Ignacio Moreno, nuevo presidente de Metrovacesa tras la dimisión de Nafría

El Consejo de Administración de Metrovacesa ha aceptado hoy la dimisión -a petición propia- de Vitalino Nafría Aznar como consejero y presidente de la entidad, un cargo que ocupaba desde 2009, y ha nombrado a Ignacio Moreno Martínez como su sustituto.

Moreno, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Bilbao, es actualmente consejero delegado de la firma N+1 Private Equity y consejero de Telefónica España. Asimismo, a lo largo de su trayectoria profesional ha sido director general del Área de Presidencia en BBVA y consejero delegado de Vista Capital Expansión.

El nombramiento de Moreno como consejero se ha efectuado por cooptación, previo informe de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. En un comunicado, Metrovacesa ha agradecido a Nafría los servicios prestados en momentos "tremendamente difíciles" y ha valorado que se hayan culminado "con éxito" todos los objetivos previstos en el plan de reestructuración del grupo inmobiliario.

En 2009, seis bancos acreedores de la familia Sanahuja, entonces principal accionista de Metrovacesa, tomaron el 65,52 % del capital de la inmobiliaria y nombraron presidente al ex directivo del BBVA, Vitalino Nafría, y consejero delegado a Eduardo Paraja. Su nombramiento estuvo orientado a reestructurar la compañía, un proceso que se logró en agosto de 2011 con la firma de un acuerdo entre la inmobiliaria y sus entidades acreedoras.

En la actualidad, el principal accionista de la firma es Banco Santander, con un 34,8 %, seguido de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, con un 19 %, BBVA, con el 17,3 %, Banco Sabadell, con el 12,3 % y Banco Popular, que controla el 12 % del capital social, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En el primer semestre del año, la inmobiliaria perdió 151,26 millones de euros -frente a las ganancias de 15,3 millones de un año antes-, después de que sus ingresos bajasen cerca de un 20 %, su entrega de viviendas retrocediese un 30 % y la valoración de sus activos también bajara. Su deuda financiera neta consolidada a 30 de junio se situó en 5.053,9 millones de euros, un 0,4 % más que al cierre de 2011. Después de conocerse la noticia, los títulos de la compañía caían un 2,53 % en el mercado continuo hasta los 2,5 euros por acción.