La alargada sombra de Jerôme Kerviel

Amargo aniversario el que celebra este lunes Société Générale. El segundo mayor banco de Francia por capitalización reconocía el 25 de enero de 2008 que un trader de 31 años llamado Jerôme Kerviel había provocado pérdidas a la entidad de 4.900 millones de euros.

Era el colofón a una semana de pánico inversor y fuerte volatilidad en los mercados. De hecho, sólo cuatro días antes, el Ibex sufría la mayor caída de su historia: -7,54%. Su particular black friday. Aquel 21 de enero de 2008 nadie se fue a casa hasta antes de las once de la noche. Algunos, incluso, salieron del trabajo al día siguiente, sólo para volver un tiempo después, tras unas escasas horas de sueño y una ducha reponedora. La Bolsa de Madrid no había caído tanto desde el 19 de agosto de 1991. Las cosas no pintaron mejor aquel día para el resto de Europa, sí para Wall Street, que celebraba la festividad del día de Martin Luther King.

El cierre de las enormes posiciones en futuros que dieron lugar a las pérdidas de 4.900 millones en Société Générale tuvo buena parte de la culpa del lunes negro vivido por las bolsas aquella semana.

Apenas dos meses antes del crash, la bolsa española fijaba máximos anuales, al borde de los 16.000. Con el comienzo de 2008, sin embargo, se inició un largo y tortuoso camino bajista de las bolsas, tímidamente interrumpido en marzo de ese mismo año, y que se prolongaría un año más hasta fijar, en marzo de 2009, mínimos al borde de los 7.000 puntos.

Aún hoy, dos años después, el nombre Kerviel sigue muy presente en los mercados, especialmente en la bolsa española. "Cuando se inició la caída a finales de 2007, uno de los niveles importantes del mencionado proceso bajista lo encontramos en los 11.943 puntos del Ibex. Se trata del mínimo en donde se detuvo el desplome que provocó la venta masiva de futuros por parte de Société Générale, nivel al que yo denomino mínimo de Kerviel", explicaba hace unos meses el analista técnico Yosi Truzman a Cotizalia.com. Este nivel sirvió de soporte durante los seis meses posteriores, hasta que se perforó a principios del mes de julio. Desde el pasado mes de septiembre, el Ibex está intentando superar una resistencia muy relevante: el mínimo de Kerviel situado entre 11.937 y 12.078.

¿Pero quién era Kerviel y cómo provocó un agujero de esas dimensiones a SG?

Jerôme Kerviel entró en Société Générale en el año 2000, por el middle y el back office, que se encarga especialmente de servicios de control de la entidad tales como el riesgo. Se unió al front y a la sala del mercado en 2005. Conocía así todos los engranajes del sistema. Trabajaba solo y según la versión oficial que el banco galo ofreció entonces, lo hacía agazapado detrás de su ordenador desde donde fue capaz de burlar todas las formas de control de la entidad en una especie de juego virtual, como el Second Life de las finanzas.

Las pérdidas se originaron por posiciones tomadas en futuros estándar (plain vanilla) sobre índices europeos en 2007 y 2008 por Kerviel. Una vez detectadas en el fin de semana del 19 y 20 de enero, el banco procedió a su liquidación "tan rápido como fue posible en el mejor interés de la integridad del mercado y de los accionistas del Grupo", según reconoció Société Générale. Se trataba de futuros sobre el EuroStoxx 50, y esta liquidación hizo que la pérdida inicial del lunes 21 en las bolsas europeas -en torno al 2%- se convirtiera en más del 7%.

El tamaño de la posición rondaba 1,5 millones de contratos cuyo valor nominal estaba entre 45.000 y 70.000 millones en función de la fecha en que se tomara la posición. Para cerrarla, Société Générale vendió esos futuros; y dado que la negociación habitual del contrato del EuroStoxx está entre 800.000 y un millón de contratos diarios, una venta de este calibre hundió la cotización. De hecho, el lunes se negociaron tres millones de contratos sobre este índice, que agrupa a los 50 principales valores de la zona euro, tal y como adelantó en exclusiva El Confidencial.

Las acusaciones y el ataque indiscriminado del banco durante los primeros días hizo que comenzara a cobrar fuerza la teoría del chivo expiatorio. No en vano, eran muchas las voces que clamaban cómo era posible que Société Générale no hubiera tenido conocimiento de las operaciones de su trader a quien llegó a calificar de terrorista. Quedaba al descubierto la falta de controles del banco galo.

El propio Kerviel llegó a declarar a la policía: "No puedo creer que mis superiores no se dieran cuenta del dinero que estaba comprometiendo. Era imposible generar dichas ganancias con pequeñas posiciones. Las técnicas que usé no eran todas sofisticadas. Cualquier sistema correctamente instalado es capaz de detectar esas operaciones".

También las autoridades públicas francesas se llevaron las manos a la cabeza. Nicolas Sarkozy lanzó una advertencia al entonces presidente del banco, Daniel Bouton: "Una crisis como ésta no puede quedar sin consecuencias ni responsabilidades. Cuando se produce un hecho de esta naturaleza, cada uno debe preguntarse por sus responsabilidades”. En mayo en 2009, Bouton sucumbía a las críticas y presentaba su dimisión.

Société Générale todavía no ha salido del agujero

Desde aquel 25 de enero de 2008, la entidad gala intenta sobreponerse al golpe sufrido. No hay que olvidar que ese mismo día también reconoció haber perdido 2.050 millones de euros como resultado de su exposición a las subprime estadounidenses.

La crisis financiera no ha ayudado, como tampoco lo han hecho los cambios en la cúpula directiva. A la dimisión de Bouton han seguido la de Jean-Pierre Mustier, miembro del comité ejecutivo del banco y la de Robert Day, administrador del grupo, acusados de un presunto delito de información privilegiada.

En el plano económico, las cifras tampoco ayudan. Prueba de ello es el profit warning lanzado por la compañía la semana pasada. Entonces advirtió de que sus resultados en el cuarto trimestre serán peores de lo esperado debido a las amortizaciones y provisiones, de unos 1.400 millones de euros, que ha tenido que hacer por los activos de riesgo.

El juicio será en junio, dos años y medio después

Hoy, dos años después, la figura de Jerôme Kerviel sigue muy presente en la entidad. Cuando Société Générale hizo pública su identidad, el trader estuvo desaparecido varios días hasta que la policía lo puso a disposición judicial. El juez sentenció que sería procesado por abuso de confianza, falsificación y violación de la seguridad de sistemas de tratamiento de datos informáticos, pero no por fraude. Tras permanecer en la cárcel un mes y diez días, el proceso judicial se ha ido retrasado en varias ocasiones ante los cambios de abogados del operador.

Su cita con la justicia ya tiene fecha: 25 de junio de 2009. Kerviel, se enfrenta ahora a penas de dos años de cárcel por haber entrado en el sistema informático del banco y de cinco por estafa. Tales cargos significan una pena máxima de cinco años de cárcel y 375.000 euros en multas.

Durante este tiempo, Kerviel ha intentado seguir adelante con su vida. Tras ser despedido de Société Générale permaneció varios meses en el anonimato. Hasta febrero de 2009, cuando decidía aparecía por primera vez en la cadena de mayor audiencia en Francia, FT1. Entonces reiteró que el banco estaba al corriente de sus posiciones sobre los mercados financieros y que sus superiores le animaron. También dijo: "lucharé hasta el final".

Dos meses más tarde encontraba trabajo como consultor de LCA, curiosamente una sociedad especializada en asesoramiento informático. Su vida ha inspirado incluso una obra de teatro que abrió el pasado mes de septiembre la nueva temporada del Teatro de Niza. También ha cosechado numerosos fans en Facebook, comunidad virtual de la que era miembro. La sombra de Kerviel es alargada, que diría la primera novela de Miguel Delibes.