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El nuevo vicepresidente de Bankia renuncia a los complementos millonarios del cargo
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ALBERTO FABRA PIDIO A JUAN ROIG QUE ASUMIERA EL PUESTO

El nuevo vicepresidente de Bankia renuncia a los complementos millonarios del cargo

El nuevo vicepresidente de Bankia quiere iniciar su andadura en el mundo de las altas finanzas con cambios de costumbres importantes. Más por lo que tiene

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El nuevo vicepresidente de Bankia renuncia a los complementos millonarios del cargo

El nuevo vicepresidente de Bankia quiere iniciar su andadura en el mundo de las altas finanzas con cambios de costumbres importantes. Más por lo que tiene de mensaje simbólico que por lo realmente material, Francisco Pons se ha ofrecido a renunciar a los complementos salariales millonarios que le corresponden por el cargo, al que ha accedido por designación del presidente de la Generalitat de Valencia, Alberto Fabra, que entendió que su perfil se ajustaba al de empresario honrado, valenciano y sin deudas relevantes con la entidad a la que accede.

Salvo cambios de última hora, como insisten en precisar fuentes oficiales, dado que el nombramiento de Pons como número dos de Bankia todavía no es oficial, la decisión de renunciar a los complementos millonarios atribuidos al anterior vicepresidente, José Luis Olivas, ha formado parte de las condiciones negociadas para la elección del candidato. "Es una cuestión de puro sentido común", explica desde Valencia una persona de su entorno. "¿Cómo va a aceptar cobrar de una entidad capitalizada con dinero público retribuciones indecorosas?". 

Aunque todavía no es vicepresidente de la tercera entidad financiera del país, su bautismo formal tuvo lugar la semana pasada. Hace siete días, Vicente Boluda organizó una cena en su casa. El naviero y cabeza visible del lobby empresarial valenciano (AVE) tenía como invitado de honor a Rodrigo Rato. El ex vicepresidente del Gobierno y ahora responsable de Bankia acudió a Valencia para conocer a Francisco Pons, el elegido por la élite local para que les represente en el banco formado por Caja Madrid y Bancaja junto a otras cinco entidades financieras.

En esa cena también estuvo Juan Roig. El dueño de Mercadona ha sido otro de los protagonistas en la sombra del culebrón vivido en las últimas dos semanas. En el origen, el empresario valenciano fue el candidato pensado por el presidente de la Generalitat para ocupar el cargo de vicepresidente en Bankia. El deseo de Alberto Fabra cayó en saco roto, pero de esa tienta surgió el nombre de Paco Pons, empresario de reconocida trayectoria en la Comunidad y responsable durante los últimos ocho años de la Asociación Valenciana de Empresarios.

Con el visto bueno político en el bolsillo, los empresarios valencianos emplazaron a Rodrigo Rato a pasarse por Valencia. El motivo no era otro que presentar a Paco Pons arropado por la plana mayor de los empresarios de la tierra, una carta de credenciales con la que quisieron hacer ver la verdadera dimensión del poder de representación que ejercerá el nuevo vicepresidente de Bankia cuando asuma el cargo, en consonancia con el 37% que Bancaja aportó para el proceso de fusión y más allá del padrinazgo que se atribuye al omnipresente Juan Roig.

Flecos pendientes de resolver

Las particularidades de este proceso de selección han dejado algunos flecos importantes por resolver. El principal de ellos afecta a la presidencia de Bancaja, cargo al que en teoría va asignada la representación como vicepresidente de Bankia y presidente de la matriz BFA. Pues bien, el sillón de mando de la caja valenciana sigue todavía ocupado por José Luis Olivas, que dimitió del resto de cargos tras abandonar la presidencia de Banco de Valencia, filial del grupo financiero, pocos días antes de ser intervenido por el Banco de España.

Por todos estos cargos y algunos más adheridos a la condición de presidente de Bancaja, como la representación en los consejos de Iberdrola y Enagás, la remuneración total de José Luis Olivas el último año superó los tres millones de euros, según fuentes del sector financiero. De momento, este ejercicio no volverá a repetirse la misma situación, ya que al que fuera exconseller de la Generalitat con el popular Eduardo Zaplana no le corresponde ningún tipo de indemnización tras su abrupta y precipitada salida de BFA-Bankia.

En el caso de Pons, sus competencias se limitan al cargo como vicepresidente de Bankia. Aunque la retribución por este cargo no está detallada, la cúpula del banco, es decir, presidente, vice y consejero delegado, tiene una asignación máxima de 10 millones de euros a repartir entre los tres. De este importe, un 40%, o sea, cuatro millones, es fijo. La otra parte corresponde a salario variable y corresponde al Banco de España su beneplácito, dado que la entidad (su matriz BFA) recibió un préstamo de 4.500 millones de dinero público.

El nuevo vicepresidente de Bankia quiere iniciar su andadura en el mundo de las altas finanzas con cambios de costumbres importantes. Más por lo que tiene de mensaje simbólico que por lo realmente material, Francisco Pons se ha ofrecido a renunciar a los complementos salariales millonarios que le corresponden por el cargo, al que ha accedido por designación del presidente de la Generalitat de Valencia, Alberto Fabra, que entendió que su perfil se ajustaba al de empresario honrado, valenciano y sin deudas relevantes con la entidad a la que accede.