Kirchner contempla la entrada de las provincias en el capital de YPF

A la tercera va la vencida. Cristina Fernández Kirchner tiene previsto pronunciarse este jueves sobre el futuro de YPF. Después de casi dos meses de incertidumbre en torno a la petrolera argentina, filial de la española Repsol, que todavía controla un 57%, la presidenta de la Nación se reunirá con los gobernadores de las provincias petrolíferas para comunicarles los planes del Gobierno para hacerse con el control de la antigua compañía pública.

De la decisión inicial, más extrema, que contemplaba la nacionalización de YPF, la alternativa que más opciones tiene de llevarse a cabo es un modelo mixto de propiedad. Así lo confirmó ayer jueves el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, que tras una reunión con el ministro de Planificación Julio de Vido, aseguró que las provincias argentinas podrán participar en la gestión de YPF gracias a la implantación de un nuevo modelo público y privado.

Según la versión ofrecida por el dirigente regional, en este modelo será el Gobierno nacional quien gestione las competencias públicas, aunque también se permitirá participar en las decisiones estratégicas de YPF a las provincias, y en especial a las que producen hidrocarburos. Precisamente, ha sido a través del poder local cómo el Gobierno de CFK ha metido presión a Repsol rescindiendo permisos de explotación en más de doce yacimientos.

Igual que fue determinante la actuación de la provincia de Chubut, donde YPF perdió la gestión de Manantiales Behr, su segunda zona de producción más importante en el país, las declaraciones del gobernador de Neuquén -"Pensamos en una sociedad de economía mixta"- son también reveladoras, pues se trata de unas de las regiones petrolíferas más importantes e influyentes y además tiene buena relación con la presidenta Kirchner.

La decisión acerca del nuevo modelo de gestión podría adoptarse en la reunión que tendrá lugar este jueves de la Asociación de Provincias Argentinas (Ofephi). La idea que barajan las autoridades argentinas es ampliar a 25 el número de miembros del consejo de administración de YPF para permitir la entrada de representantes de las provincias productoras de hidrocarburos y de esta manera hacerse con la mayoría del órgano de control.

Ante la inminencia de esta decisión, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, viajó hasta Argentina el pasado lunes. Después de varias semanas de rumores, que no desaparecieron a pesar del anterior viaje en febrero, donde una delegación oficial encabezada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, trató de reconducir la deriva intervencionista que se avecinaba, los presagios pueden tomar forma a lo largo de este jueves.

La alternativa china

Como solución de urgencia, China puede volver a ser la alternativa de Repsol para salir airosa de este conflicto. Según fuentes próximas a la compañía, China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) podría ayudar a la española a resolver su conflicto en Argentina, ya que el gigante asiático está interesado en presentar una oferta por YPF por unos 12.000 millones de dólares (9.160 millones de euros).

Por el contrario, la prensa argentina indica que la posibilidad de que el Gobierno adquiera una participación relevante en YPF tiene escaso sustento legal y que podría provocar litigios internacionales e inseguridad jurídica. Ante este escenario, los rumores apuntan a que sea el Grupo Petersen (Sebastián Eskenazy), que tiene en la actualidad un 25% de YPF, el que venda su participación y permita un nuevo equilibrio de fuerzas en el accionariado.