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El 'banco malo' no será un banco, sino una sociedad de gestión de activos inmobiliarios
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TAMPOCO TENDRÁ LA FORMA DE FONDO DE INVERSIÓN

El 'banco malo' no será un banco, sino una sociedad de gestión de activos inmobiliarios

Aunque la mayoría de las características del 'banco malo' siguen en el aire, al menos se ha decidido ya su forma jurídica: será una sociedad de

Foto: El 'banco malo' no será un banco, sino una sociedad de gestión de activos inmobiliarios
El 'banco malo' no será un banco, sino una sociedad de gestión de activos inmobiliarios

Aunque la mayoría de las características del 'banco malo' siguen en el aire, al menos se ha decidido ya su forma jurídica: será una sociedad de gestión de activos, ni un banco ni un fondo de inversión, opciones que también se han planteado pero han sido finalmente descartadas, según fuentes conocedoras del proceso. Fuera de esta fórmula, sigue en el aire qué activos se van a incluir en este vehículo, cómo se van a valorar y cómo se van a pagar. Incluso no está claro que se vaya a aprobar mañana como anunció el ministro Luis de Guindos, ya que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría abrió ayer la puerta a que se aplace hasta la próxima semana.

Según las fuentes consultadas, la fórmula de la sociedad de gestión de activos "pretende que el 'banco malo' tenga una filosofía y una estrategia de negocio claras, lo que no es poco dada la complejidad de la tarea que tiene por delante". La fórmula del fondo de inversión, aunque tiene mucha flexibilidad para dar entrada a accionistas privados, no aporta esa clara delimitación de las funciones de este vehículo, que no consisten en invertir en el sector inmobiliario, sino en gestionar unos activos para darles salida al mejor precio posible a lo largo de 10 años.

La posibilidad de que fuera un banco, considerada por los distintos implicados en el diseño del 'banco malo' -Gobierno, Banco de España, Comisión Europea y los asesores contratados para ello, encabezados por Álvarez & Marsal-, también ha sido descartada. Su gran ventaja era la posibilidad de acudir al BCE para financiarse, pero precisamente "eso es lo que quiere evitar Bruselas, que sea el BCE el que financie el saneamiento de la banca española", según una de estas fuentes. "Se ha descartado para no mezclar las cosas, además de que así no está sometido a la supervisión de las entidades financieras ni tiene que cumplir requisitos de capital", añade.

Por otro lado, el banco malo será el mismo para todo el sector, no uno por entidad rescatada como pretendían éstas, aunque podrá tener varios compartimentos por tipo de activos. En todo caso, el 'banco malo' será una sociedad de gestión inmobiliaria, aunque el 'ladrillo' no constituya todos los activos que va a asumir de las entidades rescatadas. "El 80% de sus activos serán inmobiliarios o créditos que están respaldados por inmuebles, lo que significa que al final hay que dar salida a éstos", según otra de las fuentes. En principio, se van a incluir en este vehículo los inmuebles adjudicados, y los créditos morosos y subestándar a promotores.

Incógnitas abiertas

Sin embargo, aún no está cerrado el "perímetro" de los activos que se van a incluir. Así, se contempla que se incluya todo o parte del crédito promotor 'sano' -normalmente refinanciado-, así como del crédito a grandes empresas y pymes, que pasaría a considerarse promotor. Es lo que el sector denomina "reclasificación de créditos", otra de las grandes batallas no sólo del 'banco malo', sino de todo el proceso de evaluación de la banca española para determinar el importe definitivo del rescate europeo.

Otros capítulo que sigue también abierto es cómo se van a valorar estos activos a la hora de traspasarlos al 'banco malo'. Como ha informado El Confidencial, en principio el precio al que se van a traspasar será superior al de mercado, lo que se conoce como "valor económicamente sostenible en el tiempo", lo que va a impedir que los precios inmobiliarios bajen todo lo que deberían para encontrarse con la demanda actual. Pero está por determinar cómo se va a fijar este valor ni quién va a ser el encargado de hacerlo.

Una tercera incógnita es cómo se va a realizar el pago de este valor a los bancos. En principio, estos pueden recibir dinero en efectivo, deuda pública o participaciones en el capital del propio 'banco malo'. Cualquiera de estas opciones tiene ventajas e inconvenientes, según los expertos. Pero, en todo caso, está claro que la pérdida respecto al valor en libros de los activos menos las provisiones dotadas la tendrán que asumir las entidades, y para ello contarán con el dinero del rescate. Por otro lado, si el precio es superior al de mercado, la diferencia se considerará también ayuda de Estado y se descontará de la ayuda comunitaria.

Santamaría abre la puerta a un aplazamiento

A todas estas incertidumbres se suma ahora la de su fecha de aprobación. Luis de Guindos declaró en julio que la norma que desarrolla este vehículo se aprobaría en el Consejo de Ministros de mañana, 24 de agosto. Pero ayer la vicepresidenta del Gobierno dijo que el 'banco malo' y las nuevas normas para comercialización de preferentes -adelantadas por este diario- se aprobarán "este viernes o el siguiente", lo que abre la puerta a un aplazamiento. Éste se explicaría por todas las incertidumbres pendientes de resolver y la necesidad de negociarlas con Bruselas, para lo cual Economía y el Banco de España llevan manteniendo reuniones con las autoridades comunitarias todo el verano. Este viernes celebrarán otra.

Sea como fuere, nadie en el sector espera que esta primera norma del 'banco malo' resuelva todas estas incógnitas, sino que se limitará a establecer un marco jurídico general de la sociedad. "Para concretar los detalles es necesario que concluya el proceso de evaluación del sector financiero que está llevando a cabo Oliver Wyman y que determine las necesidades de cada entidad, por lo que al menos hasta mediados de diciembre no podrá definirse del todo", según una de las fuentes.

Aunque la mayoría de las características del 'banco malo' siguen en el aire, al menos se ha decidido ya su forma jurídica: será una sociedad de gestión de activos, ni un banco ni un fondo de inversión, opciones que también se han planteado pero han sido finalmente descartadas, según fuentes conocedoras del proceso. Fuera de esta fórmula, sigue en el aire qué activos se van a incluir en este vehículo, cómo se van a valorar y cómo se van a pagar. Incluso no está claro que se vaya a aprobar mañana como anunció el ministro Luis de Guindos, ya que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría abrió ayer la puerta a que se aplace hasta la próxima semana.

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