Alvarez & Marsal se embolsa más de dos millones de euros por ser asesor para el banco malo

El negocio paralelo surgido en torno al rescate del sistema financiero sigue dando juego. El último en hacerse un hueco ha sido la firma de consultoría Alvarez & Marsal, contratada por el Ministerio de Economía, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que se embolsará más de dos millones de euros por su trabajo en el diseño y gestión del banco malo, la entidad que aglutinará todos los activos tóxicos de los bancos nacionalizados, según han señalado a este diario fuentes financieras.

El importe de este contrato, que desde el Ministerio de Economía se han negado a confirmar, incluye a su vez el coste de los servicios auxiliares que Álvarez & Marsal ha subcontratado para desarrollar su mandato. Como ya trascendió la semana pasada, la firma estadounidense ha repartido esta carga de trabajo entre el banco de inversión Nomura; la auditora PwC, que prestará la asesoría contable; y el despacho Cuatrecasas, elegido para el ámbito jurídico.

El primer desembolso relevante por parte de la Administración tuvo lugar ya con la contratación de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, encargadas de las pruebas de estrés encargadas por el Gobierno, trabajo por el que cobraron un millón de euros cada una. Esta cantidad fue revelada por el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, que consideró como precios ajustados a mercado que se pagan por este tipo de servicios.

El papel de los dos evaluadores comprendió un mes intenso de trabajo, en el que estudiaron los balances de toda la banca española, tomando como referencia el cierre del 2011, con datos aportados por el Banco de España, y aplicando distintas hipótesis macroeconómicas para medir la capacidad de resistencia hasta 2014. Ese análisis determinó que el conjunto del sistema financiero español necesitará, en el peor escenario, un máximo de 62.000 millones de euros.

En paralelo a estos trabajos, las auditoras PwC, Deloitte, KPMG y Ernst & Young examinan a fondo los balances de todas las entidades, trabajo que servirá de base para determinar, en un ejercicio nuevo que acabará en septiembre, qué necesidades de capital es necesario en el escenario estresado. Con estos resultados listos, entrará en juego la segunda fase de la reestructuración, que pasará por la creación del banco malo una vez que el FROB reciba la primera asignación de 30.000 millones por parte de Bruselas.

Economía ha optado por el modelo irlandés para constituir el llamado banco malo que servirá para limpiar los balances de las entidades que hayan recibido ayuda del Estado. Su nombre es Agencia Nacional de Gestión de Activos y su vida está programada para diez años, el periodo que tendrá Alvarez & Marsal para vender todo lo que engulla. Con ese periodo tan largo de tiempo se evitará la liquidación de los activos tóxicos, fundamentalmente inmobiliarios, a precio de saldo.

Según el Memorándum de Entendimiento (MoU) firmado por el Econfin, el banco malo del FROB adquirirá a las entidades recapitalizadas sus activos dañados a un precio superior al de mercado, de manera que permitirá eludir que las cajas y bancos tengan que asumir todas las potenciales pérdidas que no tuvieran cubiertas con provisiones. La valoración irá a cargo de Alvarez & Marsal, pero su labor será supervisada por la Comisión Europea y por el FMI.