Los bancos piden a la CNMV la prohibición total de las posiciones bajistas

Los bancos españoles prosiguen su batalla contra las posiciones bajistas en bolsa, a pesar de que la recuperación de las cotizaciones ha alejado este debate del primer plano de la actualidad. Así, la patronal del sector, AEB, ha enviado una carta a la CNMV en la que insta al supervisor a prohibir totalmente, durante un período limitado de tiempo, de este tipo de operaciones, que considera "potencialmente dañinas para las entidades de crédito".

Fuentes del sector añaden que la asociación ha mantenido contactos informales con el supervisor para tratar este tema. No obstante, un portavoz de la CNMV niega que haya habido más reuniones que las mantenidas en abril con representantes de los actores implicados: bancos, gestores, firmas de bolsa y expertos independientes. En dichas reuniones no fue posible llegar a ningún acuerdo porque las posturas estaban muy encontradas.

El supervisor ha mantenido desde entonces la postura oficial de que cualquier posible medida sobre los cortos debe tomarse en el conjunto de la Unión Europea, algo en lo que está trabajando actualmente el comité de supervisores europeos (CESR). De hecho, con la relajación de los mercados, están desmantelando las medidas preventivas que pusieron en marcha a principios de año en plena debacle del sector financiero en bolsa.

Pero más importante que eso es que la CNMV no tiene competencias para prohibir las posiciones bajistas, sino que una medida así debe ser adoptada por el Gobierno mediante una modificación de la Ley del Mercado de Valores. Eso sí, puede proponer al ejecutivo dicha modificación, o al menos la redacción de una norma de menor rango que permita la prohibición temporal de los cortos que solicitan los bancos.

Algunas entidades entienden que prohibir los cortos es una medida que sólo puede tener un alcance temporal, porque hacerlo definitivamente sería distorsionar el mercado. Ahora bien, son partidarios de adoptar medidas permanentes que vayan más allá de obligar a comunicar las posiciones bajistas superiores al 0,25% del capital, que es la única medida tomada hasta ahora en España.

Demostrar que se tienen las acciones

Así, hay quien propone que, además de comunicar esas posiciones, se exija demostrar que se poseen las acciones vendidas. Aquí, al igual que en EEUU, están prohibidos los llamados "cortos desnudos", que consisten en vender las acciones en mercado sin haberlas conseguido primero; esta práctica alimenta las tendencias bajistas al permitir tomar estas posiciones a gran velocidad. Esta propuesta obligaría a los inversores bajistas a revelar quién les ha prestado las acciones vendidas y dónde están depositadas, algo que ahora mismo es imposible de averiguar porque la mayoría de los prestamistas de acciones son grandes custodios domiciliados en el extranjero.

Las posiciones cortas ganan cuando un valor baja en bolsa. Consisten en tomar prestados los títulos que no se poseen y venderlos ingresando un dinero. Si el valor baja, se recompran en mercado a un precio inferior con una parte del dinero ingresado. La parte que sobra es la ganancia para el inversor, es decir, la diferencia entre el precio de venta inicial y de compra posterior.

La operativa en corto de las grandes instituciones ha sido acusada de provocar el desplome de los valores financieros en todo el mundo a finales del año pasado y principios del actual, favorecida, según el sector, por los informes negativos de sus propios analistas. Eso ha obligado a tomar medidas en casi todos los países para controlar esta operativa, y es lo que tiene en pie de guerra a la banca española.