'Facebluff': la red se estrena en bolsa con una pírrica subida del 1%

Decepción. Facebook ha dado al traste con las expectativas de quienes habían anticipado una gran subida en el debut de la empresa más esperada de los últimos tiempos en bolsa. El desembarco en el parqué de la red social ya empezó torcido, con un retraso de alrededor de media hora por problemas técnicos. Luego, la subida inicial del 13% hasta los 45 dólares ha sido un absoluto espejismo. En cuestión de unos pocos minutos, el valor ha retrocedido y la revalorización acumulada se ha quedado en nada.

Luego la historia se ha repetido y el valor ha vuelto a dejarse en el camino otra subida, en este caso del 7%. La volatilidad ha marcado los primeros compases en bolsa de la red social. Luego, en la segunda mitad de la sesión, todo el protagonismo ha recaído en los bancos coordinadores de la operación, que han tenido que sacar la artillería pesada para evitar que el valor entrara en zona de números rojos.

Los inversores han aprovechado la subida inicial para vender parte de los 421 millones que ha colocado la compañía a un precio de 38 euros por acción que, para muchos analistas, es demasiado alto. El volumen de contratación ha sido muy elevado y han cambiado de manos 567 millones de acciones, 100 millones en los cuatro primeros minutos de contratación, cuando la cotización subia con fuerza.

El impacto del dubitativo comienzo de Facebook está siendo inmediato sobre el resto de compañías del sector. LinkedIn esta bajando un 5,6% y Zynga ha sido suspendida de cotización cuando perdía un 13%. Por su parte, Google cae un 3,6% y Groupon cae un 6,7%. Por su parte, el gigante Apple ha cerrado plano.

Las expectativas eran tan elevadas que en Wall Street se especulaba con una subida hasta los 60 dólares teniendo en cuenta la evolución en su primer día de cotización de las casi dos docenas de empresas que han debutado este año en el parqué al otro lado del Atlántico.  

La expectación generada por la salida a bolsa del grupo es extraordinaria. Una auténtica fiebre que disparó tanto la demanda de acciones que Facebook se permitió el lujo de detener el proceso de venta de acciones con dos días de antelación.