé 'la puntilla' a Iberia como empresa de bandera

El Ministerio de Fomento considera que la OPA de International Airlines Group (IAG) sobre Vueling es un mal indicio para Iberia desde el momento en que es la casa matriz de Londres y no la antigua compañía española de bandera la que formaliza la propuesta. La ministra Ana Pastor considera que la empresa es soberana a la hora de diseñar la estrategia empresarial que más le convenga, pero disiente de una inversión que podría servir para reforzar Iberia como operadora independiente en el mercado global de transporte aéreo.

La CNMV aprobó el pasado miércoles la oferta de compra presentada a principios de noviembre por IAG, que está apoyada precisamente en la participación del 45,85% que ya posee Iberia en la compañía low cost presidida por Josep Piqué. De hecho, la OPA se justifica con la garantía de que Iberia no venderá sus títulos, de manera que IAG podrá asegurarse el control de Vueling con la obtención de una pequeña adhesión parcial de los inversores.

El Gobierno considera que la posición de referencia que ejerce Iberia en Vueling debería haber sido el punto de apoyo para que la OPA se ejecutase desde la propia aerolínea española, lo que habría contribuido a espantar todos los argumentos que, desde hace meses, han mermado la reputación corporativa de IAG en España. Los sindicatos de Iberia, y en especial el Sepla, han denunciado la estrategia empresarial de Londres destinada a rellenar el negocio de British Airways a cambio de vaciar el de Iberia, una acusación que los representantes autorizados de IAG han desmentido categóricamente.

El Ministerio de Fomento considera que el grupo hispano-británico surgido de la fusión cerrada a finales de 2010 ha perdido ahora una extraordinaria oportunidad para “desfacer el entuerto” y callar todas esas bocas que tienden a confundir los ecos con las voces a raíz del conflicto social generado en Iberia. Los resultados presentados ayer por IAG correspondientes a 2012 han inflamado las suspicacias después de que British se haya presentado en sociedad con un beneficio operativo de 347 millones de euros, mientras que Iberia ha registrado pérdidas de 351 millones.

Para que nadie se llame a engaño, la casa matriz ha llevado a cabo un fuerte proceso de saneamiento interno que se ha traducido en unas pérdidas consolidadas antes de impuestos de 997 millones de euros. Eso sí, IAG ha dejado bien claro que estos ‘números rojos’ se deben en gran parte a Iberia: 202 millones como consecuencia del plan de transformación y otros 343 en provisiones por el deterioro de inmovilizado material y fondo de comercio de la aerolínea española. 

Mediación voluntaria como antesala del arbitraje forzoso

Iberia se ha convertido, de hecho, en el ‘patito feo’ del grupo IAG y eso es algo que los representantes sindicales han utilizado para reforzar su posición negociadora ante el Gobierno como mediador en el conflicto. Tanto la ministra de Fomento como su colega de Industria, José Manuel Soria, han insinuado con mayor o menor beligerancia su intención de parar los pies al consejero delegado de IAG, Willie Walsh, el hombre que tiene ahora el mando de operaciones en Iberia y del que depende la reestructuración de la compañía.

Ana Pastor está intentando controlar la situación a través del mediador designado la pasada semana de común acuerdo entre la dirección de la compañía y los sindicatos, pero no dudará en abordar un arbitraje forzoso si el conflicto se recrudece después de la segunda semana de huelga que se inicia el lunes. La eventual intervención del Gobierno ha desatado todo tipo de especulaciones, porque no parece muy factible que el catedrático de Derecho del Trabajo, Gregorio Tudela, consiga cerrar un acuerdo inmediato.

La aplicación de un laudo como último recurso no se puede descartar en absoluto, sobre todo después de que el comisario europeo, Joaquín Almunia, haya desmentido de manera tajante los rumores que apuntaban a una irrupción de la Comisión Europea para evitar la intervención de la ministra de Fomento en el conflicto. El responsable comunitario de Competencia no está por la labor de “meterse donde nadie le ha llamado” por lo que Walsh tendrá que buscar otros argumentos para reafirmar la ‘línea dura’ del ajuste draconiano que trata de imponer en Iberia.

El Ministerio de Fomento considera que la OPA de International Airlines Group (IAG) sobre Vueling es un mal indicio para Iberia desde el momento en que es la casa matriz de Londres y no la antigua compañía española de bandera la que formaliza la propuesta. La ministra Ana Pastor considera que la empresa es soberana a la hora de diseñar la estrategia empresarial que más le convenga, pero disiente de una inversión que podría servir para reforzar Iberia como operadora independiente en el mercado global de transporte aéreo.

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