Los 'petrodólares' ponen sus ojos en los bancos europeos Deutsche Bank y HSBC

Dubai´s Internacional Financial Centre (DIFC), entidad estatal de los Emiratos Arabes Unidos dedicada a la gestión de un parque empresarial financiero, ha tomado una participación del 2,2% en Deutsche Bank por unos 1.300 millones de euros, según ha anunciado la compañía esta misma mañana a través de su agencia de comunicación Gavin & Co.

La operación sucede a otras similares anunciadas por entidades de Oriente Próximo que persiguen diversificar riesgos y completar sus fuentes de ingresos, vía dividendos, por ejemplo.

Así el pasado 1 de mayo, Dubai Internacional Capital LLC anunció la compra de una participación significativa en el británico HSBC, el mayor banco de Europa por capitalización bursátil. En esta entidad de la que Maan Abdulwahed al Sanea, un inversor saudí, ya tiene una inversión indirecta del 3,1% desde el pasado mes de abril.

Por su parte, Istithmar PSJC, el brazo inversor del Gobierno de Dubai, anunció el año pasado la adquisición de un 2,7% del capital de Standard Chartered.

Se da la circunstancia de que tanto HSBC como Standard Chartered cuentan con importantes bases operativas en los países del Sureste Asiático, de clara influencia musulmana, donde los jeques árabes están construyendo igualmente importantes participaciones accionariales en sectores como la construcción.

Con los precios del crudo a los niveles actuales los países del Golfo Pérsico y Rusia cuentan con cerca de 600.000 millones de dólares anuales para “reciclar “ en los mercados de capitales de todo el mundo. Una inyección de liquidez que, de momento, se está centrando en los bancos europeos.