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Draghi, el hombre más poderoso de Europa por accidente
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EL SILLÓN DEL BCE TENÍA OTRO NOMBRE

Draghi, el hombre más poderoso de Europa por accidente

Spiegel: “Actualmente tiene más responsabilidades que cualquier banquero central anterior. Usted es el gran acreedor de muchos países de la Eurozona; usted es el director del

Foto: Draghi, el hombre más poderoso de Europa por accidente
Draghi, el hombre más poderoso de Europa por accidente

Spiegel: “Actualmente tiene más responsabilidades que cualquier banquero central anterior. Usted es el gran acreedor de muchos países de la Eurozona; usted es el director del supervisor bancario y está diseñando una nueva estructura de la Eurozona junto al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. ¿Sería erróneo llamarle el hombre más poderoso de Europa?”

Draghi: “Ciertamente, no me siento así".

Entrevista con el Diario alemán, Der Spiegel, 29 de octubre de 2012

El italiano Mario Draghi ha tardado sólo un año en poner patas arriba el Banco Central Europeo. Su llegada ha supuesto una verdadera revolución y el regulador monetario no volverá a ser el mismo. Hasta noviembre de 2011, solo aquellos relacionados con el mundo empresarial, económico y financiero sabían a ciencia cierta quién era el presidente del BCE y a qué se dedicaba. A día de hoy, pocos son los ciudadanos europeos que no podrían dar una respuesta a la pregunta ¿Quién es Mario Draghi?

Es verdad que la profunda crisis que atraviesa Europa ha ayudado y mucho a poner al banquero central en primera plana de la actualidad. Pero esto no hubiera sido posible si Draghi no tuviera un perfil altamente mediático, guerrero y resolutivo.

Desde la Banca d´Italia, llegó a Europa pisando fuerte y dispuesto a liderar el profundo cambio que necesita la estructura de la Unión si se quiere garantizar el futuro del euro. Draghi pasará a los libros de historia como el salvador de la Eurozona, si ésta sobrevive, claro, a la crisis de deuda. No hay semana en la que no aparezca en las portadas de los principales medios de comunicación de todo el mundo.

La ofensiva de Berlín

No en vano, ha sido capaz de plantar cara, incluso, a Alemania, desafiando toda su ortodoxia y haciendo equilibrios sobre la delgada línea de la ilegalidad. Y es que, mientras el mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios en el entorno del 2%, Draghi, en tan sólo doce meses, ha inyectado un billón de euros de liquidez en el mercado, ha dejado los tipos de interés en mínimos históricos en el 0,7% y ha configurado un programa de compra de bonos en el secundario (OMT), con carácter “ilimitado” para drenar la presión sobre la deuda periférica.

“Tenemos autorización para comprar bonos si es necesario para nuestra política monetaria. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, responde a todo aquel que acusa al BCE de estar llevando a cabo medidas ilegales, especialmente cuando esas críticas proceden de Alemania, donde el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha comenzado una campaña contra el italiano y ha amenazado, incluso, con dimitir.

De hecho, si los alemanes hubieran sabido que Draghi iba a sacar tanto los pies del tiesto, jamás hubieran apoyado su candidatura. “Al comienzo de la Unión Monetaria, a los alemanes se les prometió que el BCE sería como un segundo Bundesbank. Ahora mucha gente habla de una nueva Banca de Italia, que toleró una inflación de doble dígito en los años 70”, le increparon los periodistas de Der Spiegel en su última entrevista.

Presidente sorpresa del BCE

No en vano, el italiano llegó al sillón del BCE por accidente. Era Axel Weber, entonces presidente del Buba, quién tenía que sustituir a Trichet en el cargo. Pero el que apodaban 'el Halcón’ dejó ‘tirada’ a la canciller Angela Merkel en 2011 en su plan de controlar el regulador monetario y, algunos meses más tarde, Jüergen Stark hizo lo propio como economista jefe de la institución, dejándola sin otra alternativa que apoyar a Draghi.

En aquel entonces, el gobierno germano venció el rechazo de sus ciudadanos hacia el que era considerado un hombre afín a la banca de inversión (fue vicepresidente y director general de Goldman Sachs entre 2002 y 2005, justo cuando la entidad permitió a Grecia falsear las cuentas que han provocado la situación actual) vendiendo su ‘carácter alemán’.

De hecho, el Bild, el diario más leído en el país, llevó a sus páginas un fotomontaje de Draghi con el típico casco prusiano, destacando su capacidad para mantener la estabilidad de precios. El tiempo ha dado la razón a los que sabían que no iba a seguir el camino marcado por Berlín.

Huérfano de padre desde los 15, Draghi, que tiene 65 años recién cumplidos, pertenecía a una familia acomodada de Roma. Se hizo con el timón de la Banca de Italia en 2006 tras una exitosa trayectoria profesional que tuvo como punto de partida la Universidad de La Sapienza, donde se licenció con matrícula de honor en económicas.

Completó su formación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y de ahí pasó a ejercer la docencia en la Universidad de Florencia hasta 1991, aunque lo compaginó con la dirección ejecutiva del Banco Mundial. Ha pasado por la dirección general del Tesoro italiano y ha sido consejero de números bancos y compañías entre las que se encuentran Eni, IRI, BNL e IMI y miembro del Instituto de Ciencias Políticas en el John F. Kennedy School de Harvard.

Spiegel: “Actualmente tiene más responsabilidades que cualquier banquero central anterior. Usted es el gran acreedor de muchos países de la Eurozona; usted es el director del supervisor bancario y está diseñando una nueva estructura de la Eurozona junto al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. ¿Sería erróneo llamarle el hombre más poderoso de Europa?”

Mario Draghi