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Ibercaja, Liberbank y Caja 3 paralizan su fusión hasta conocer las auditorías individuales
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LA ZARAGOZANA PREFIERE ESPERAR A VER LOS NUEVOS TEST DE ESTRÉS

Ibercaja, Liberbank y Caja 3 paralizan su fusión hasta conocer las auditorías individuales

La aprobación del Memorando de Entendimiento para que la Unión Europea active el rescate al sector financiero español empieza a tener las primeras consecuencias a pie de campo.

Foto: Ibercaja, Liberbank y Caja 3 paralizan su fusión hasta conocer las auditorías individuales
Ibercaja, Liberbank y Caja 3 paralizan su fusión hasta conocer las auditorías individuales

La aprobación del Memorando de Entendimiento para que la Unión Europea active el rescate al sector financiero español empieza a tener las primeras consecuencias a pie de campo. Ibercaja, Liberbank y Caja 3, que anunciaron su fusión el pasado 29 de mayo, han decidido paralizar la integración hasta conocer los resultados de las auditorias individuales a las que están siendo sometida toda la banca española.

La operación fue ratificada por las asambleas de las distintas cajas de ahorros el pasado 26 de junio. Sin embargo, fuentes próximas a Ibercaja reconocen que las tres partes han decidido darse un margen de tiempo para analizar cuál es el resultado exacto de las due diligences a las que han sido obligadas por parte del Ministerio de Economía y, sobre todo, por Bruselas.

La entidad zaragozana es la que ha tomado la iniciativa de poner en punto muerto, que no suspender, la fusión, pese que hasta el pasado jueves varios grupos de trabajo de Ibercaja, Liberbank y Caja 3 se estuvieron reuniendo para conocer sus negocios por dentro. El grupo financiero liderado por Amado Franco considera que las condiciones del Memorando de Entendimiento dictado por la Comisión Europea supone un cambio sustancial respecto a la normativa previa con la que se acordó la fusión con sus socios asturianos y aragoneses. Especialmente en lo relativo al control societario del nuevo banco, ya que ninguna caja podrá tener una posición dominante, y a la consideración de sociedad unipersonal.

Ambos aspectos son fundamentales en el caso de que una entidad requiera ayuda pública, como sería el grupo resultante de la unión de Ibercaja, Liberbank y Caja 3. Pero como la zaragozana podría continuar en solitario, según sus cálculos internos, con un ratio de capital del 9% (el exigido por Bruselas) Franco prefiere esperar al dictamen de los auditores para tomar una decisión en un camino o el contrario.

La prioridad: ganar tamaño

Desde Ibercaja se sostiene que tras ceder las competencias de regulación al BCE, ya es prioridad ganar tamaño, tal y como les exigió Luis de Guindos a principios de año. Ese ‘consejo’ del ministro de Economía fue el que originó la fusión con Liberbank y Caja 3, así como la de Unicaja con Caja Duero. Ibercaja tendría un balance de 45.000 millones si siguiera en solitario y de 120.000 si se integrase con sus compañeros de viaje.

La unión de las tres entidades, fruto de la fusión previa de otras seis cajas de ahorros, daría como resultado un grupo financiero con 2.800 oficinas, 13.800 empleados y más de 120.000 millones de euros en activos, de los que Liberbank aporta 53.000; Ibercaja, otros 45.000 y Caja3, unos 20.000. Con este tamaño, el nuevo banco superaría el umbral mínimo de 100.000 millones que requería el Ministerio de Economía con el primer Real Decreto de febrero, que fijó para finales del mes de mayo la fecha límite para que las antiguas cajas definieran sus opciones para fusionarse.

El Real Decreto del 11 de mayo pasado dejó claro que las más pequeñas necesitarán más capital para acometer las nuevas provisiones exigidas. A juicio de numerosos expertos, BMN y Liberbank no tendrán más remedio que pedir dinero público para cumplir, lo cual las dejaba en situación más vulnerable en el juego de fusiones, por lo que a priori tiene más lógica fusionar a estas dos con las entidades en teoría más fuertes (o menos débiles) y no entre sí, ya que las necesidades de fondos del Estado serían mucho menores.

En el caso de Ibercaja, que apenas ha iniciado la absorción de Caja3 (CAI, Círculo Católico y Badajoz) anunciada en marzo, tiene que dotar 2.167 millones por las nuevas provisiones. Por su parte, Liberbank necesita casi otros 500 millones extras para alcanzar los requisitos de capital. Unas exigencias que ahora se endurecen por orden de Bruselas, que ha solicitado que antes de fin de año quede resuelto el mapa bancario español. En septiembre, todas las entidades que se consideran faltas de recursos propios deberán presentar un plan de recapitalización para saber si pueden hacer los deberes por sí solas o necesitan ayuda pública. Será el momento en el que Ibercaja y Liberbank se sienten otra vez a debatir la integración.

La aprobación del Memorando de Entendimiento para que la Unión Europea active el rescate al sector financiero español empieza a tener las primeras consecuencias a pie de campo. Ibercaja, Liberbank y Caja 3, que anunciaron su fusión el pasado 29 de mayo, han decidido paralizar la integración hasta conocer los resultados de las auditorias individuales a las que están siendo sometida toda la banca española.

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