La banca mediana se resiste al 'manguerazo' y asegura que no necesita capital

Los principales bancos medianos españoles se plantaron ayer ante las pretensiones del Gobierno de regar a todo el sector, salvo a los dos grandes, con un 'manguerazo' de dinero europeo, como adelantó ayer El Confidencial. Tanto Popular como Sabadell emitieron ayer comunicados en los que aseguran que no van a recurrir al fondo de rescate. La Caixa, aunque no dijo nada públicamente, tampoco está en absoluto conforme con la medida, según fuentes cercanas a la entidad. Todas ellas pretenden que se les permita conseguir el capital adicional que puedan necesitar en el mercado y evitar así la "vergüenza" de tener capital público.

Incluso los dos gigantes del sector quisieron dejar ayer claro que esto del rescate no van con ellos. Clientes del Santander recibieron ayer mensajes SMS en sus teléfonos móviles en los que se les aseguraba que la entidad no precisa ningún rescate. Un portavoz del banco negó que fuera una instrucción comercial generalizada.

Las siguientes entidades en el ranking (salvo Bankia, como es lógico) no sólo quieren captar los recursos de forma privada, sino que niegan la mayor, es decir, que necesiten más capital. Ángel Ron, el presidente del Banco Popular -que ayer celebró junta general de accionistas-, aseguró que el plan de saneamiento para dar cumplimiento a las dos últimas reformas financieras del Gobierno permitirá alcanzar las exigencias previstas sin respaldo público. "Se trata de un plan de negocio que nos permitirá cumplir en dos años conforme lo que nos permite la legislación vigente, y sin ayudas públicas, con las importantes exigencias de los dos reales decretos ley", recalcó Ron.

En cuanto a Josep Oliu, presidente de Sabadell, recordó que “como consecuencia de la consolidación de Banco CAM, nuestra cobertura sobre activos es del doble o más de las entidades cotizadas“, tal como se recoge en su plan remitido el viernes pasado. Es decir, que su entidad no necesita ningún tipo de capital adicional. "Hace unos días afirmé que sería positivo que se creara un fondo europeo específico, porque quedaba pendiente dar una solución a las entidades que no podían recurrir a ampliar capital", que no es el caso de la suya.

Más allá de estas declaraciones, todas las entidades son conscientes de que el Gobierno seguirá a pies juntillas las estimaciones de Roland Berger y Oliver Wyman, y si estas consultoras entienden que estas entidades necesitan capital adicional, no les quedará más remedio que captarlo. En ese caso, su intención -a la que el Gobierno accedería, según algunas fuentes del sector- es que se les permita levantar ese capital por sus propios medios. Y sólo en el caso de que no lo consiguieran, se resignarían a aceptar la inyección del dinero europeo. De ahí que exista un enorme temor a que las consultoras se 'pasen de frenada' y estimen unas necesidades muy superiores a los 40.000 millones del FMI.

Los analistas, partidarios del 'manguerazo'

Este rechazo de la banca mediana es criticado por los analistas especializados en el sector. "España no puede seguir jugando con fuego. Para que sea creíble el rescate de la banca, debe haber una inyección generalizada de capital en todo el sector y no puede consentir a las entidades que otra vez empiecen a decir que ellas no necesitan capital como en las anteriores reformas, porque no se lo cree nadie", señala un experto que prefiere el anonimato.

En ese sentido, hasta la excepción para Santander y BBVA está cuestionada. El Financial Times se hacía ayer eco de un informe de Credit Suisse que estima que las necesidades de provisiones (no de capital) para la banca española, en un escenario muy extremo, alcanzarían 249.000 millones. De ellos, Santander necesitaría 16.000 millones para alcanzar una cobertura del 53% de su exposición inmobiliaria y otros 13.000 para provisionar el 7,3% del resto de su cartera crediticia. Unas cantidades imposibles de alcanzar por sí mismo. Las cifras para BBVA serían 11.270 y 12.000, respectivamente.

Otros expertos también cuestionan que 100.000 millones sean bastantes (JP Morgan habla de una cifra entre 100.000 y 150.000), por lo que una cantidad incluso inferior, que es lo que se baraja en España, les parecerá claramente insuficiente. Tampoco gustan las fórmulas que se van a utilizar, los CoCos (convertibles contingentes), ya que preferirían que se inyecten directamente acciones, es decir, capital de primera calidad y no préstamos que al final hay que devolver. Algo directamente imposible en los casos de las entidades más débiles.