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La emoción de Carla Suárez y su homenaje al tenis en el Open de Australia
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La emoción de Carla Suárez y su homenaje al tenis en el Open de Australia

La canaria tiró de paciencia y defensa para ganarle en dos sets a Sabalenka, una de las favoritas. Carla se retira este año tras una vida dedicada al deporte. Quiere irse con un buen sabor de boca

Foto: Carla Suárez, durante su encuentro contra la bielorrusa Sabalenka en el Abierto de Australia. (EFE)
Carla Suárez, durante su encuentro contra la bielorrusa Sabalenka en el Abierto de Australia. (EFE)

Hay momentos inolvidables en la carrera de todo deportista profesional y el de este miércoles fue sin duda uno de los más especiales para Carla Suárez. La canaria, que se retirará a finales de esta temporada tras más de diez años en el circuito WTA, no pudo evitar emocionarse tras su encuentro contra Aryna Sabalenka, raqueta número 11 del mundo. En tres enfrentamientos previos la española no había conseguido ganarle nunca, pero este miércoles se dio todo un homenaje para avanzar a la segunda ronda del Open de Australia, el último de su vida. En dos apretados sets (7-6, 7-6), Suárez apeó a la bielorrusa del torneo y se dio la oportunidad de seguir disfrutando un poco más de una de sus citas favoritas del calendario. Todo lo bueno que le pase a Carla es justo, más a estas alturas de su carrera. El tenis le debe al menos un par de colofones como guinda a su gran trayectoria. Esta vez, los cañonazos de su rival no fueron suficientes. Carla resistió y se llevó, tras más de dos horas de intenso duelo, una victoria reconfortante. Puede que esté lejos de las mejores en ranking, ahora es la 54, pero no en ganas ni mucho menos en tenis.

"Sé lo que tengo que hacer para volver a competir con las mejores porque ya he estado ahí", comentó a El Confidencial el mes pasado, minutos después de anunciar públicamente en una rueda de prensa en Barcelona, su residencia actual, que este sería su último curso en la élite. Su objetivo para lo que le quedaba en el convento: volver a trabajar duro para recuperar el terreno perdido. Ni por asomo pensaba pasearse por el mundo con una raqueta en la mano esperando recibir los aplausos gratuitos del público. Carla quería volver a sentirse competitiva tras dos años difíciles por las lesiones y luchar por todo, como en los viejos tiempos. A la vista está que así será. Con una ilusión desbordante, coció su victoria a base de paciencia frente a la típica pelotera que, aprovechando físico y altura (1,82m), le ha apartado de cotas mayores a lo largo de su carrera. Suárez, que tan solo mide 1,62m, ha remado siempre a contracorriente para batallar contra este elenco de tenistas más poderosas que hace ya unos años empezaron a dominar el circuito. Su grito de rabia al final del partido, una liberación personal. El "sí se puede" de Carla Suárez.

"Vengo de lesiones, de un año malo, de dos derrotas ahora y con un mal sorteo. No le había ganado nunca a Sabalenka y este torneo me gusta mucho. Haber perdido en primera ronda este último año hubiera sido un palo, por eso pegué ese grito", dijo. Carla no pudo evitar emocionarse ante las cámaras de Eurosport. Le resultó imposible no acordarde de todo lo sufrido hasta llegar aquí. Los problemas físicos mermaron su confianza en el pasado, pero también las expectativas generadas en torno a su figura hasta la llegada de Garbiñe Muguruza. En estas últimas temporadas a la canaria también le empezaron a pesar los viajes y las horas fuera de casa, lejos de su familia. Su estancamiento le llevó a romper con su entrenador de toda la vida, Xavi Budó, en busca de un nuevo impulso. Pero su falta de resultados no estaban relacionados con cuestiones técnicas, sino personales: a Carla su corazón y cabeza le pedían parar y emprender una nueva vida alejada del deporte profesional. A finales de año anunció lo que ya era un secreto a voces y ahora se dispone a cerrar su carrera con un buen sabor de boca.

Más tranquila y liberada del estrés que le suponía mantener su 'status' de jugadora top, la canaria afronta la recta final con una filosofía distinta. Sin presión, pero con las ideas claras: desea cruzar por primera vez la frontera de los cuartos en un grande y clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tras cerrarle la puerta a Sabalenka, se medirá este jueves de madrugada (no antes de las 2:15h) contra la joven polaca Iga Swiatek. En principio, oponente más fácil (número 55 de la WTA). La experiencia de la canaria en estas lides le debería bastar para manejar el encuentro a su gusto e intentar dar un paso más en Australia, ese que le acerque al objetivo soñado.

Hay momentos inolvidables en la carrera de todo deportista profesional y el de este miércoles fue sin duda uno de los más especiales para Carla Suárez. La canaria, que se retirará a finales de esta temporada tras más de diez años en el circuito WTA, no pudo evitar emocionarse tras su encuentro contra Aryna Sabalenka, raqueta número 11 del mundo. En tres enfrentamientos previos la española no había conseguido ganarle nunca, pero este miércoles se dio todo un homenaje para avanzar a la segunda ronda del Open de Australia, el último de su vida. En dos apretados sets (7-6, 7-6), Suárez apeó a la bielorrusa del torneo y se dio la oportunidad de seguir disfrutando un poco más de una de sus citas favoritas del calendario. Todo lo bueno que le pase a Carla es justo, más a estas alturas de su carrera. El tenis le debe al menos un par de colofones como guinda a su gran trayectoria. Esta vez, los cañonazos de su rival no fueron suficientes. Carla resistió y se llevó, tras más de dos horas de intenso duelo, una victoria reconfortante. Puede que esté lejos de las mejores en ranking, ahora es la 54, pero no en ganas ni mucho menos en tenis.

Xavier Budó
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