El Gobierno regará con el dinero del rescate a toda la banca salvo Santander y BBVA

El rescate de la banca española con dinero europeo se hará mediante un 'manguerazo', es decir, una inyección masiva a todo el sector salvo los dos grandes (Santander y BBVA), según fuentes cercanas a Economía. Estas fuentes añaden que la intención del Ministerio es inyectar este dinero en forma de CoCos, convertibles contingentes, en vez de directamente como capital, lo que puede imponer unas cargas financieras a las entidades ya nacionalizadas que hagan imposible su venta. Finalmente, las fuentes consultadas aseguran que el Gobierno sacará la cifra definitiva de los test de estrés de Roland Berger y Oliver Wyman, no del informe del FMI.

Según las fuentes consultadas, con la información al cierre de 2011, sólo los dos grandes podrán salvarse de la inyección generalizada. No obstante, si se tienen en cuenta las actualizaciones de sus planes de negocio publicadas la semana pasada, Popular y Sabadell podrían minimizar esa aportación o incluso excluirla. El primero depende de que se acepte una previsión de plusvalías extraordinarias de 2.000 millones, y el segundo, de que se incluya la protección concedida por el FGD por la compra de la CAM.

Pero los demás sí tendrán que aceptar la entrada de dinero público en su capital. Eso incluye a la mismísima Caixa, que tras la absorción de Banca Cívica sin EPA no puede cumplir las exigencias de provisiones del segundo decreto sin entrar en pérdidas o vender parte de su cartera industrial, a pesar de que el FMI la incluye en un grupo con reducidas necesidades. Tampoco se salvarían la Kutxa o Bankinter, que pese a tener la menor exposición inmobiliaria de la banca española tienen unos niveles de cobertura de su cartera crediticia insuficientes para esquivar el rescate (sobre todo de la cartera no inmobiliaria). Por supuesto, ni Ibercaja ni Liberbank (en proceso de fusión), ni Unicaja se librarían tampoco del dinero del EFSF.

El propio informe del FMI que desató el rescate de España establece la necesidad de esta inyección masiva. Así, el organismo internacional estima que sólo los dos grandes (agrupados en lo que llama G1) necesitan cero capital adicional incluso en el escenario más adverso (caída del 4,1% del PIB). Para el G2, que son las antiguas cajas que no han recibido dinero público (Caixa, Kutxa, Ibercaja, Liberbank, Unicaja, etc.), estima unos requisitos de entre 200 y 1.100 millones. La parte del león se la lleva el G3, las cajas ya rescatadas con dinero público (incluyendo Bankia, ), con unas necesidades de entre 6.000 y 21.000 millones. Finalmente, el G4 (los bancos privados sin ayudas como Sabadell, Popular y Bankinter) requieren entre 4.000 y 7.000 millones.

Por otro lado, las fuentes consultadas aseguran que el Gobierno se fiará por completo de los test de estrés que van a realizar Roland Berges y Oliver Wyman, y que sus cifras serán las que se utilicen para determinar el importe definitivo del rescate y no los 40.000 millones estimados por el FMI. En principio, los resultados de estas pruebas se presentarán el 21 de junio y será entonces cuando se haga la petición formal del rescate, sin esperar a que acabe el trabajo de las cuatro grandes auditoras el 31 de julio, tal como adelantó ayer El Confidencial.

El Gobierno plantea utilizar los CoCos

Otro elemento polémico, según estas fuentes, es la forma elegida para esta inyección: los famosos CoCos (convertibles contingentes), que devengan un interés del 10% anual según anunció el ministro Luis de Guindos. Se trata de una gran sorpresa puesto que en el mercado se esperaba que el dinero del rescate se usara para inyectar directamente capital (acciones) a las entidades, no nuevos préstamos cuya devolución es más que dudosa y que imponen una nueva carga a los bancos en apuros.

"El Gobierno debería inyectar capital de verdad y olvidarse de CoCos, preferentes y demás fórmulas que no sirven para nada. De lo contrario, estaremos de nuevo engañándonos, porque nadie puede devolver unos préstamos al 10% en el contexto actual", señala un experto en el sector financiero. 

Esta fórmula es especialmente grave en las cajas nacionalizadas, puesto que les impone todavía más obligaciones de imposible cumplimiento. "¿Quién se va a comprar una caja con CoCos al 10%? Nadie va a pujar por estas entidades y no va a haber más remedio que el Estado se quede con ellas y forme un gran banco público junto a Bankia", señala una de las fuentes consultadas. De Guindos admitió en la rueda de prensa del sábado que las subastas de CatalunyaBanc y Banco de Valencia se han paralizado y que la decisión sobre su futuro (y el de Nova galicia) se tomará después de que los test de estrés evalúen sus necesidades de capital.