Los gobiernos, al rescate de la industria automovilística

La subida del precio de los combustibles, junto con la crisis financiera, que redujo la cantidad de crédito en los mercados y erosionó la confianza de los consumidores llevaron a la industria automovilística al borde de la quiebra. El salvavidas del sector ha venido de la intervención pública en 2009. Gracias a los gobiernos, el valor de las fusiones y adquisiciones creción hasta un 286% alcanzando los 121.900 millones de dólares, frente a los 31.600 del año anterior. Hay que tener en cuenta que la importancia de éstas es esencial para llevar a cabo los cambios necesarios para la supervivencia y el éxito del sector.

El colapso de la industria se ha logrado evitar, y el entorno actual del mercado está mostrando signos positivos, aunque la mano echada por el departamento del Tesoro estadounidense no ha conseguido que se incremente el número de operaciones llevadas a cabo: 532, concretamente, un 3% menos que en 2008 y la cifra más baja desde el año 2004.

El informe Fusiones y Adquisiciones en el mercado global de la automoción en 2009, elaborado por PricewaterhouseCoopers destaca que,de las diez mayores operaciones llevadas a cabo a lo largo del año, únicamente tres resultaron ser adquisiciones estratégicas. Eso sí, todas ellas se iniciaron antes de 2009 y representan el 92% del valor total de las operaciones realizadas, frente al año anterior, cuando el top 10 sólo representaba el 66%. Las diez superaron los 2.000 millones de dólares. Destaca la inversión de 69.100 millones de dólares del departamento del Tesoro para la reestructuración de General Motors o Chrysler.

Tendencias de la industria para 2010

PricewaterhouseCoopers dedica el último capítulo del informe al comportamiento del sector en un futuro cercano. La consultora considera que el capital privado tardará en volver al mercado de las fusiones y adquisiciones del sector tras la escasa rentabilidad de años precedentes. Además, prevé que las desinversiones continúen durante todo este año, así como las subvenciones e incentivos fiscales por parte de los gobiernos.

Por otra parte, las nuevas regulaciones, tecnologías y exigencias de los consumidores impactarán directamente en las transacciones de este mismo año y probablemente de la próxima década. Es el caso de las emisiones de CO2, los coches eléctricos, etcétera.

Por último, el informe refleja que el crecimiento de muchos países en desarrollo impulsará operaciones en los próximos años, como el acuerdo entre General Motors y  la Shangai Automotive Industry Corporation. En este sentido, será el año de la consolidación de los fabricantes chinos, así como de sus proveedores, para competir a escala global.