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"El de gafas no ve nada": el nuevo ataque de ira de Medvedev que le deja fuera de Montecarlo
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ANTE KAREN KHACHANOV

"El de gafas no ve nada": el nuevo ataque de ira de Medvedev que le deja fuera de Montecarlo

El tenista ruso perdió el control, por segundo partido consecutivo, por una bola del rival que el juez de silla cantó como buena, esta vez, estallando con lanzamiento de raqueta incluido

Foto: Medvedev, enfadado por la decisión del juez de silla. (Reuters/Denis Balibouse)
Medvedev, enfadado por la decisión del juez de silla. (Reuters/Denis Balibouse)

Daniil Medvedev vuelve a estar en el centro de la polémica. El tenista ruso cayó eliminado este jueves de los cuartos de final de Montecarlo ante su compatriota Karen Kachanov (6-3 y 7-5), dejando una imagen dantesca en el tramo final del encuentro. Y es que el número cuatro del mundo perdió los nervios en pista por segundo día consecutivo, esta vez, explotando de manera incontrolada por una acción repetida que le hizo salirse del partido.

Todo comenzó este miércoles, en el partido de octavos de final ante Gael Monfils. Después de ganar el primer set con comodidad (6-2), la segunda manga se complicó, poniéndose 1 a 4 abajo, momento en el que llegó el enfado de Medvedev por una polémica bola. El ruso consideró que una bola del galo se había ido larga, pidiendo explicaciones a Mohamed Lahyani, juez de silla, de por qué no la había cantado mala. Y llegó el gran enfado.

Foto: Auger-Aliassime tratará de reencontrarse. (EFE/EPA/Ray Acevedo)

Durante varios minutos, mostró su descontento con el juez de línea y, posteriormente, con el propio Lahyani, al no entender que no cantara fuera esa bola. El tenista ruso consideraba que el bote estaba claramente fuera de la pista y no entendía por qué no se corregía la decisión. A pesar de ello, cogió aire, respiro y volvió a concentrarse, para conseguir dar la vuelta al parcial y lograr la clasificación a cuartos de final por 6-2 y 6-4. En rueda de prensa, entonaba el mea culpa.

"Sé quién soy y de dónde vengo. Me conozco y sé cuál es mi actitud, así que sé que, a veces, me volveré loco en la cancha, ya sea por mí mismo, por mi equipo, el público o el árbitro. Va a volver a pasar. Estoy intentando trabajar para que me vuelva loco menos veces y afecte menos a mi juego", explicaba tras ganar a Monfils. Pero lo que nadie esperaba era que ese 'volverá a pasar' tuviera lugar solo un par de horas después de reconocer que había perdido el control.

Monumental enfado

Un día después, ante Khachanov, volvió a las andadas. Tras perder el primer set por 6 a 3, en el momento decisivo del partido, un déjà vu le hacía volver a perder el control. Con 5 a 5 en la segunda manga y 15-30 para su rival, una nueva bola dudosa era cantada como buena... cuando Medvedev claramente la veía fuera. En ese momento, en un punto clave que podía decidir el partido, el número cuatro del mundo no pudo controlar sus impulsos.

"Pero, ¿quién tomará medidas? Este miércoles, la pelota estaba fuera. Este jueves, otra vez, la bola vuelve a estar fuera. ¿Quién va a asumir la responsabilidad? No soy yo quien arbitra el partido, sino este tipo con gafas. Y no las necesita porque no ve nada. Son 15-30 y 5-5. ¿Por qué? Es el segundo día consecutivo. Abre tus ojos. Abre tus malditos ojos. Haz algo. La bola está fuera", le decía claramente enfadado a Carlos Bernardes, el juez de silla del encuentro.

Con 15 a 40 y completamente fuera del partido, cometía una doble falta que provocaba el break de Khachanov. Cegado por la ira, lanzó la raqueta con todas sus fuerzas contra el fondo de la pista, lo que le costó el correspondiente warning. Khachanov aprovechó la oportunidad y confirmó la rotura con su servicio para llevarse la victoria por 6-3 y 7-5 para lograr la clasificación a las semifinales del torneo de Montecarlo, aumentando el enfado tremendo de Medvedev.

Daniil Medvedev vuelve a estar en el centro de la polémica. El tenista ruso cayó eliminado este jueves de los cuartos de final de Montecarlo ante su compatriota Karen Kachanov (6-3 y 7-5), dejando una imagen dantesca en el tramo final del encuentro. Y es que el número cuatro del mundo perdió los nervios en pista por segundo día consecutivo, esta vez, explotando de manera incontrolada por una acción repetida que le hizo salirse del partido.

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