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El calvario de Ymer: suspendido 18 meses sin jugar... por culpa de un error con el hotel
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POR LAS NORMAS ANTIDOPAJE

El calvario de Ymer: suspendido 18 meses sin jugar... por culpa de un error con el hotel

El tenista sueco ha visto cómo la ITF le ha sancionado 18 meses sin jugar por no cumplir el protocolo antidopaje de la WADA después de que hubiera un malentendido con su ubicación

Foto: Mikael Ymer, en el paso Wimbledon. (EFE/EPA/Adam Vaughan)
Mikael Ymer, en el paso Wimbledon. (EFE/EPA/Adam Vaughan)

El tenis puede presumir de ser uno de los deportes más estrictos con el dopaje. Desde hace algunos años, el mundo de la raqueta ha decidido tener tolerancia cero con los tramposos, pero el exigente control al que están sometidos los tenistas provoca que, en ocasiones, se den algunas situaciones no demasiado justas, que se pueden terminar convirtiendo en graves sanciones. Eso es, precisamente, lo que le ha ocurrido al tenista sueco Mikael Ymer.

El número 51 del mundo ha visto cómo la ITF le ha sancionado después que haya estado tres veces ilocalizable para la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Desde hace muchos años, el protocolo antidopaje del tenis es realmente duro y obliga a los jugadores a estar disponibles para los vampiros una hora, durante todos los días, a lo largo de 52 semanas del año. ¿Cómo lo hacen? A través de una app en la que muestran su ubicación en un horario determinado.

Foto: La tenista rusa Daria Kasatkina. (Reuters/Dylan Martinez)

Es decir, todos los jugadores deben de tener descargado el Tennis Anti-Doping Programme, donde todos los días del año -salvo durante dos semanas de vacaciones- deben de dejar claro el lugar exacto en el que se encuentran, con una franja de una hora en la que siempre estarán localizable. Si, durante tres veces, los expertos de la WADA no consiguen dar con el deportista, este queda automáticamente sancionado al entender que se ha saltado los controles.

En la teoría, parece un sistema justo y sencillo de usar pero, en la práctica, pueden darse casos rocambolescos. Timbres estropeados, errores a la hora de cambiar la franja horaria del país en el que se encuentra el tenista, eliminaciones antes de tiempo en torneos... Muchas extrañas situaciones se han dado y, la última, parece haber afectado a Ymer quien, después de ser sancionado durante 18 meses, emitió un extenso comunicado explicando su última ausencia.

El sueco explicaba que, en 2021, tras jugar en París-Bercy, viajó a Roanne (Francia) para disputar un Challenger. Antes de comenzar el torneo, los representantes del jugador -como sucede habitualmente- fueron los encargados de gestionar el viaje y las estancias del tenista. Tras reservar en el hotel que ofrecía la competición para los profesionales, un problema con la ocupación le llevó a tener que alojarse en un hospedaje secundario. Y ahí comenzó el problema.

"A menudo, el torneo tiene un hotel principal y uno secundario. Cuando traté de registrarme, resulta que en realidad me habían instalado en el hotel secundario, que está a ocho minutos en coche del hotel principal. Esto no es raro, así que no lo pensé dos veces y me fui al hotel secundario sin problemas. Y dio la casualidad de que la WADA se presentó para una prueba fuera de competición a la mañana siguiente en el hotel principal. El hotel donde traté de registrarme unas horas antes", explica.

Ante esa situación de incomparecencia, la WADA llamó por teléfono al jugador... pero solo tres minutos antes de que acabara su hora de disponibilidad. Aunque reconoce que no cogió el teléfono, Ymer explicaba que nunca hubiera podido llegar a tiempo al lugar erróneo donde lo esperaban. Por ello, tras serle notificado el castigo, no dudó en acudir a la justicia para dar a conocer su caso. Aunque en un primer momento le dieron la razón, tras un recurso de la ITF ha terminado sancionado.

"Tengo 24 años, estoy en el mejor momento de mi carrera, con un ránking alto y ahora estoy suspendido por 18 meses. Suspendido no por obtener una ventaja competitiva ilegal sobre mis colegas, ni por desacreditar el juego, ni por obtener una ganancia financiera ilegal, sino por un tecnicismo logístico que no tenía forma razonable de evitar. Todo esto es un mal sueño", explicaba el jugador. Un drama que le tendrá fuera de las pistas más de un año y medio.

El tenis puede presumir de ser uno de los deportes más estrictos con el dopaje. Desde hace algunos años, el mundo de la raqueta ha decidido tener tolerancia cero con los tramposos, pero el exigente control al que están sometidos los tenistas provoca que, en ocasiones, se den algunas situaciones no demasiado justas, que se pueden terminar convirtiendo en graves sanciones. Eso es, precisamente, lo que le ha ocurrido al tenista sueco Mikael Ymer.

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