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La innovación en la investigación de mercados: el coolhunter como "cazador" de tendencias
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EL COOLHUNTER COMO "CAZADOR" DE TENDENCIAS

La innovación en la investigación de mercados: el coolhunter como "cazador" de tendencias

La aplicación de las nuevas tecnologías al ámbito empresarial ha dado lugar al surgimiento de nuevos perfiles profesionales, e incluso a la modificación de los ya

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La innovación en la investigación de mercados: el coolhunter como "cazador" de tendencias

La aplicación de las nuevas tecnologías al ámbito empresarial ha dado lugar al surgimiento de nuevos perfiles profesionales, e incluso a la modificación de los ya existentes, para aprovechar las oportunidades que ofrece la Web 2.0. En cuanto a la investigación de mercados, los recursos online han potenciado la aparición de una figura incipiente en las grandes compañías, el coolhunter o cazador de tendencias.

El sociólogo, consultor y analista de consumo, Victor Gil, define este nuevo perfil como la persona encargada de “detectar, registrar y ofrecer a la empresa información válida y relevante sobre innovación y tendencias que puedan tener un impacto positivo o negativo sobre el negocio”. El fin es aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas que estos factores puedan plantear.

Las tendencias coolhunting fueron el tema que vertebró la última conferencia ofrecida en el foro de ‘Debate y conocimiento’ de la Fundación Telefónica celebrada esta semana. Remontándonos a sus orígenes, la profesión de coolhunting nació en el sector de la moda, aunque se ha expandido a otros sectores empresariales con el objetivo de diagnosticar la evolución que siguen los patrones de consumo en la sociedad y ofrecer nuevas oportunidades ea los planes estratégicos de las compañías.

Victor Gil apunta que el surgimiento de un perfil de estas características viene dado por “la velocidad actual con la que se difunde la innovación gracias a la Web 2.0 y los Social Media, además de por la fashionización de los mercados”, ya que cada vez más ámbitos se rigen por criterios de moda, unos patrones que evolucionan a gran velocidad.

Las competencias necesarias para ser coolhunter, según especifica Gil, se pueden resumir dos: “la disposición de altos niveles de observación sobre todo lo que sucede en el entorno y la necesidad de comprender todo lo que en él acontece”. Antes, cuando los avances tecnológicos no eran tan significativos e investigar en Internet no ofrecía las mismas posibilidades que ahora, la detección de modas se llevaba a cabo realizando trabajo de calle.

En la actualidad, las herramientas 2.0 permiten conocer la opinión de expertos con presencia en Internet en relación a un sector empresarial concreto, para proceder posteriormente al aprovechamiento de las estadísticas en la creación de nuevos productos o estrategias de comunicación.

Asimismo, aplicaciones como TweetmemeThe archivist ofrecen la oportunidad conocer cuáles han los temas que más han circulado por Twitter en un periodo determinado, mientras Google Insights for Search muestra la frecuencia con la que se pregunta por algo en Google, pudiendo deducir a partir de ello cuáles los gustos y preferencias del consumidor, y hacia dónde tienden.

El presidente de la Asociación Española de Coolhunting y Consejero Delegado de la agencia Coolhunting Community, Manuel Serrano, señala que esta gestión 2.0 de la actividad proviene de una rama de la sociología, la netnografía, que investiga cómo se desenvuelve el consumidor en el entorno online.

Para Serrano, el secreto del coolhunting se halla en prever cuáles serán las tendencias de consumo en un futuro, “de aquí a cuatro o cinco años”, para anticiparse a al competencia. De este modo, se requiere un seguimiento continuo del mercado, el sector, las empresas competidoras y el consumidor para “no limitarse a las tendencias actuales, sino ir más allá”.

Esta visión sobre el futuro añade cierto matiz visionario a la profesión, aunque Serrano asegura que, pese “al margen de error existente  que puede hacer que los resultados vayan en una o en otra dirección”, la utilización de una metodología garantiza unos resultados sólidos y aplicables.

Por otro lado, Victor Gil añade que las conclusiones obtenidas a partir del coolhunting pueden ser aprovechadas para promover una nueva faceta profesional, el coolfarming, el cuál promueve la creación de tendencias. De este modo, “se aprovecha el conocimiento adquirido en la investigación previa, además de los argumentos ofrecidos por los líderes de opinión, para su utilización a favor de la empresa”.

La aplicación de las nuevas tecnologías al ámbito empresarial ha dado lugar al surgimiento de nuevos perfiles profesionales, e incluso a la modificación de los ya existentes, para aprovechar las oportunidades que ofrece la Web 2.0. En cuanto a la investigación de mercados, los recursos online han potenciado la aparición de una figura incipiente en las grandes compañías, el coolhunter o cazador de tendencias.

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