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Merkel aceptó la retroactividad en la fotovoltaica para no cargar de deberes a Zapatero
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SE EVITÓ EN LA AGENDA DE LA ÚLTIMA CUMBRE BILATERAL

Merkel aceptó la retroactividad en la fotovoltaica para no cargar de deberes a Zapatero

Era demasiado castigo. La Embajada alemana en España decidió no incluir en la agenda de la última cumbre hispano-alemana reproches de Merkel a Zapatero por las

Foto: Merkel aceptó la retroactividad en la fotovoltaica para no cargar de deberes a Zapatero
Merkel aceptó la retroactividad en la fotovoltaica para no cargar de deberes a Zapatero

Era demasiado castigo. La Embajada alemana en España decidió no incluir en la agenda de la última cumbre hispano-alemana reproches de Merkel a Zapatero por las medidas retroactivas aplicadas a la industria fotovoltaica. “Ni siquiera se le planteó a la canciller, porque fue la misma Embajada la que decidió que no era momento para abordar la cuestión poco después de haber exigido al Ejecutivo español que acometiera reformas económicas de calado”, aseguran fuentes conocedoras del episodio. Como publicó este diario, las entidades financieras alemanas son las que tiene un mayor riesgo comprometido en la industria solar española.

Angela Merkel aterrizó en Madrid el pasado 3 de febrero para una visita de dos días. Tras reunirse con el presidente del Gobierno y almorzar con empresarios y sindicatos, proclamó: “España ha hecho sus deberes y creo que va por el buen camino”. Era un discurso reconfortante. Sobre todo después de que apenas horas antes el Ejecutivo y los agentes sociales anunciaran un pacto social contra la crisis que incluía la reforma de las pensiones, en línea con las pretensiones alemanas. El acuerdo elevaba la edad de jubilación hasta los 67 años y aumentaba el periodo de cálculo de la prestación.

El tema se ha tratado entre ambos países a nivel de ministros, pero no tenía sentido pedir ajustes de esa envergadura y luego reprobar un retoque a las primas”, constatan fuentes del sector. Apenas semanas después de la visita de Merkel, un grupo de inversores internacionales presentaba una demanda contra el Gobierno español ante un Tribunal de arbitraje en Londres por los cambios retroactivos introducidos en la remuneración a los productores fotovoltaicos. Las firmas afectadas, cuya inversión en España ronda los 4.000 millones de euros, tienen previsto reclamar una indemnización en torno a 400 millones de euros. Algunos como KGAL GmbH o Triodos Bank/Ampere Equity Fund tienen base en Alemania.

Según los cálculos que efectúa el sector, los bancos alemanes acumulan créditos en España por valor de 1.700 millones de euros, con Nordbank a la cabeza (605 millones), seguido de West LB (391 millones) y Deutsche Bank (204 millones). “Pero los bancos prácticamente no se han movido. Ni los españoles ni los extranjeros. Sebastián siempre decía a las empresas y asociaciones que contaba con el apoyo de la banca, que a las entidades financieras les salían las cuentas. Los recortes han dejado lo justo a los inversores para repagar los créditos pero en muchos casos han anulado prácticamente la rentabilidad”, explican fuentes del sector.

EEUU, la diplomacia más activa

El silencio de los representantes germanos en defensa de sus intereses en España ha resultado llamativo en estos meses de conflicto, sobre todo teniendo en cuenta la actividad diplomática que sí han desplegado otros países, como Estados Unidos. “Incluso el responsable de Comercio de la Embajada americana en España ha acompañado a empresas a alguna de sus reuniones con el Ministerio”, explican fuentes conocedoras de los contactos mantenidos con el Ejecutivo. De hecho, un portavoz de la legación norteamericana en Madrid expresaba en genérico el disgusto de su país en lo más duro del conflicto: “Nuestras empresas se han quejado de haber sido perjudicadas y discriminadas en España, sobre todo en algunos sectores en los que se necesitan licencias, permisos o se depende de la regulación”.

El propio embajador estadounidense, Alan D.Solomont, ya había acusado a España en alguna ocasión de discriminar a sus compañías en contratos públicos, con las consecuencias económicas que podría tener ese comportamiento “desleal”. Fuentes del sector insistían entonces en que la Embajada “ha sido siempre muy activa en defensa de los intereses de sus empresas”. También Bruselas censuró más recientemente la retroactividad en los huertos solares. Una carta firmada por los comisarios Gunter Oettinger (Energía) y Connie Hedegaard (Acción por el Clima) criticaba la “falta de estabilidad y previsibilidad” del marco legal español.

Según denuncia la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif) en su último Informe Anual, el mercado mundial aumentó en 2010 un 130%, “llegándose a conectar más de 2.100 megavatios sólo durante el mes de junio en Alemania”, primer mercado solar europeo. Su previsión de conectar casi 52.000 megavatios fotovoltaicos en 2020 multiplica por seis la estimación de sus perseguidores, España e Italia con más de 8.000. El Gobierno español, con el Real Decreto 1465/10, redujo un 5% de las ayudas para tejados pequeños, de un 25% en el caso de tejados grandes y de un 45% en suelo. Unos recortes extra que sirven para ahorrar y atajar en parte el déficit de tarifa, pero que según la industria deja sin rentabilidad numerosos proyectos.

Era demasiado castigo. La Embajada alemana en España decidió no incluir en la agenda de la última cumbre hispano-alemana reproches de Merkel a Zapatero por las medidas retroactivas aplicadas a la industria fotovoltaica. “Ni siquiera se le planteó a la canciller, porque fue la misma Embajada la que decidió que no era momento para abordar la cuestión poco después de haber exigido al Ejecutivo español que acometiera reformas económicas de calado”, aseguran fuentes conocedoras del episodio. Como publicó este diario, las entidades financieras alemanas son las que tiene un mayor riesgo comprometido en la industria solar española.

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