Del Rivero se reúne con Fainé para ganarse el apoyo de La Caixa contra Brufau

El pasado 1 de julio, Luis del Rivero aceptó la invitacion de La Caixa para acudir al estreno de Caixabank en bolsa, acto que compartió con Antonio Brufau. Sin embargo, el presidente de Sacyr Vallehermoso no cruzó palabra con su homólogo de Repsol pese a estar a menos de cinco metros uno del otro y apenas se mezcló con los directivos del banco de la caja. Se mantuvo aparte, con una copa de cava en la mano, alejado de Isidro Fainé.

Anoche fue a buscarlo. Del Rivero movió ficha para llevarse el gato al agua en la batalla que le enfrenta a Brufau por la gestión de Repsol. El presidente de Sacyr Vallehermoso se reunió con Fainé para convencerle de las bondades de la operación y ganarse el apoyo de La Caixa, cuyo 14% del capital se presenta como fundamental para el devenir del conflicto.

El primer ejecutivo del grupo de construcción, energía y servicios aprovechó la coincidencia con el presidente de la caja catalana en la entrega de unos premios organizados por un periódico económico para tener un encuentro privado. Se lo había solicitado desde la publicación del acuerdo de sindicación de acciones con Pemex, con la cual pretende tomar el timón de Repsol.

Pero Fainé había hecho oídos sordos a la petición de Del Rivero por dos motivos. El primero porque no le gustó nada enterarse casi por la prensa de la alianza con el grupo petrolero mexicano. El segundo porque antes tenía que verse con Brufau, el hombre puesto en la presidencia de Repsol por la propia La Caixa en 2004 cuando la caja catalana era el primer accionista de la compañía refinera.

Por deferencia con el ingeniero de Mollerusa, con el compartió cúpula directiva en La Caixa y en el grupo industrial, Fainé prefirió escuchar primero los argumentos del número uno de Repsol. Eso fue el pasado viernes, reunión en la que el máximo responsable de Caixabank le expresó su apoyo. Un respaldo condicionado a encontrar una solución de consenso con Sacyr, que, entre otras cosas, pasa por nombrar un consejero delegado.

Una solución diplomática poco factible a primera vista por el enconamiento de las dos partes. Por ese motivo, Del Rivero se vio anoche con Fainé para ir más allá. Si Del Rivero se ganara el favor de La Caixa, tendría asegurado el control de Repsol, ya que conseguiría casi el 45% del capital. Fuentes próximas a la operación aseguran que una de las propuestas que el presidente de Sacyr le ha trasmitido a La Caixa es un intercambio de la participación que la caja tiene en Repsol por la que la petrolera tiene en Gas Natural.

La entidad con sede en Barcelona es dueña del 14% de la petrolera, mientras que esta controla el 32% de la gasista. La Caixa ha mantenido en sus últimos encuentros públicos que Gas Natural es clave en su estrategia empresarial de futuro. No así Repsol, de la que ya estuvo a punto de vender cerca de un 5% a finales de 2009. El paquete de La Caixa en la petrolera vale 3.273 millones de euros, mientras que el 32% de Gas Natural en manos de la petrolera asciende a 3.527 millones. Unas cifras similares que facilitarían el canje, un intercambio que, sin embargo, presenta otros factores a resolver.

El primero y principal es que ese traspaso conllevaría la posibilidad de lanzar una OPA, algo que ninguna de las partes quiere. Respecto a los planos políticos y personales quedan más aristas. En primer luegar, La Caixa no quiere mover ficha sin el visto bueno del PP, que presuntamente estará en el Gobierno cuando la operación se materialice y no parece que el equipo de Mariano Rajoy esté por labor de apoyar el asalto. De hecho, el líder de la oposición se ha negado a recibir a Del Rivero. En segundo lugar, Fainé no quiere entregar por las buenas Repsol al empresario murciano, con el que ha preferido mantener distancias y no cultivar una relación de más confianza, como sí han hecho otros banqueros.