"Nos afectó muchísimo": el ya exentrenador de Djokovic cuenta qué tuvo que ver Alcaraz en su ruptura

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24 Grand Slam, 40 Masters 1.000, siete ATP Finals y jugador con más semanas al frente del ránking ATP. Hablar de Novak Djokovic es hacerlo del mejor tenista que ha habido en la historia si nos ceñimos a los números y dejamos a un lado los gustos. Un jugador capaz de lograr todo lo anterior compartiendo época con los otros dos más grandes que ha habido.

Nole cumplirá los 37 años en mayo y muy pocos se atreven a dudar de su nivel, por mucho que lleve algunos meses sin sumar ningún título. Su último encuentro fue en Indian Wells, cayendo en la tercera ronda contra el italiano Luca Nardi, un encuentro que nunca se le olvidará al ser el último que jugó con Goran Ivanisevic como entrenador.

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Djokovic dio a conocer la decisión de que ambos separaban sus caminos tras un ciclo de cuatro años en los que engordó su palmarés hasta el punto de colocarse como el primero estadísticamente hablando, atravesando además la pandemia de coronavirus en la que Nole no pudo participar en varios torneos importantes al no haberse puesto la vacuna. Se acabó la exitosa etapa junto al croata y el serbio encara la recta final de su carrera con Sinner y Alcaraz liderando la nueva generación de prometedores tenistas.

"La final de Wimbledon nos afectó muchísimo"

Después de que fuera Djokovic el que anunciara su ruptura profesional con Ivanisevic, ha sido el croata el que ha explicado un poco más lo sucedido a través de una entrevista con Sportklub: "No existe una razón concreta, pero hay que reconocer que ambos tenemos una sensación de fatiga y saturación. A veces, la gente olvida toda la tensión que hemos tenido que afrontar juntos, como cuando era señalado como el mayor villano del planeta por todo lo que ocurrió durante la pandemia".

"Llegamos a un punto de saturación en el que yo me cansé de él y él se cansó de mí. Además, yo tenía la sensación de que no podía serle útil ya. Me di cuenta de que estábamos llegando a ese punto por primera vez el año pasado, en Estados Unidos", reconoció Ivanisevic, que señaló uno de los momentos claves que acabó propiciando todo: "La derrota en la final de Wimbledon nos afectó muchísimo, especialmente a mí. Luego ganó a Alcaraz aquel partido memorable en Cincinnati y yo ya sabía que nuestro final estaba cerca. Quizá deberíamos haberlo dejado después del US Open, pero me operé de la rodilla y lo dejamos correr”.

"Habitualmente, he leído que la gente consideraba inadmisible cómo nos comunicábamos cuando él estaba en la pista. Lo cierto es que él gritaba mucho preguntándonos cómo podía mejorar. Se quitaba así la tensión y era complicado responder porque apenas nos oíamos", dijo Ivanisevic, quien destacó, como también hizo Djokovic, su buena relación personal: "Siempre he dado todo por él, incluso moriría si fuera necesario".