El holandés Dijsselbloem destaca como favorito y cierra la puerta del Eurogrupo a De Guindos

El Eurogrupo ha dictado ‘recomendaciones’ decisivas para España en los últimos meses, pero no le abrirá una crisis de Gobierno a Mariano Rajoy este enero. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, se ha quedado fuera de la posible quiniela para presidir el órgano coordinador de la política europea porque el titular de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, se ha convertido en el candidato único. Sólo le falta el visto bueno del presidente de la República francesa, François Hollande, para ponerse al frente del Eurogrupo.

Hasta la última reunión del Consejo Europeo, celebrada los días 13 y 14 de diciembre, el nombre de Luis de Guindos ‘sonaba’ como posible relevo de Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo desde 2005, además de primer ministro de Luxemburgo. La primera sugerencia sobre las posibilidades del ministro español se atribuyó en fuentes del Partido Popular al actual comisario de Asuntos Económicos, el finlandés Olli Rehn. Pero el Gobierno no se movilizó para impulsar la candidatura del ministro de Economía hasta conocer los planes definitivos de Angela Merkel sobre el cambio en dicha organización.

Hasta las vacaciones de Navidad, en medios del PP reconocían que si la opción de Luis de Guindos se demostraba viable y podía contar con el respaldo de Alemania, “el Gobierno no dejará pasar la oportunidad de colocar a un español en un puesto tan importante”. Habría sido la forma más rápida de recuperar el espacio perdido en el ámbito de las decisiones económicas de la Unión Europea después de la salida del BCE de José Manuel González Páramo, además de un claro respaldo público a la política económica y las reformas del Ejecutivo de Rajoy.

No obstante, en las mismas fuentes admitían que Mariano Rajoy no quería ni plantearse la posibilidad de hacer cambios en el Gobierno para suplir al ministro de Economía. Pese a todo, en el Ejecutivo y en el PP empezaron a surgir todo tipo de especulaciones ante la posible salida de Luis de Guindos: desde que el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, contaba para desempeñar la cartera que siempre quiso desde que Rajoy le llamó a Bruselas cuando era eurodiputado, hasta que Josep Piqué iba a ser tentado para que se hiciera cargo de la cartera de Economía.

Guindos sostenía en público que no aspiraba a presidir en el Eurogrupo, pero el destino no podía ser más atractivo: suponía dirigir un organismo compuesto por los ministros de Economía de los países del euro que dirige la política económica de la Unión y hace ‘recomendaciones’ a los distintos Estados. En la política nacional, el titular de Economía, como el resto de los miembros del Gabinete del área económica, están condenados a seguir (quemarse) con los recortes y ajustes durante el próximo ejercicio y esperar su posible relevo para cuando lleguen los ‘brotes verdes’ y Rajoy necesite caras nuevas ante las citas electorales: europeas de 2014 o locales de mayo de 2015.

El ministro de Finanzas holandés se presenta ya como el candidato único para suplir a Juncker el próximo 21 de enero, según reconocen en fuentes comunitarias consultadas por El Confidencial, además de apuntar que sólo le falta convencer a los franceses. Dijsselbloem representa la ortodoxia antidéficit del gusto alemán. Ayer se entrevistó en Roma con Vittorio Grilli, el responsable de  Economía del Gabinete de Mario Monti, y hoy hará lo propio en París con Pierre Moscovici, el ministro económico de Hollande. El encaje del dirigente político holandés con los franceses puede venir por el lado más ideológico: procede el Partido Laborista.