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IAG lanzará una OPA de exclusión sobre Vueling para fusionarla con Iberia Express
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NUEVOS PLANES TRAS LA ANULACIÓN DEL LAUDO EN LA FILIAL LOW COST

IAG lanzará una OPA de exclusión sobre Vueling para fusionarla con Iberia Express

International Airlines Group (IAG) lanzará este viernes una OPA de exclusión sobre Vueling con el objetivo, en una segunda fase, de llevar a cabo una integración

Foto: IAG lanzará una OPA de exclusión sobre Vueling para fusionarla con Iberia Express
IAG lanzará una OPA de exclusión sobre Vueling para fusionarla con Iberia Express

International Airlines Group (IAG) lanzará este viernes una OPA de exclusión sobre Vueling con el objetivo, en una segunda fase, de llevar a cabo una integración de negocio con Iberia Express, la filial low cost de la aerolínea. Este jueves se reúne el Consejo de Iberia para dar luz verde a la operación. La OPA está supeditada a un nivel de aceptación del 90% del capital y el precio, incluyendo la prima destinada a los actuales accionistas, será definido sobre una valoración de 11 veces los resultados previstos por Vueling en 2013. Según los últimos datos oficiales de la aerolínea, al cierre de septiembre la cifra de beneficios alcanzaba 41,2 millones de euros, casi el doble de los registrados en el mismo periodo de 2011.

IAG, casa matriz de Iberia, no está dispuesta a tropezar dos veces en la misma piedra del Sepla. La batalla secular con los pilotos va a experimentar un giro radical en los próximos días, toda vez que la multinacional surgida de la fusión con Bristish Airways ha decidido reorientar la estrategia en el mercado low cost de transporte aéreo a través de Vueling. La decisión supone un punto y aparte en el desarrollo de Iberia Express porque, como decía el clásico, para qué pensar en medios días habiendo días enteros.

Vueling, la empresa con sede en Prat del Llobregat (Barcelona) que preside el ex ministro Josep Piqué, viene siendo desde hace tiempo el claro objeto de deseo de Willie Walsh, el consejero delegado de IAG que el viernes comparece en la City de Londres ante sus inversores para dar cuenta de los resultados del tercer trimestre. Una ocasión extraordinaria para poner negro sobre blanco a los planes de reestructuración de Iberia, incluyendo el ajusta de plantilla que podría alcanzar los 5.000 excedentes laborales, pero también para perfilar el cambio de rumbo que tiene que protagonizar Iberia como condición indispensable para garantizar su rentabilidad a medio plazo.

El conocido gestor británico se ha llenado de razones para imponer a Antonio Vázquez y demás directivos de Iberia una política estricta de ajuste dentro de la que fuera compañía española de bandera. Las luchas intestinas con los pilotos del Sepla representan un esperpento en la forma de entender los negocios desde el otro lado del Canal de La Mancha y Walsh ha decidido que no están los tiempos para templar más gaitas.

La solución de Vueling como arma negociadora de Iberia para forzar un acuerdo que permitiera poner en la pista de despegue a la fracasada Iberia Express ha supuesto una tentación acariciada desde hace tiempo por los altos mandos de IAG. Motivos emocionales basados en la imagen de marca condicionaron las discusiones con los pilotos que, al final, dieron lugar al célebre laudo de Jaime Montalvo en detrimento de los intereses de Iberia Express. España salvó el nombre de su principal estandarte en el sector pero se quedó sin argumentos para alcanzar la velocidad de crucero en un segmento de bajo coste que es básico para reconvertir la industria del transporte aéreo.

Los tribunales han dado ahora una segunda oportunidad a IAG porque la resolución que esta misma semana ha aprobado la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional devuelve el contencioso a la casilla de salida. Dicho de otra forma, la aerolínea tendrá que volver a negociar con los representantes de los trabajadores y asumir el riesgo de que la historia se repita como farsa y tragedia de un proyecto tarado por las complejas relaciones laborales que caracterizan a la antigua empresa pública.

En IAG no están dispuestos a consentirlo y para eso nada mejor que una OPA sobre Vueling, donde Iberia controla un 45,85% del capital desde mediados de 2009 cuando tuvo lugar la fusión con la antigua Clickair. Vueling consiguió en julio desbancar a la propia Iberia como primera compañía en el transporte de pasajeros dentro de España, aportando así argumentos decisivos para reorientar todo el negocio low cost y facilitar un acuerdo forzoso con el Sepla.

International Airlines Group (IAG) lanzará este viernes una OPA de exclusión sobre Vueling con el objetivo, en una segunda fase, de llevar a cabo una integración de negocio con Iberia Express, la filial low cost de la aerolínea. Este jueves se reúne el Consejo de Iberia para dar luz verde a la operación. La OPA está supeditada a un nivel de aceptación del 90% del capital y el precio, incluyendo la prima destinada a los actuales accionistas, será definido sobre una valoración de 11 veces los resultados previstos por Vueling en 2013. Según los últimos datos oficiales de la aerolínea, al cierre de septiembre la cifra de beneficios alcanzaba 41,2 millones de euros, casi el doble de los registrados en el mismo periodo de 2011.

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