Concentración entre los hedge funds: Man Group compra GLG por 1.600 millones de dólares

La firma de hedge fund Man Group ha comprado a su rival GLG Partners por 1.600 millones de dólares para crear un nuevo gigante en la industria tras la reestructuración que ha supuesto la crisis financiera.

Man Group, que ya era antes de la operación el mayor gestor de fondos de alto riesgo del mundo, ha asegurado en un comunicado que la adquisición de GLG le aportará al grupo unos activos bajo gestión de cerca de 63.000 millones, un nivel que todavía se sitúa por debajo del que tenía el fondo antes de que estallara la crisis.

"Parece ser un precio bastante justo", aseguró a Reuters una analista de Singer Capital Markets. "Cuando compras un negocio a alguien lo que cuenta es lo que puedes hacer con él después", explicó.

Así, los accionistas de GLG obtendrán 4,5 dólares una vez que se cierre la compra, lo que supone una prima del 55% respecto al cierre de GLG del pasado viernes. La operación se espera esté completamente cerrada a finales del mes de septiembre.

El acuerdo se estructurará en una oferta en efectivo a los accionistas de GLG y una oferta en acciones a los directivos de la firma, principalmente en el caso de los co-CEO Emmanuel Roman y Noam Gottesman, así como al gestor estrella Pierre Lagrange.

Estos tres podrán obtener 500 millones de dólares en acciones y han acordado no vender esos títulos en, al menos, dos años.

Pero esta no ha sido la única gran operación dentro del sector. A finales de abril, el fondo F&C Asset Management compró Thames River Capital por 53.6 millones de libras, con el fin de impulsar de nuevo su negocio, según manifestó la cúpula directiva de la firma.

Operaciones que tienen lugar con la polémica sobre la regularización del sector como mar de fondo. En este sentido, la canciller alemana, Angela Merkel aboga por imponer un impuesto internacional a las transacciones financieras con el fin de poder frenar la especulación en los mercados.

También Reino Unido había expresado con anterioridad sus temores sobre que un endurecimiento de la regulación financiera pudiera afectar a los intereses de la City londinense.