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Fernando Martín y Jove se ven las caras por el gran juicio pendiente del boom inmobiliario
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COMIENZA ESTA SEMANA EN LA CORUÑA

Fernando Martín y Jove se ven las caras por el gran juicio pendiente del boom inmobiliario

El fantasma de los tiempos de la burbuja se hace presente de nuevo la próxima semana. Durante cinco días, La Coruña será sede del gran juicio

Foto: Fernando Martín y Jove se ven las caras por el gran juicio pendiente del boom inmobiliario
Fernando Martín y Jove se ven las caras por el gran juicio pendiente del boom inmobiliario

El fantasma de los tiempos de la burbuja se hace presente de nuevo la próxima semana. Durante cinco días, La Coruña será sede del gran juicio que enfrenta, con 1.500 millones de euros en liza, a dos de los que fueran destacados señores del ladrillo. A un lado de la sala del juzgado de lo Mercantil nº1, Fernando Martín, actual propietario y presidente de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa. Al otro, Manuel Jove, quien fuera fundador y propietario de la original Fadesa hasta septiembre de 2006, fecha en la que vendió la compañía por la friolera de 4.000 millones de euros. En revisión, la última gran operación del boom inmobiliario.

Después de tantearse con varias acusaciones de fogueo y un tibio juego de mensajeros e intermediarios, el juicio de esta próxima semana debe resolver el contencioso por el que Fernando Martín exige la restauración de 1.576 millones de euros en el patrimonio de Martinsa-Fadesa. El empresario vallisoletano entiende que su homólogo Manuel Jove y su consejero delegado en la compañía, Antonio de la Morena, proporcionaron datos incorrectos o incluso falsos de los activos de la inmobiliaria a la consultora Richard Ellis, que luego emitió una tasación sobrevalorada en base a esa información. 

Cuatro años después del apretón de manos que conmocionó a la industria del ladrillo y que cambió la relación de poderes en el sector, los argumentos de Martín para revolverse contra Jove descansan en el informe realizado por American Appraisal. En su trabajo, la consultora estadounidense identifica 37 activos cuya situación real no se corresponde con la registrada en Fadesa en el momento de la compra: inclusión de terrenos ajenos, divergencias en la calificación urbanística, clasificaciones irreales, planeamientos distintos o inexistentes, edificabilidades inviables, promociones desarrolladas en suelo rústico

Ahora es el mismo juez que llevó el concurso de acreedores de la inmobiliaria, Pablo Carreró-Fojón, quien debe despejar la mil millonaria incógnita. Y sabe que cualquiera que sea su decisión será polémica. Tal vez por lo espinoso del asunto, el juez evitó pronunciarse sobre esta reclamación mientras Martinsa-Fadesa permaneció bajo su tutela. La demanda, lista desde finales de 2010, se presentó el pasado marzo, sólo un día después de que la compañía, protagonista de la mayor quiebra de una empresa española (con un pasivo de 7.000 millones de euros), saliera del concurso de acreedores y volviera a manos de Martín.

El magistrado y los administradores del proceso, entre los que destaca la popular letrada Antonia Magdaleno, sólo actuaron bajo su mandato contra Jove por discrepancias sobre unos activos en México, por los que reclaman 100 millones de euros. Este proceso, sin embargo, se ha aplazado en el tiempo y su resolución quedará totalmente condicionada, con probabilidad, por la resolución de la gran causa, en la que se baten jurídicamente el despacho Goméz-Acebo y Pombo, asesor jurídico del demandante, contra la dupla formada por Clifford Chance y Ramón Hermosilla, responsables de la defensa de los dos acusados.

Batallones de asistentes y expertos

Por si las minutas de estos grandes despachos fueran poca cosa, Manuel Jove tampoco ha escatimado esfuerzos ni gastos para nutrir de razones sólidas a su defensa. En su caso, el empresario gallego presentará un voluminoso informe pericial de Accuracy, firma especializada en litigios y arbitrajes, cuyas conclusiones están refrendadas y soportadas sobre el trabajo realizado por un nutrido grupo de catedráticos y economistas (Rafael Gómez Ferrer, Luciano Parejo, Sixto Álvarez…) y expertos inmobiliarios, caso de Aguirre Newman y Tinsa. Todo es poco para salir airoso de un envite que le tiene agriado el humor.

De momento, el empresario gallego se ha dado el gusto de no citar a declarar como testigo al propio Fernando Martín, un regate jurídico que ha dejado con mal sabor de boca al locuaz vallisoletano, que esperaba a la cita en La Coruña para demostrar en persona sus dotes de orador y las razones de su verdad. Mientras tanto, Jove sigue preguntándose para qué sirvió el acuerdo de buenas intenciones firmado a mediados de 2007, trato por el que accedió a comprar a una ya angustiada Martinsa-Fadesa un lote de activos (seis hoteles y varias fincas) por 140 millones de euros a cambio de un futuro en paz.

El juicio que arranca el lunes tiene agenda para los cinco días de la semana. Después, todo quedará visto para sentencia, aunque no está previsto que sea hasta por lo menos febrero. A partir de ese momento comenzará una nueva etapa de recursos a instancias superiores, independientemente de cuál sea el fallo. Ninguno de los dos gallos se dará por satisfecho si no obtiene la victoria. Para uno, la operación de Fadesa, la inmobiliaria que sacó a bolsa (auditada, tasada y supervisada) es ya agua pasada. Para otro, una herida aún sin cerrar y el mayor de sus fracasos, a pesar del fervor con que se lanzó a su conquista.

El fantasma de los tiempos de la burbuja se hace presente de nuevo la próxima semana. Durante cinco días, La Coruña será sede del gran juicio que enfrenta, con 1.500 millones de euros en liza, a dos de los que fueran destacados señores del ladrillo. A un lado de la sala del juzgado de lo Mercantil nº1, Fernando Martín, actual propietario y presidente de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa. Al otro, Manuel Jove, quien fuera fundador y propietario de la original Fadesa hasta septiembre de 2006, fecha en la que vendió la compañía por la friolera de 4.000 millones de euros. En revisión, la última gran operación del boom inmobiliario.

Fernando Martín