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KPMG será el árbitro de la batalla entre Caja Madrid y Bancaja en Bankia
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SU VALORACIÓN SE LIMITARÁ AL BANCO DE VALENCIA

KPMG será el árbitro de la batalla entre Caja Madrid y Bancaja en Bankia

KPMG ha sido la auditora elegida para realizar la nueva valoración del Banco de Valencia para el consejo de Bankia, lo que le convierte en el

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KPMG será el árbitro de la batalla entre Caja Madrid y Bancaja en Bankia

KPMG ha sido la auditora elegida para realizar la nueva valoración del Banco de Valencia para el consejo de Bankia, lo que le convierte en el árbitro de la disputa actual entre Caja Madrid y Bancaja, según confirman varias fuentes conocedoras de la situación. El presidente de la caja valenciana, José Luis Olivas, no ha conseguido que se haga una reevaluación de todos los activos aportados por las siete cajas integrantes del grupo que preside Rodrigo Rato, sino que la tarea de KPMG se limitará a comprobar si la valoración del Banco de Valencia realizada para la fusión sigue siendo válida.

Portavoces tanto de Bankia como de KPMG declinaron hacer comentarios sobre esta información. KPMG fue elegida la semana pasada en un sorteo en el que también participó Ernst & Young; el resto de las auditoras estaba excluido por haber participado en la valoración inicial de los activos de las diferentes cajas para la fusión o por tener un negocio relevante con alguna de ellas, tal como se establece en el protocolo de resolución de conflictos del acuerdo de integración firmado en 2010.

Con esta valoración en la mano, el consejo de Bankia podrá reasignar los pesos de las distintas cajas en BFA, la matriz de la cotizada Bankia. Actualmente, Caja Madrid posee el 52% en BFA y Bancaja, el 37,7%, mientras que el resto se lo reparten las cinco cajas pequeñas: CajaCanarias (2,45%), Caja de Ávila (2,33%), Caixa Laietana (2,11%), Caja Segovia (2,01%) y Caja Rioja (1,34%).

Esta batalla comenzó cuando el consejo de BFA acordó el 7 de febrero pedir una auditoria externa para recalcular el valor de las participaciones aportadas por cada una de estas siete cajas que integran el holding. Olivas reaccionó declarando la guerra a Rato el 22 del mes pasado, cuando el consejo de Bancaja decidió impugnar esta decisión de BFA y readmitir como director financiero -y con un sustancioso blindaje- al defenestrado Aurelio Izquierdo, ex director general de Bankia y último presidente del Banco de Valencia antes de su intervención.

En dicho consejo, Bancaja estableció "su posición firme de defensa de sus intereses en BFA al haberse realizado en su día, julio de 2010, todo el proceso de valoración y auditoría de todos los activos integrados en BFA con las máximas y mismas garantías". Es más, Olivas solicitó que la tarea que va a realizar finalmente KPMG no se limitara al Banco de Valencia, sino a todos los activos de las siete cajas, de forma que el reajuste de los pesos estuviera totalmente fundamentado. Una petición que no ha sido atendida.

Bankia, asesorado por Cuatrecasas, considera que hubo engaño en las cuentas de Banco de Valencia, que el pasado 20 de noviembre tuvo que ser intervenido por el Banco de España al negarse BFA a aportar capital para recapitalizarlo. Todo el sector considera que es muy difícil ganar un juicio por las valoraciones que se hicieron sobre cada uno de los activos, ya que existen informes realizados por Deloitte, Lazard y Deutsche Bank que refrendaron las tasaciones. Además, dichos estudios fueron aprobados y validados por los distintos órganos de gobierno de Caja Madrid, Bancaja y el resto de entidades. Pero también se considera muy difícil que prospere la impugnación de Olivas en los tribunales.

El objetivo de Caja Madrid

Fuentes próximas a Bankia explican que detrás de la petición de revisar la valoración de Banco de Valencia está la intención de Caja Madrid de evitar una dilución en el capital de BFA provocada por el canje de participaciones preferentes de la matriz por acciones de la cotizada. Esa operación de 1.277 millones de euros supone ampliar la base accionarial de Bankia, por lo que la participación del 'banco malo' (BFA) caerá por debajo del 50%. Una situación peligrosa para el poder de la caja madrileña con vistas a nuevos canjes o a una operación corporativa -presumiblemente con la Caixa- que sigue sobre la mesa de Economía y del Banco de España.

Por otro lado, esta disputa entre Caja Madrid y Bancaja deberá dirimirse en un arbitraje, según establecen los contratos de fusión y tal como adelantó también El Confidencial. El árbitro está todavía sin designar, pero esto no impide que la valoración de Banco de Valencia siga adelante; otra cosa es qué decisiones se tomen a la luz de sus resultados.

Las fuentes consultadas aseguran que el Banco de España ha reconvenido a ambas partes para que rebajen el tono de su enfrentamiento y resuelvan sus diferencias en casa, sin publicidad ni ruido mediático. De ahí que este asunto haya desaparecido prácticamente de los medios en las últimas semanas. "Lo que faltaba a una reforma financiera que no termina de convencer a los mercados es que quede en cuestión una entidad sistémica y que los inversores piensen que se puede romper como ocurrió con el Banco Base", explica una de las fuentes consultadas.

KPMG ha sido la auditora elegida para realizar la nueva valoración del Banco de Valencia para el consejo de Bankia, lo que le convierte en el árbitro de la disputa actual entre Caja Madrid y Bancaja, según confirman varias fuentes conocedoras de la situación. El presidente de la caja valenciana, José Luis Olivas, no ha conseguido que se haga una reevaluación de todos los activos aportados por las siete cajas integrantes del grupo que preside Rodrigo Rato, sino que la tarea de KPMG se limitará a comprobar si la valoración del Banco de Valencia realizada para la fusión sigue siendo válida.

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