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“Estoy asombrado por la respuesta de los empresarios al manifiesto dirigido al Rey”
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DECLARACIONES A EL CONFIDENCIAL DE EDUARDO SERRA

“Estoy asombrado por la respuesta de los empresarios al manifiesto dirigido al Rey”

Los nervios empezaron a aflorar entre los influyentes personajes que el lunes 15 de noviembre iban a ser recibidos en el Palacio de la Zarzuela por

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“Estoy asombrado por la respuesta de los empresarios al manifiesto dirigido al Rey”

Los nervios empezaron a aflorar entre los influyentes personajes que el lunes 15 de noviembre iban a ser recibidos en el Palacio de la Zarzuela por el Rey Juan Carlos. Hacía bastante tiempo que las manecillas del reloj habían pasado por las 6 de la tarde, hora fijada para el evento, y no había noticia de Su Majestad. Los retrasos habían empezado a acumularse de buena mañana, con motivo de la llegada a Torrejón de los últimos soldados españoles desplazados a Bosnia, ceremonia presidida por el Rey y a la que había asistido, además de la ministra Chacón, el propio Eduardo Serra. Y aquellos importantes empresarios que mataban el tiempo haciendo corrillos en espera del Monarca, tenían muchas cosas que hacer en sus respectivas empresas. Nervios.

Por fin apareció Don Juan Carlos, y ante los 70 empresarios y “expertos temáticos” que habían acudido a la audiencia real, del total de los 100 firmantes (50 por cada bando), reunidos todos en el pabellón exterior al Palacio que se utiliza para este tipo de audiencias en grupo, el Monarca se disculpó por la tardanza y agradeció la paciencia de los presentes. Ante el Rey, el ex ministro Eduardo Serra, alma mater del proyecto como presidente de la Fundación Everis, leyó con voz grave y templada un documento de dos folios –del que antes habían sido puestos al corriente los firmantes-, resumen del manifiesto intitulado “Un momento clave de oportunidad para construir entre todos la España admirada del futuro”, del que se hacía oficialmente entrega al Monarca.

La sociedad civil en marcha. En efecto, esta es la mayor movilización, en calidad y cantidad, efectuada en España por la llamada sociedad civil desde el nacimiento de nuestra democracia. La gravedad de la situación por la que atraviesa España es tal que ha logrado activar a gente normalmente muy reacia a significarse y hablar claro. El documento entregado al Rey pone de relieve, con una prosa francamente mejorable, la profundidad de la crisis económica que nos afecta, sus causas y consecuencias, y plantea la necesidad de abordar medidas urgentes en todos los ámbitos del sistema, medidas imprescindibles para generar un verdadero cambio si queremos evitar las amenazas que se ciernen sobre nuestro futuro a cuenta de la constante pérdida de posiciones de todos los indicadores relevantes del país.

El documento (subtitulado “Una visión optimista pero contundente de la Sociedad Civil española”) es, en realidad, una dura enmienda a la totalidad de las políticas aplicadas en los casi siete años de Gobierno de Rodríguez Zapatero. La iniciativa, por eso, no solo incide en la necesidad de tomar medidas que mejoren la competitividad de las empresas, sino que, entre otros, propone profundos cambios en el sistema educativo y naturalmente también en el ordenamiento jurídico, tal que una división real y efectiva entre los tres poderes clásicos y un cambio en el sistema electoral para que sea realmente proporcional, con eliminación de la Ley D'Hondt, lo que permitiría "la representatividad social de los políticos y el acercamiento a los votantes".

El Rey se “mojó” bastante en su respuesta

El Rey, al decir de algunos de los presentes en el acto, “se mojó bastante” en su respuesta al parlamento de Serra, que duró unos 12 minutos. Tras agradecer la iniciativa, instó a los reunidos “a trabajar todos juntos, porque todos tenemos que arrimar el hombro para superar esta situación. Aquí hacemos todo lo que podemos”. El monarca valoró muy positivamente el documento, "que es muy importante”, vino a decir, “porque en él está recogido lo que piensan muchos españoles que es necesario hacer para mejorar la situación de España”.

La idea surgió el pasado mes de marzo en el seno de la Fundación Everis. Serra, un hombre muy conocido por todo el establishment español en razón a su dilatada carrera empresarial y política, contactó personalmente con todos y cada uno de los firmantes del manifiesto. “A los muy conocidos, lo hice por teléfono, y a los menos les visité personalmente”. A todos se remitió un breve cuestionario, cuyas respuestas los redactores finales del documento –Marc Alba Otero y David García Hernández, de Everis- sintetizaron y consolidaron en el texto presentado al Rey.

El cuestionario estaba dividido en tres bloques. El primero, “Aspectos generales”, preguntaba sobre “¿Cuál es desde su perspectiva la situación actual de España en general y concretamente en su sector de actividad?” y “Las tres mayores preocupaciones y tranquilidades que perciben respecto a España”. El segundo, sobre “Aspectos particulares”, inquiría en “la percepción de España respecto a su Cultura, Educación, Ciencia, Innovación, Empresas, Emprendedores, Sistema Financiero y Agentes sociales”, y sobre “¿Cuáles son los agentes que más influencia tienen en España para impulsar un cambio de situación?”. El tercero, en fin, aludía a la “Percepción de España”, preguntando por “¿Cómo percibimos a España los españoles? ¿Cómo perciben a España fuera de España? ¿Qué impacto tiene en las empresas y la economía española la percepción que se tiene de ella?, y Si pudiera únicamente cambiar una cosa en España ¿Cual sería?”

“Realmente se trata de una iniciativa que parte de la Fundación Everis que responde al caudal de quejas que estábamos recibiendo sobre la situación del país”, asegura Serra a este diario. “Debo decir que prácticamente el 100% de los invitados a participar lo han hecho. La verdad es que me he quedado asombrado de la respuesta de empresarios y expertos, porque no me la esperaba. Entre el vicepresidente de Everis y yo mismo, nos hemos entrevistado con los 100 firmantes. ¡La verdad es que hacía mucho tiempo que no trabajaba tanto!”.

La Moncloa conocía la existencia del documento

La iniciativa ha sido respaldada por empresarios como César Alierta (Telefónica), Ángel Cano (BBVA), Alfredo Sáenz (Banco Santander), Juan María Nin (La Caixa), Antonio Brufau (Repsol), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Juan Abelló (Torreal), Santiago Bergareche (Cepsa), Juan Roig (Mercadona), Antonio Vázquez (Iberia), Pablo Isla (Inditex), Borja Prado (Endesa), Francisco Román (Vodafone), Felipe Benjumea (Abengoa), Ignacio Polanco (Prisa) o Baldomero Falcones (FCC). Incluso gente considerada próxima al Gobierno de Zapatero, como José Manuel Entrecanales (Acciona) y Antonio Catalán (AC-Hoteles), o abiertamente del PSOE, caso de Teófilo Serrano (Renfe).

¿Tendrá está iniciativa alguna continuidad? “Desde luego que sí, porque este no es un documento cerrado”, responde Serra, “tampoco es un recetario detallado de lo que hay que hacer, sino algo susceptible de ulteriores precisiones y adendas. El documento, en efecto, tiene más de diagnóstico que de propuesta concreta, y ya habrá tiempo de emprender estudios sectoriales con medidas específicas. En mi opinión, su importancia radica en la calidad y variedad de quienes han respondido, gente de distinta sensibilidad política –incluso nacionalistas-, de empresas distintas, de tamaños diferentes… en fin, creo que eso es algo que no se debería perder”.

De momento, parece que en La Moncloa se han dado cuenta de la importancia de la iniciativa. No pocos de los empresarios consultados ayer por este diario para efectuar esta información están convencidos de que la decisión de Rodríguez Zapatero de convocar a los 25 más importantes del Ibex está directamente relacionada con este documento. “Alguien le ha dicho que esto era una manifestación contra su política, y ha decidido ponerse al frente de la misma”. ¿Estaba el Presidente del Gobierno al corriente de la iniciativa? “Sí lo estaba”, responde el propio Serra. “El presidente sabía que se estaba preparando el documento y yo mismo se lo remití cuando estuvo terminado”.

Los nervios empezaron a aflorar entre los influyentes personajes que el lunes 15 de noviembre iban a ser recibidos en el Palacio de la Zarzuela por el Rey Juan Carlos. Hacía bastante tiempo que las manecillas del reloj habían pasado por las 6 de la tarde, hora fijada para el evento, y no había noticia de Su Majestad. Los retrasos habían empezado a acumularse de buena mañana, con motivo de la llegada a Torrejón de los últimos soldados españoles desplazados a Bosnia, ceremonia presidida por el Rey y a la que había asistido, además de la ministra Chacón, el propio Eduardo Serra. Y aquellos importantes empresarios que mataban el tiempo haciendo corrillos en espera del Monarca, tenían muchas cosas que hacer en sus respectivas empresas. Nervios.