El Gobierno se plantea mantener la deducción de 400 euros para los que ganen menos de 20.000

El mantenimiento de la deducción de los 400 euros para las rentas más bajas, que la dirección del PSOE ha transmitido esta semana a sus cargos electos, tendrá como tope unos ingresos anuales de 20.000 euros. Ésa es la cifra que el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) ha incluido en un informe que ha eleborado a petición del Gobierno sobre el impacto de la medida, que cuantifica en 1.400 millones de euros.

Así lo ha explicado este jueves el director de este organismo, José María Labeaga, en el congreso de la Organización de Inspectores de Hacienda que se está celebrando en Valladolid. Según Labeaga, hay que trabajar con escenarios que van desde la supresión total de la deducción hasta su mantenimiento tal como está, "y en el justo medio está la virtud".

El impacto recaudatorio del mantenimiento de esta deducción por debajo de los 20.000 euros sería de unos 1.400 millones de euros, según los cálculos del IEF, que habría que restar de los 11.000 millones de incremento de la recaudación que el Ejecutivo estima que tendrá la subida de impuestos. Por tanto, dicho incremento se quedaría en unos 9.600 millones, frente a un déficit público que alcanzará 95.000 millones de euros en 2009, según las previsiones oficiales, y 110.000 millones según la mayoría de las estimaciones.

Esta medida daría satisfacción a las demandas de los grupos parlamentarios de izquierda (IU-ICV y ERC) de introducir una mayor progresividad en la subida de impuestos que contiene el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Se sumaría así a la distinción de dos tramos para las rentas del capital: hasta 6.000 euros, que serán gravados al 19%; y las cantidades superiores a esa cifra, que irán al 21%.

Labeaga también ha admitido que el IEF ha elaborado estudios sobre muchas posibles medidas que pueden aumentar la progresividad del proyecto de Presupuestos. Entre ellas se encuentra la subida de tipo marginal del IRPF, el que se aplica a las rentas más altas, en hasta cinco puntos porcentuales. Una medida que tendría mucho eco mediático y agradaría a los socios parlamentarios de Zapatero, pero cuyo impacto recaudatorio sería muy pequeño según todos los expertos.

El director del IEF también ha defendido que la subida del IVA, si bien no es progresiva, "no es en absoluto regresiva, y desde luego es mucho menos regresiva que otras alternativas". Esto se debe a que las personas con rentas más bajas consumen muchos más bienes a los que se aplica el IVA superreducido (que se mantiene en el 4%), y también gravados con el tipo reducido, que sólo sube del 7% al 8%. Por el contrario, las rentas más altas consumen una proporción mucho mayor de bienes y servicios gravados al tipo general, que pasa del 16% al 18%.

Por ello, el impacto de esta subida será mucho mayor sobre las rentas altas que sobre las bajas, tanto en términos absolutos (millones de euros), como si se mide en coste per cápita.