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El 'banco malo' tendrá diez años para vender los activos tóxicos
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EL FROB LOS ADQUIRIRÁ A PRECIOS QUE PODRÍAN SER SUPERIORES A LOS DEL MERCADO

El 'banco malo' tendrá diez años para vender los activos tóxicos

El objetivo es claro: evitar la liquidación de los activos tóxicos, fundamentalmente inmobiliarios, a precio de saldo. Para llevar a cabo este propósito, el Memorándum de

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El 'banco malo' tendrá diez años para vender los activos tóxicos

El objetivo es claro: evitar la liquidación de los activos tóxicos, fundamentalmente inmobiliarios, a precio de saldo. Para llevar a cabo este propósito, el Memorándum de Entendimiento (MoU) firmado esta mañana por el Econfin permitirá que el banco malo que se cree a través del FROB, en el que se agruparán los bienes adjudicados de los bancos recapitalizados con dinero público, gestione esos activos por un periodo de diez años, tiempo que consideran suficiente para esquivar la precios corto placiste del mercado y así poder maximizar el precio de los suelos, promociones en curso o viviendas terminadas, según han confirmado fuentes del Ministerio de Economía este viernes por la tarde.

Además, el banco malo adquirirá a las entidades recapitalizadas sus activos tóxicos a un precio superior al de mercado, de manera que evitará que las entidades tengan que asumir todas las potenciales pérdidas que no tuvieran cubiertas con provisiones. El FROB adquirirá esos activos para el 'banco malo' a un "valor estimado", que estará determinado por los evaluadores, supervisado por Bruselas y el FMI, invitado a que participe como asesor en todo el proceso, y atenderá a expectativas futuras del mercado a medio y largo plazo. Esa valoración será sensible en función de los tipos de activos y el grado de maduración que tengan para ser luego vendidos.

De esta manera, el 'banco malo' tratará de realizar una gestión activa para conseguir el máximo valor posible a la hora de la venta. Para llevar a cabo este cometido, el FROB contará con dos factores clave: tiempo, hasta diez años; y financiación a largo plazo para adquirir los activos a las entidades rescatadas, deuda que podrá descontar en el BCE. Con estas herramientas, el MoU intenta evitar la presión existente para liquidar a precio de saldo, ya que entiende que no se dan las condiciones propias de mercado para una desinversión ordenada a corto plazo. Aunque la anormalidad, según los expertos, está condicionada por el cuantioso volumen de oferta y por la dificultad para financiarse de la demanda.

A pesar de todo, Bruselas no tiene claro cuál debe ser el modelo a seguir y también deja abierta la puerta a que las entidades nacionalizadas desarrollen sociedades de gestión de activos para su liquidación. Sin embargo, como apuntan desde Economía, la tendencia es que se cree un único banco malo para las entidades que reciban dinero de Bruselas. Otro de los aspecto que incluye el MoU es la opción de que los inversores privados puedan entrar en el capital del banco malo, donde el FROB será accionista con una participación. Tampoco está decidido si en la categoría de activos tóxicos que agrupe el 'banco malo' terminarán entrando activos crediticios dudosos como préstamos corporativos.

Visto bueno del Ecofín y algunos matices

Respecto al resto del contenido del Memorándum, la ratificación aprobada este viernes por los ministros de finanzas de la eurozona no ha sufrido grandes variaciones respecto al borrador que ya se publicó tras la primera reunión del Eurogrupo. Al final, el rescate a la banca española se canalizará con una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, a un  tipo de interés inferior al 3% (más comisión de colocación) y con un plazo de devolución de 15 años, el rango más bajo de la horquilla de hasta 30 años que llegó a sugerir el ministro Luis de Guindos. Dentro de ese periodo, el préstamo tendrá una carencia de 10 años para empezar a pagar el principal y su vida media prevista será de 12,5 años.

El Memorándum recoge también la condicionalidad no financiera del rescate tanto por entidad como para el sector. Entre los requisitos específicos, "los bancos en esta situación deberán contribuir a su reestructuración con sus propios recursos tanto como sea posible, incluyendo la opción de que los accionistas titulares de instrumentos híbridos y deuda subordinada puedan asumir pérdidas", es decir, el reparto de la carga del rescate. "Las entidades podrán vender participaciones, activos no estratégicos y suprimir oficinas y empleados. Se impondrán restricciones a la remuneración de directivos y miembros del consejo de administración, en línea con lo ya previsto en la legislación española".

En cuanto a las condiciones horizontales, para todo el sector, "todas las entidades, reciban o no ayuda, tendrán que alcanzar un ratio de capital de al menos el 9%. Se procederá a la revisión del actual marco de dotación de provisiones antes de diciembre de 2012. Deberán introducirse mejoras en el gobierno corporativo de las cajas y bancos comerciales y en los requisitos de información", es decir, que pierdan la mayoría de control. Además, el Banco de España verá reforzadas "sus competencias en materia de sanción y licencias y mejorará los procedimientos de supervisión". Por otro lado, "se establecerá un marco normativo para la resolución ordenada de entidades no viables".

Vía libre para la reestructuración

De esta manera, queda abierto el camino para el primer pago de 30.000 millones de euros por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a finales de julio, una vez hayan presentado sus planes de reestructuración, que además incluye también un paquete de 10.000 millones de dólares como "colchón a largo plazo" para mantener en la reserva y disponible en caso de emergencias. "El resto se irá desembolsando por tramos de acuerdo con el calendario previsto en el Memorándum", que se articulará luego a través del fondo permanente, es decir, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que en ningún caso tendrá la condición de acreedor preferente.

El proceso de recapitalización de las entidades con problemas es clave para que España pueda recuperar la confianza del mercado y siga teniendo acceso a la financiación. A pesar de la ratificación del Memorándum, los acontecimientos de esta semana han puesto muy cuesta arriba la viabilidad financiera del país. Los duros ajustes aprobados el viernes pasado, lejos de suavizar las tensiones, han obtenido una respuesta muy negativa por parte de los inversores, con una nefasta subasta de bonos el jueves tras pagar rentabilidades históricas para poder completar la emisión y con la prima de riesgo en máximos tras haber superado los 600 puntos básicos en la jornada del viernes.