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El rally de las letras vuelve a dar un vuelco al mapa del ahorro
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SUPERAN A LOS DEPÓSITOS Y A LOS FONDOS DE RENTA FIJA

El rally de las letras vuelve a dar un vuelco al mapa del ahorro

Los inversores se frotan las manos con el aumento de rentabilidad de las Letras del Tesoro. Aunque para las maltrechas arcas del Estado el repunte del

Los inversores se frotan las manos con el aumento de rentabilidad de las Letras del Tesoro. Aunque para las maltrechas arcas del Estado el repunte del interés de los títulos a 12 y 18 meses  al 2,73% y 3,2%, respectivamente, constituye un revés, para el inversor supone una gran noticia, ya que va a poder obtener mejores rendimientos asumiendo un riesgo más controlado que en otros productos financieros.

Desde comienzos de año, los descensos de rentabilidad de la deuda pública y, especialmente a corto plazo –las letras a 12 meses se colocaron en marzo al 1,47% y las de 18 meses al 1,77%­-habían propiciado que los inversores perdieran interés por este tipo de activo, ya que obtenían mejores rendimientos en productos como los depósitos o cuentas ahorro, que ofrecen de media un 3% con vencimientos similares.

También a los inversores institucionales dejó de interesarles y argumentaban que el binomio rentabilidad-riesgo ya no era adecuado para sus carteras, que además estaban repletas de este tipo de títulos después de la ola de compras que se produjo en noviembre, cuando el Tesoro colocó los títulos a 12 y 18 meses al 5,2% y 5,32%, respectivamente.

Sin embargo, después de la subasta que celebró ayer el Tesoro, la situación ha comenzado a cambiar, como prueba la alta demanda de la emisión, que superó los 10.151 millones de euros. La rentabilidad de la deuda a corto plazo ya se asemeja de nuevo a lo que ofrecen los depósitos a un año, que oscila entre el 3% y el 4%, y que probablemente tenderá a reducirse después de la entrada en vigor de la nueva ley que limita el rendimiento de los mismos.  También se acerca al interés que ofrecen las cuentas remuneradas, que de media asciende al 3%, aunque hay algunas excepciones que llegan al 4%.

Además, el rendimiento de los títulos del Tesoro a 12 meses supera la rentabilidad por dividendo que ofrecen ocho empresas del Ibex 35  -aunque la media del selectivo español  se sitúa en el 5,52%- y a prácticamente cualquier fondo monetario, que de media ganan un 1,84% el último año, según los datos de Inverco. También rebasan las ganancias registradas por los fondos de renta fija a corto plazo, que se revalorizan un 2,11% a un año.

“Las letras han recuperado parte de su atractivo. Cuando estaban a menos del 1% ya no compensaba el riesgo, pero con las cifras actuales, los inversores pueden volver a plantearse comprar estos títulos en vez de invertir en depósitos, porque es menos probable que quiebre el Estado, que un banco”, explica Félix López, director de Atlas Capital Gestión de Patrimonios.

En este sentido, Ricardo Sánchez-Seco, gestor de fondos de inversión de Gestiohna Asesores Financieros, señala que estas rentabilidades solo son atractivas para particulares y fondos que compren en el mercado primario, ya que de adquirir la deuda en el secundario y con los tipos de interés al 1%, las comisiones se comerían una parte de la rentabilidad.

En cualquier caso, Félix López considera que el mayor apetito por la deuda pública a corto plazo se verá en las próximas emisiones ya que, en su opinión, “las tensiones se acrecentarán y veremos subastas más atractivas”, aunque descarta que se vuelvan a alcanzar tipos como el 5% registrado en noviembre. “Dependerá de si el Gobierno es capaz de convencer al mercado y a los hedge funds bajistas de la solvencia de la economía. Si no lo hace, la rentabilidad continuará subiendo”, subraya Sánchez-Seco.

López advierte, sin embargo, que el incremento del coste de las letras tiene también un efecto perverso para los bancos y no solo para el Estado, ya que las entidades necesitan liquidez y si los inversores invierten en deuda pública y no en depósitos perderán parte de su financiación y la economía continuará sufriendo.

Los inversores se frotan las manos con el aumento de rentabilidad de las Letras del Tesoro. Aunque para las maltrechas arcas del Estado el repunte del interés de los títulos a 12 y 18 meses  al 2,73% y 3,2%, respectivamente, constituye un revés, para el inversor supone una gran noticia, ya que va a poder obtener mejores rendimientos asumiendo un riesgo más controlado que en otros productos financieros.