Alcaraz se exhibe ante Medvédev y logra su segundo Indian Wells a los 20 años (7-6, 6-1)

Carlos Alcaraz ha completado otra exhibición, esta vez ante Daniil Medvédev, y ha ganado su segundo Indian Wells a los 20 años (7-6, 6-1). A pesar del dubitativo inicio de partido, con un 4-1 a favor del ruso en el primer set, el murciano volteó el marcador y llegó lanzado al segundo. A partir de ahí, el rival sufrió igual que en las semifinales de Wimbledon y no mostró resistencia ante el nivel de Carlitos.

Este partido estuvo exento de dificultades externas, como le ocurrió a Alcaraz en los cuartos de final y en las semifinales. No hubo enjambres de abejas ni lluvias que paralizaran el encuentro. Sólo ganas de revancha de Medvédev después de lo ocurrido en Wimbledon. Y Carlitos con la clara intención de sumar otro título más a su palmarés.

Medvédev, como es usual, empezó con un ritmo muy alto la final. Carlitos, al que le cuesta en ocasiones entrar en los partidos, no aguantó el tirón del ruso y se colocó por detrás en el marcador en el primer set. Todo parecía encaminado para que Alcaraz empezara con derrota el encuentro, pero no era precisamente el guion de partido que tenía en la cabeza.

Carlitos le devolvió el break a Medvédev, justo cuando el ruso tenía el partido en su poder, sin apenas errores. Quizá ese sea el problema frente a Alcaraz, que basta uno solo para que el niño se crezca. Para que crea que sigue en las pistas de El Palmar, jugando con sus amigos y no delante de las cámaras de todo el globo terráqueo.

El error de Medvedev

Bastó ese break para que Alcaraz llevara el partido hasta el tie-break, donde el viento siguió soplando a su favor. Sólo cometió un error, víctima del optimismo y de la osadía de la juventud. Pero no fue suficiente para que Medvédev le arrebatara el primer set. Todo apuntaba a que el título viajaría hacia España.

Apuntaba y así fue porque Carlitos se empeñó, una vez más, en hacer muy pequeño a su rival. Transformó a Medvédev en una matrioska hasta su versión más diminuta. La victoria se estaba cocinando por mérito de Alcaraz, no por demérito del ruso. Su nivel apabullante demostró que, si la cabeza no le falla, no tiene rival más allá de Djokovic.

El recorrido en el torneo

Alcaraz ha dejado por el camino a Zverev, a Sinner (que no había perdido en 2024) y a Medvédev, al que dejó sin opciones y con cara de pocos amigos en el segundo set. Ha sido un título que empezó con susto, pero que debe saber muy bien. Todo aquello que cuesta se valora mucho más. Si no, que le pregunten por Wimbledon.

Juan Carlos Ferrero tenía una sonrisa enorme. Tras unos meses malos, sabe que su pupilo ha vuelto a su mejor versión. Esa en la que es capaz de arrollar a los rivales, dejarlos como malos tenistas. O en la que parece un extraterrestre. Carlitos está de vuelta.