La caída a los infiernos del pupilo de Toni Nadal que sonríe por la baja de Alcaraz en Montecarlo

La inesperada baja de Carlos Alcaraz en Montecarlo es motivo de felicidad para un jugador que hace no mucho era considerado un grande. Y es que Felix Auger-Aliassime era el primer rival del español en la arcilla monegasca, pero la ausencia del murciano le permite evitar al español y, ahora, su rival será Lorenzo Sonego. O, dicho de otra manera, se medirá a un tenista más asequible para tratar de reencontrarse y olvidar la grave crisis de juego en la que está sumido.

Hace solo un par de temporadas, Auger-Aliassime se convirtió en una de las grandes revelaciones del circuito. El canadiense empezó a darse a conocer en 2018, cuando alcanzó las semifinales de Miami. A partir de ese momento, el tenista nacido en Montreal comenzó a demostrar un juego de enorme nivel, apoyado en su saque y su poderosa derecha, armas con las que derrotó a deportistas de la talla de Rafa Nadal, Roger Federer o Novak Djokovic. Casi nada.

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Pero su salto cualitativo llegó en 2021, cuando alcanzó las semifinales del US Open. Aupado como el sexto mejor tenista del mundo, empezó a demostrar que, a pesar de su juventud, tenía nivel suficiente como para luchar con los mejores y que solo le faltaba un paso para lograr éxitos de mayor nivel. Por aquel entonces, el único pero que se le podía poner era en las finales: había jugado ocho... y las había perdido todas. Era el momento de ir un paso más allá.

Los títulos no tardaron en llegar, momento en el que decidió contar con Toni Nadal como entrenador para mejorar su consistencia. La idea no era solo trabajar en lo deportivo, sino también en el aspecto psicológico para mostrar una mayor regularidad en pista. Pero comenzaron a llegar las dudas y aquel tenista que era un vendaval cuando se soltaba, empezó a tener dudas, problemas con su juego y, sobre todo, una irregularidad imperdonable para estar entre los mejores del mundo.

Así, aquel tenista que llegó a ser número 6 del mundo, empezó a mostrarse más inseguro de lo normal. Tras ganar cinco títulos casi seguidos en 2022, la siguiente temporada fue un verdadero desastre para Auger-Aliassime: solo jugó 42 partidos, ganando 23 y perdiendo 19, y solo ganando un título, en Basilea. Su mal año le hizo acabar fuera de los veinte mejores del mundo, algo que este curso sigue sin solucionar. Ha recuperado algo de juego, pero no resultados.

El canadiense ha disputado 16 partidos esta temporada, de los que solo ha conseguido ganar 8, con las semifinales de Montpellier como mejor resultado. Es cierto que está empezando a jugar mejor, mostrando más solidez y una mejor versión en pista, pero sigue muy lejos de aquel nivel que le consolidó como uno de los jóvenes más prometedores del circuito. Otros como el propio Alcaraz, Sinner, Rune, Shelton o Ruud le han pasado por la derecha de largo.

"Para mí, es muy decepcionante lo que me está pasando porque en los entrenamientos me encuentro bien y físicamente me veo en forma, así que espero que solo sea cuestión de tiempo volver a mi mejor versión. Es fundamental pasar la primera ronda de los torneos como pueda, creo que eso será un punto de inflexión porque recuperaré algo de confianza, pero no he podido hacerlo en los últimos torneos. Debo mantener el optimismo y seguir trabajando duro", afirmaba hace meses.

Por si fuera poco, las lesiones han hecho acto de presencia y al joven de 23 años le han llegado las dudas. Aún tiene mucho camino por delante, pero necesita mejorar para reencontrarse con el jugador que un día fue. Sin embargo, debutar en Montecarlo ante un bicho como Alcaraz no era lo ideal para recuperar confianza, pero su baja le abre la puerta para tratar de recuperar confianza en el primer torneo importante de tierra batida. ¿Podrá Auger-Aliassime mostrar su mejor versión?