Ana Patricia Botín se suma a la filantropía de los millonarios con una fundación para crear líderes

Las elites españolas han comenzado a constituir masivamente fundaciones, en general dotadas con escasos recursos económicos, pero con gran ánimo de repercusión social. Una de las últimas en sumarse al carro ha sido Ana Patricia Botín, quien ha recibido el visto bueno del Ministerio de Educación, que encabeza Ángel Gabilondo, para inscribir en el registro de este protectorado la fundación “Empieza por Educar”.

La presidenta de Banesto ha creado esta institución con una dotación inicial de 30.000 euros, cantidad habitual en estos casos, y con el objetivo de ayudar a que terminen las inigualdades educativas y la formación de líderes en España. Ana Patricia ha elegido para que le ayuden en esta tarea a dos personas de su confianza y, al igual que ella, líderes en el campo de la economía: Juan Carlos Barrabés y Carlos Trascasa.

 

Barrabés, de 40 años, fue elegido “joven líder global” en el último foro de Davos, junto a la ministra de Defensa, Carme Chacón. Se ha hecho popular en los medios de comunicación por ser el fundador de Barrabés.com, una de las primeras tiendas de éxito de venta de artículos por internet, que operaba desde el pueblo aragonés de montaña Benasque, aunque su verdadera profesión es la de consultor. Desde hace unos cuantos años asesora a Banesto y a su presidenta en temas de innovación

El otro patrono elegido para potenciar la fundación es Carlos Trascasa Arbide, socio director de la consultora de mayor prestigio internacional, la estadounidense McKinsey, y experto en el sector financiero, para el que augura una pérdida global de 50.000 empleados y más de 8.000 empleados durante los próximos años.

Tras los pasos de Universia

De esta manera, Ana Patricia Botín trata de emular los pasos de su padre Emilio Botín al frente del Banco Santander, que ha conseguido a través del proyecto Universia monopolizar las ayudas a la enseñanza, sobre todo universitaria, como primer objeto de las acciones de responsabilidad corporativa del grupo bancario. Aun así, compromisos menores en comparación con los asumidos por las primeras fortunas de EEUU.

El ministerio de Educación es uno de los que recoge, junto al de Sanidad, más fundaciones bajo su protectorado. Ha inscrito también ayer la fundación Hesperia, que es el nombre que los príncipes de Asturias han puesto como albaceas testamentarios del menorquín fallecido en febrero Juan Ignacio Balada Llabrés, quien dejó una considerable fortuna a los nietos del Rey.

La entidad, dotada de carácter nacional, nace con la intención de estudiar y apoyar la institución monárquica, tal como lo deseaba Balada, además del fomento de la cultura, el apoyo a proyectos sociales y a la formación de los jóvenes. Los patronos elegidos lo son también de la fundación Príncipe de Asturias, el notario Enric Brancós y Gonzalo Urquijo, único español en la cúpula de Arcelor Mittal.