El Gobierno impone unas provisiones del 45% a la banca por el suelo

Las nuevas provisiones bancarias para compensar las pérdidas del ladrillo ya están aquí. Las aprobará este viernes el Consejo de Ministros, y según fuentes de toda solvencia, supondrán un auténtico ‘tajo‘ a las cuentas de resultados de la banca. En concreto, el Gobierno obligará a las entidades a provisionar con el 45% su inversión crediticia en suelo. Incluso, aunque los promotores se encuentren al corriente de pago.

Igualmente, la obra en curso ‘normal’, es decir que todavía no ha entrado en alguna de las situaciones de mora, tendrá que ser dotada con un porcentaje de provisiones que oscilará entre el 20% y el 25%. Mientras que para las viviendas terminadas que aún están en los balances de los bancos, pero que todavía no tienen comprador, se exigirá un 7%, como hasta ahora.

De esta manera, se pretende cubrir el agujero que ha dejado el sector inmobiliario en los balances bancarios por la depreciación del ‘ladrillo. Y hay que tener en cuenta que hasta el momento las entidades financieras se  han adjudicado bienes por valor de 80.000 millones de euros, de los que alrededor de 50.000 son suelo, donde no hay mercado.

El Ministerio de Economía -y el sector lo sabe mejor que nadie-  tiene el convencimiento de que buena parte de esos créditos inmobiliarios teóricamente sanos están en realidad en situación de mora, pero la banca no lo reconoce porque eso exige aumentar de forma dramática las provisiones.  O dicho en otros términos, las entidades refinancian los créditos para no ‘retratarse’ ante el Banco de España o ante sus propios accionistas por el aumento de la morosidad.

Las provisiones, como se sabe, operan contra su cuenta de resultados y drenan dividendos. Sobre todo después de la publicación de la reforma financiera aprobada por el Gobierno el pasado 3 de febrero, y que elevó las provisiones hasta el 80% en el caso del suelo. La nueva ronda de provisiones puede costar al sector entre 25.000 y 30.000 millones de euros.