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Ron cede poder a un consejero delegado como peaje por la ampliación del Popular
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PROMOCIONA A UN HOMBRE DE LA CASA PARA MANTENER EL CONTROL

Ron cede poder a un consejero delegado como peaje por la ampliación del Popular

El éxito de la ampliación de capital de 2.500 millones acometida en noviembre por el Popular tenía un precio: los accionistas exigían que el presidente del

Foto: Ron cede poder a un consejero delegado como peaje por la ampliación del Popular
Ron cede poder a un consejero delegado como peaje por la ampliación del Popular

El éxito de la ampliación de capital de 2.500 millones acometida en noviembre por el Popular tenía un precio: los accionistas exigían que el presidente del banco, Ángel Ron, cediera poderes ejecutivos a un consejero delegado para la gestión del día a día y pusiera fin así a la política que había llevado al banco a esta situación. Este peaje se pagó ayer con el nombramiento de Francisco Gómez, procedente de Riesgos, lo que deja claro dónde va a poner el foco el banco a partir de ahora. No obstante, algunos observadores consideran que se trata de un hombre de la casa al que Ron puede controlar, con lo que temen que repita el error de Rodrigo Rato en Bankia con el nombramiento de Francisco Verdú. 

"Es un problema general de la banca española: los inversores internacionales no entienden cómo es posible que, después de miles de millones de provisiones, de meter a los bancos en pérdidas y de tener que ampliar capital (o inyectárselo en los casos que han recibido dinero público), los gestores siguen siendo los mismos", plantean en un banco de inversión. Por tanto, una de las exigencias de muchos de los inversores que acudieron a la ampliación fue que hubiera cambios en la cúpula del banco. Incluso el conocido inversor Ram Bhavnani, que prefirió no comprar más acciones, se manifestó a favor de un cambio de modelo.

 

Otra fuente cercana al Consejo del banco añade que Ron ha hecho de tripas corazón -como ya ocurrió con el suspenso en los test de estrés de Oliver Wyman- y ha convertido este peaje en una oportunidad para dejar el día a día y pilotar una nueva 'estrategia' del banco. En una entrevista concedida ayer mismo a la agencia Efe, el presidente de la entidad anunciaba su intención de "volver a las raíces", es decir, a la banca de proximidad, y abandonar las aventuras en el sector inmobiliario y en los grandes créditos empresariales. Asimismo, pretende acometer una fase de internacionalización que permita que el 30% de sus ingresos procedan de fuera de España en cinco años, con Miami como su primer objetivo.

Además, el hecho de que el elegido, Francisco Gómez, sea el director general de Riesgos "deja bien claro dónde va a poner el foco el banco a partir de ahora", según una tercera fuente conocedora de la situación. "Los accionistas no están dispuestos a que se repita lo ocurrido este año y a que el banco se sitúe al borde de la nacionalización. A partir de ahora exigen un control mucho más estricto de los riesgos que aleje estos fantasmas en el futuro".

Los otros candidatos para el puesto también eran hombres de la casa. El que parecía tener más papeletas era Jacobo González-Robatto, el mayor fichaje del Popular de los últimos años después de 25 años de experiencia en Barclays. Sin embargo, Ron no quiso nombrarle consejero delegado cuando lo fichó en 2009 y ahora tampoco lo ha elegido para el puesto. Algunas de las fuentes consultadas aseguran que nunca ha sido candidato y que sólo era el financiero que necesitaba el banco. El tercero en discordia era Ángel Rivera, otro hombre de toda la vida del banco, responsable de Negocio y que es el gran artífice de la excelente colocación de la ampliación de capital entre los clientes de la red del banco. 

El modelo de Bankia y BBVA

Algunos observadores critican precisamente esta elección de un hombre de la casa para el puesto de consejero delegado en vez de buscar alguien con peso en la industria. "Ron da un paso atrás, pero pequeño, porque escoge a un hombre de su absoluta confianza, con lo cual podrá mantener el control, aunque formalmente ya no tenga poderes ejecutivos", señala una de las fuentes. "Y eso puede restar credibilidad a la medida", añade.

Se trata de un modelo de presidente fuerte y consejero delegado débil parecido al que impuso Francisco González en BBVA tras la salida de José Ignacio Goirigolzarri, con la elección de un hombre de la casa -Ángel Cano- como número dos. O al que escogió Rato en Bankia con el nombramiento de Verdú, proveniente de Banca March, para que no le hiciera sombra.  "Eso fue un error porque los inversores le pidieron en la OPV que nombrara un consejero delegado de peso para gestionar una entidad tan complicada como Bankia; el no hacerlo se demostró un error y le acabó costando el puesto a Rato", según otra fuente.

Ahora el temor es que le ocurra lo mismo a Ron en el Popular. "La jugada le salió bien a FG porque BBVA no tiene pérdidas ni problemas graves, pero Popular se encuentra en una situación mucho más delicada y se juega mucho en el envite", según otro observador. 

El éxito de la ampliación de capital de 2.500 millones acometida en noviembre por el Popular tenía un precio: los accionistas exigían que el presidente del banco, Ángel Ron, cediera poderes ejecutivos a un consejero delegado para la gestión del día a día y pusiera fin así a la política que había llevado al banco a esta situación. Este peaje se pagó ayer con el nombramiento de Francisco Gómez, procedente de Riesgos, lo que deja claro dónde va a poner el foco el banco a partir de ahora. No obstante, algunos observadores consideran que se trata de un hombre de la casa al que Ron puede controlar, con lo que temen que repita el error de Rodrigo Rato en Bankia con el nombramiento de Francisco Verdú.