El hombre de Roig en Bankia deja en evidencia a Rato tras renunciar a su indemnización

Lo tenía claro nada más entrar en Bankia y ha cumplido lo prometido. Francisco Pons, vicepresidente de la entidad financiera desde el pasado mes de febrero, ha comunicado públicamente su renuncia a cualquier tipo de posible indemnización o compensación económica que le pudiera corresponder por los poco más de cuatro meses que ha estado en el cargo. Así lo ha dicho por escrito el empresario valenciano, que ha mandado una carta al actual presidente, José Ignacio Goirigolzarri, para comunicar su decisión.

La decisión de Pons coloca en un brete al resto de compañeros de la cúpula de Bankia, con Rodrigo Rato a la cabeza, cuyas compensaciones están aún pendientes de pago a la espera de un informe jurídico encargado a Garrigues para que resuelva las dudas existentes sobre la legitimidad del pago. En el caso de Rato, que desembarcó en Caja Madrid a finales de 2010 y dimitió voluntariamente hace tres semanas, el blindaje de su contrato asciende a 1,2 millones de euros que todavía no han sido abonados.

Francisco Pons entró en Bankia como sustituto de José Luis Olivas en representación de la cuota valenciana correspondiente a Bancaja. Abanderado por Juan Roig, propietario de Mercadona, del que es interprovedor con su compañía Importaco, el empresario renunció al sueldo millonario asignado al cargo desde el momento en que contó con el plácet del presidente de la Generalitat de Valencia, Alberto Fabra, que entendió que su perfil se ajustaba al de empresario honrado, valenciano y sin deudas relevantes con la entidad.

Por este motivo, la decisión de Pons no ha sido un brindis de cara a la galería, dado que su renuncia sólo afectaría a una cantidad mínima tras haber estado cuatro meses en el cargo. En su caso, la renuncia a los complementos millonarios atribuidos al anterior vicepresidente, José Luis Olivas, formó parte de las condiciones negociadas para la elección del candidato, sobre todo por tratarse de una entidad capitalizada con dinero público y por el reciente escándalo de las jubilaciones millonarias de cajas que fueron rescatadas. 

Curiosamente, Pons accedió a la vicepresidencia de Bankia sin ocupar ningún puesto en el seno de Bancaja, donde Olivas ha permanecido como presidente hasta hace sólo unos días. Del mismo modo, sin poseer ningún cargo en la antigua caja valenciana ni tampoco en Bankia, el empresario valenciano ha sido nombrado consejero de Iberdrola (400.000 euros anuales), eléctrica donde la entidad financiera es accionista con un 5,4%, en lugar de Olivas, que finalmente ha perdido todos sus cargos de representación a raíz de la intervención del Banco de Valencia.

En el caso de Pons, su retribución como vicepresidente de Bankia no estaba detallada, aunque la asignación global para la cúpula del banco era una asignación máxima de 10 millones de euros a repartir, hasta que el Gobierno recortó de manera drástica (con pago diferido de la rebaja en caso de cumplimiento de objetivos) los salarios de los ejecutivos de cajas de ahorros que habían recibido ayudas públicas. Por entonces, Bankia había recibido ya una inyección de dinero de 4.500 millones de euros, nada que ver con los 19.000 que llegarían más tarde.