"Somos incapaces de convertir la ciencia en dinero y así es difícil un crecimiento sostenible"

Desde que estalló la crisis financiera en 2007 y se produjo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España no se ha dejado de decir que el país necesita cambiar el modelo productivo para salir adelante. Pasar de la construcción como pilar de la economía a la investigación.

“Se ha dado algún paso en este sentido, aunque desde mi punto de vista, muy pocos”, explicaba ayer Iñigo Segura, director general de la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit) durante la presentación de sendos estudios sobre la cooperación entre empresas y organismos de investigación.

“Sí ha aumentado ligeramente la inversión en I+D+I pero necesita un acelerón” asegura Segura, que defiende que uno de los ejes fundamentales para el cambio pasa por “atender de manera mucho más seria la dificultad de hacer dinero con la tecnología”, apunta. 

“Somos incapaces de convertir la ciencia, siendo en noveno productor, en dinero y así es muy difícil que esta forma de crecimiento sea sostenible”. Y es que según el último estudio realizado por el Fedit a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística, las empresas que cooperan con organismos de investigación obtienen mejores indicadores que las que no lo hacen, así como una mayor actividad internacional y mejores tasas de crecimiento.

Además, del informe se desprende que en el sector manufacturero, las empresas que cooperan con centros tecnológicos son entre un 83% y un 143% más grandes por volumen de negocio y exportan entre un 101% y un 334% más que las que no lo hacen, mientras que la intensidad de la I+D+I en el sector servicios es entre un 90% y un 119% mayor que en las que no acuden a centros tecnológicos.